Charon: Songs For The Sinners

De la avalancha de grupos de gothic metal ligeros surgidos de finlandia como
consecuencia del “fenómeno HIM” posiblemente CHARON hayan sido desde un principio
los que hayan tenido que cargar más con el sambenito de grupo altamente deudor
de las peripecias de Valo y compañía, aunque injustamente.  El fenómeno HIM
provocó en su día que empezaran a florecer muchas otras bandas de estilo similar,
pero en muchos de los casos lo que ocurrió no es que las bandas se apuntaran
al carro, sino que las que lo hicieron fueron las discográficas: no eran pocas
las bandas coetáneas a “sus majestades infernales” que gracias al éxito de
Valo y los suyos tuvieron la oportunidad de ver cumplido el sueño de fichar
por una discográfica a pesar de llevar ya algunos años moviéndose a un nivel
más underground. Este es el caso de CHARON, una banda que a pesar de las grandes
semejanzas con los ya citados, sobretodo en los primeros discos de ambos, datan
su formación en un periodo anterior a éstos.

Tras cierta repercusión sobretodo en los países escandinavos, muchas veces
gracias a singles tales como “Little Angel” de su “Downhearted”, ahora nos
llegan ya con su quinto larga duración bajo el brazo, un disco que sigue profundizando
en su estilo con la suficiente dignidad como para constatar que no le deben
nada a nadie y por supuesto con el apoyo de una muy buena producción como suele
ser el caso, en esta ocasión cortesía del muy solicitado señor Mikko Karmila

Curiosamente el inicio del álbum me hace pensar más en unos BESEECH a consecuencia
de las melodías de apoyo que dan las voces femeninas, aunque ésta no vaya a
ser una constante a lo largo del disco; a pesar de ello no cabe duda de que “Colder” es
un hit single que bien movido por Spinefarm podría ser carnaza de las radiofórmulas
escandinavas (y sigo sin atreverme a hablar de España, por mucho que grupos
como THE RASMUS hayan dado la campanada por aquí). La canción, bastante comercial,
posee un estribillo de esos que enganchan pero, lo que es más importante, posee
mucha emotividad en el marco de lo que viene siendo el rock gótico. Sí, lo
que CHARON nos ofrecen no son meras fórmulas carentes de alma. Aquí hay buen
hacer y dentro de los parámetros que ahora mismo estamos manejando, no tienen
nada que envidiar a otras bandas del género algo más consagradas, aunque sí es
cierto que a lo largo del compacto podemos toparnos con dos o tres temas que
no dejan de ser de lo más irrelevantes.

A partir de este comienzo altamente prometedor el grupo explorará su fórmula
con mayor o menor acierto a lo largo de los diez cortes que conforman el álbum.
Las voces de Juha-Pekka son las que llevan el peso de las composiciones, como
es obvio, pero la base rítmica es suficientemente rockera y contundente como
para no perder la intensidad y recordarnos constantemente que ante todo estamos
ante una banda de rock. Canciones redondas, estructuras compositivas estándar
y sin complicaciones y lejos de ningún tecnicismo, la banda ofrece lo que se
espera de ella, estando el kit de la cuestión en las melodías del estribillo
la mayoría de veces, tal y como viene siendo habitual en la banda y tal y como
mandan los cánones del estilo. Vaya, que no inventan nada nuevo ni mucho menos,
pero tampoco engañan a nadie y lo que hacen lo hacen francamente bien. En la
primera parte del disco también destacan las melodías y voces de “Deep Water”,
los instrumentos clásicos de cuerda que introducen la pequeña nota distintiva
en “Bullet” o el regustillo clásico del conciso solo de “Rain”, tema que, como
anécdota, cuenta en su inicio con un acompañamiento de hammond que me ha dejado
un poco perplejo, pues no es muy habitual encontrar guiños setenteros en este
tipo de grupos, como si se hubiera colado por el estudio de grabación Don Airey
(en realidad se trata de una colaboración cortesía de Santeri Kallio de THUNDERSTONE).

Ls baladita “Air” les ha quedado algo sosa para mi gusto, a pesar de la introducción
de violines, mientras que en  la segunda mitad del álbum nos encontramos con
un “She Hates” en donde sí que podríamos sacar bastantes parecidos a HIM sobretodo
en el tratamiento de la voz, y el tema que han conseguido encaramar en lo alto
de las listas finesas,  “Ride on Tears”, donde en cambio la balanza se inclina
más hacia las hordas de Jyrki y sus THE 69 EYES y que también invita a pensar
cosas como “¿Esto no lo hacían ya PARADISE LOST en discos como “Icon”? Aunque
ya sea para bien o para mal CHARON no llegan nunca a recoger el toque más doom
de los ingleses y vuelven a darse un baño del gothic más en boga en los temas
que conforman la recta final de un compacto que se hace bastante más digerible
que el anterior “The Dying Daylights”, aunque, ya digo, puede que sigan sobrando
un par o tres de temas que dada su similitud y escaso aporte al patrón compositivo
estándar del género ayudan a gestar en nuestras mentes la idea de que volvemos
a encontrarnos con un compacto un pelín monótono en según qué momentos.

CHARON son un grupo lo suficientemente bien considerado dentro de la escena
de gothic rock, pero quizá todavía les falta algo de apoyo por parte del público
y un empujoncito más generoso por parte de su discográfica para que puedan
rendir al nivel para el que están dotados, con la cabeza bien alta al lado
de otras bandas finlandesas como TO/DIE/FOR, 69 EYES, SENTENCED y EVEREVE más
allá de las propuestas demasiado acarameladas y vacías de los ahora mainstream
HIM y THE RASMUS. No descubrieron la sopa de ajo, pero supieron como manejarse
bien con los ingredientes y ahí están.