Neal Schön: So U

Hay un poco de todo, desde el tema de guitarreo para guitarristas hasta la concesión AOR. Está más que claro que nada puede salir mal con esta constelación de estrellas, pero también es cierto que hay momentos algo tediosos y algún que otro tema desechable.

Todo el mundo ama a Journey y por extensión a Neal Schön. Sólo hay que pasarse por Estados Unidos o Canadá y poner cualquier emisora de radio para ver que esa banda es la música clásica de Norteamérica. Ahora que se han tomado un tiempo de descanso el gran guitarrista vuelve a deleitarnos con un disco en solitario bastante alejado del sonido AOR y hard rock. Como en su anterior obra vuelve a indagar en diversos estilos acompañado de grandes como Deen Castronovo a la batería (Journey), Marco Mendoza al bajo o Jack Blades a las voces. El resultado es correcto, pues tanta variedad y tanto deambular por el jazz fusión y demás hacen que uno termine con ganas de volver a ponerse un disco de Journey. Obviamente en lo estrictamente musical sólo hay elogios para un tipo que ha escrito auténticos himnos generacionales y que con la guitarra en sus manos es capaz de meterse en terrenos ajenos y salir más que airoso.

Basta con escuchar el enorme ejercicio que es “Exotica” para ver que este tipo puede con todo. Gran solo con una base de jazz fusión tremenda en la que destaco especialmente a Castronovo y Mendoza en la sección rítmica. Antes nos había deleitado con “Take a Ride” y “So You”, dos temas más accesibles y planos, siendo el segundo un acercamiento al soul a lo Glenn Hughes. Marco y Deen comparten tareas vocales y realmente la cosa funciona. “On My Way” es de lo más accesible y pegadizo, pero más aún lo es “Serenity” en la que la onda Journey está más que presente. Suena más cruda, pero hay esos coros que la suavizan y una línea vocal marca de la casa. En “Shelter” vuelven las influencias soul con los cantantes turnándose. Atención al lucimiento en el solo por parte de Neal. Pura fuerza y muchísima clase.

Por otro lado encontramos un tema instrumental como “The Ocean” en la que entramos en momentos más Satriani-Vai-Santana. Juegos de variaciones a un tempo medio con subidas y bajadas por el mástil. En “What You Want” Jack Blades demuestra sus enormes dotes como vocalista en un juego puramente soul, aunque el tema va de más a menos. En “Love Finds a Way” encontramos otro de los bajones del disco. Un tema absolutamente prescindible y gris, aunque con cierto deje a su banda madre. La producción es exquisita, llena de fuerza y captando todo el feeling necesario, pero no va a ser un disco que cambie nada y hasta me atrevería a decir que es el típico disco en solitario de guitarrista de banda grande. Quizá era necesario exteriorizar toda esa música que llevaba dentro y que difícilmente iba a tener cabida en Journey.

No es un disco fácil pues uno espera lo que espera de Neal Schön. Pero las escuchas sucesivas terminan entrando y le hacen disfrutar a uno de la gran maestría del divo a las seis cuerdas en los diferentes estilos propuestos. Hay un poco de todo, desde el tema de guitarreo para guitarristas hasta la concesión AOR. Está más que claro que nada puede salir mal con esta constelación de estrellas, pero también es cierto que hay momentos algo tediosos y algún que otro tema desechable. Blades y Castronovo en la composición son grandes aliados y hay alguna que otra participación de algún otro miembro de Journey pero definitivamente el disco se queda en un producto orientado a los fans completistas del incansable Neal Schön.