Suena a disco correcto de Pain cantado por el cantante de Rammstein y poco más. Obviamente cuentan con medios y una gran promoción, pero creo que podíamos esperar algo más de una unión tan especial como esperada.

No suelen funcionar demasiado bien los llamados súper-grupos, y esta vez no iba a ser una excepción. Till Lindemann y Peter Tägtgren son sendos colosos del negocio, uno en Rammstein y otro en Pain y Hypocrisy. De entrada esta unión se antoja de lo más interesante, pues la mezcla de las bandas puede dar algo realmente espectacular, ya que musicalmente, y a priori, casan la mar de bien. Pero desgraciadamente aquí todo suena previsible. No han intentado dar un soplo de aire fresco a la escena y se han limitado a poner las voces de Rammstein a varios temas y viejas ideas que deberían ir para Pain. Obviamente con las sucesivas escuchas la cosa va entrando, y a nivel técnico es más que impecable, pero cuando dos genios se juntan… uno espera genialidad.

Temas fáciles por lo general, letras provocadoras pero simplonas y una experiencia que se ve más como un divertimento que otra cosa. Si cogemos los cortes “Te quiero Puta”, “Pussy” o “Amerika” de los alemanes y les metemos todos los elementos electrónicos de Pain andaremos cerca del resultado. Aunque ninguno de los diez temas supera, ni se acerca, a las antes mencionadas. “Skills in Pills” y “Lady Boy” resultan curiosas y van entrando pero hay una falta de fuerza y contundencia propias de Rammstein. No hay ese muro de sonido. Estribillos pegadizos pero fáciles y muchos versos narrados más que cantados como en “Fat”, dotada de unas orquestaciones a teclado bastante bellas y elaboradas. Tägtgren ha sido el compositor de todo, y se nota. Todas las letras están en inglés y el single “Praise Abort” es de lo más destacado. Letra cafre, mucha electrónica y ese deje Rammstein en el estribillo. Como single no cabe duda de que está funcionando bien…

De entre lo mejor de todo está la oscura “Fish On”, con una entrada típica de Pain con un estribillo que recuerda al de “Mirror, Mirror” de Helloween, ya basado en una canción popular. Sorprende positivamente el inicio acústico de “Home Sweet Home” con esa base pregrabada de fondo y orquestaciones a teclado. Till tira de voz teatral con la ampulosidad de los teclados, pero poco más. “Cowboy” es más festiva, en la línea de letra absurda y estribillo pegadizo. Otra diversión más que cumple su cometido pero poco más. Sigue la línea un tema tan explícito como “Golden Shower”. Posiblemente si una lluvia dorada tiene que tener una banda sonora, lo han conseguido. Parece que las letras intenten provocar de forma pueril, pero viniendo de alguien que está en Rammstein queda todo como una gamberrada fácil. “Yukon” empieza con un piano clásico y con Lindemann narrando, y va creciendo en el aspecto sinfónico. Una de las más serias y trabajadas con juegos de atmósferas incluidos.

Viendo las fotos promocionales y lo elaborado del libreto está más que claro que ambos colosos se lo han pasado en grande a la hora de elaborar el disco. Dudo que haya gira y veo más esto como un experimento perfecto para que Lindemann mate el tiempo mientras esperamos nueva obra de su banda madre. Suena a disco correcto de Pain cantado por el cantante de Rammstein y poco más. Obviamente cuentan con medios y una gran promoción, pero creo que podíamos esperar algo más de una unión tan especial como esperada.

Grupo:Lindemann

Discográfica:Warner

Puntuación:6

Canciones:

  1. Skills In Pills
  2. Ladyboy
  3. Fat
  4. Fish On
  5. Children Of The Sun
  6. Home Sweet Home
  7. Cowboy
  8. Golden Shower
  9. Yukon
  10. Praise Abort

Votación de los lectores:5