Skálmöld : Sorgir
Puntuales como un reloj, el sexteto islandés Skálmöld nos presentan su nuevo álbum 'Sorgir': un disco conceptual con cuatro historias duales que habla de tragedias humanas y sobrenaturales con su habitual estilo inclasificable a caballo del folk y el black, y un marcadísimo respeto por la mitología y tradición musical islandesa. Dinámicas rítmicas y unas increíbles melodías que no te podrás quitar de la cabeza se entretejen para evocar todo el frío y la desolación de los paisajes más glaciales de su tierra natal.
Skálmöld, formado por seis músicos autóctonos de Islandia, aterrizó en las playlists de muchos cuando en 2011 fueron invitados al Wacken Open Air tras firmar con Napalm Records. Su aventura no venía de muy lejos (empezaron sus andaduras en 2009), pero durante estos aún-no diez años, su carrera ha sido meteórica e implacable. Principales exportadores de metal islandés (con permiso de Sólstafir), los de Reykjavík han estado girando con todos los pesos pesados del sector más folk de la industria y, recientemente, han empezado a inaugurar sus primeras giras como cabezas de cartel – no será el caso de su gira más reciente, donde a finales de año les podremos ver en varias fechas bajo la capitanía de Alestorm.
Este ritmo de trabajo sólo les ha sido posible porque Björgin Sigurdsson (voz), Baldur Ragnarsson (guitarra), Gunnar Ben (teclado), Jón Geir Jóhannsson (batería), Snæbjörn Ragnarsson (bajo) y Þráinn Árni Baldvinsson (guitarra) han estado sacando material a un ritmo constante de forma incansable: un disco cada dos años, sin faltar ni una sola vez a la cita. Por este motivo, era lógico esperar que este año nos regalarían una nueva entrega de su inclasificable propuesta a caballo del folk y el black, con tintes death y sinfónicos, atmósferas paganas y rituales, y un marcadísimo respeto por la mitología y tradición musical de su cultura. Aquí lo tenemos: Skálmöld – Sorgir, que literalmente se puede traducir como “Pena”.
Dos caras de una misma historia
‘Sorgir’ continúa la línea de álbumes conceptuales habitual de la discografía de Skálmöld. Desde su primer ‘Baldur’, que seguía las aventuras del héroe ficticio homónimo, pasando por el ‘Börn Loka’ (que narraba batallas entre dos hermanos y los tres hijos-monstruo de Loki) y el ‘Með vættum’ (donde la protagonista, Þórunn, emprendía un viaje épico por Islandia), y hasta llegar al más reciente ‘Vogguvisur Yggdrasils’ (donde hablan sobre los nueve planos de existencia según la mitología nórdica), todos los discos de este sexteto islandés han tenido una historia que contar.
‘Sorgir’ no iba a ser menos. En este caso, volvemos a encontrarnos con una historia escrita de puño y letra de Snæbjörn Ragnarsson, siguiendo las convenciones de la lírica tradicional islandesa y, por supuesto, escrita y cantada enteramente en islandés. El disco cuenta cuatro historias, narradas desde distintos puntos de vista explorando el concepto de “dos caras de una misma historia”: la primera mitad del disco (“Historias”) cuenta tragedias humanas, mientras que la segunda mitad vuelve a describir esas mismas situaciones, pero ahora incorporando el punto de vista de los fantasmas (en palabras textuales de Jóhannsson, “monstruos que urden en las sombras contra los mortales, quienes no pueden percibirles realmente”.)
“Sagnir”, dramas humanos
‘Sorgir’ de Skálmöld empieza con “Ljosid”, de ritmo trepidante, directo y decidido. El tema presenta unas cuerdas que se entretejen por encima una batería acompasada y pegadizamente rítmica. La épica llega en los coros, típicamente Skálmöld, cuyos acordes descendentes transmiten esa sensación glacial que los islandeses buscaban en este nuevo proyecto.
El tema se desenvuelve con mucho acierto, evolucionando pausadamente pero con determinación. Desde el puente en adelante, nos sorprenden pasajes donde la voz de Sigurdsson está respaldada por unos gritos desgarrados al estilo tradicional islandés, oscuros solos frenéticos, cautivadores repiqueos de cuerdas e inteligentes variaciones sobre el riff inicial.
“Sverðið”, primer single que nos presentaron, es más lenta, más oscura y profunda. Sin embargo, no es difícil que se quede en la mente gracias a ese riff protagonista fácil de identificar. No tardan tampoco en aparecer los coros tradicionales, que continúan alternándose solemnemente con ese tejido instrumental y los growls salvajes de Sigurdsson. La mejor parte del tema llega justo en su ecuador, cuando toda la dinámica cambia radicalmente. Las armonías que florecen a partir de ese punto son bellísimas, consiguiendo un diálogo casi de influencia clásica entre los distintos instrumentos, y cerrando con un giro hacia un sonido si cabe aún más siniestro.
En contraste, «Brunin» se descubre como un tema mucho más rápido, en un estilo cuyas influencias se escapan de lo que hasta la fecha habían sido los referentes de Skálmöld. Su ardor y poderío le da un color y un brillo diferente, y destaca en el paraje gélido que evocan el resto de canciones del álbum – mención muy especial se merece su solo de guitarra, de los mejores que he escuchado nunca. Es, definitivamente, el tema más animado en un disco genialmente melódico: ‘Sorgir’ es el álbum más adictivo de Skálmöld hasta la fecha, pero lo más destacable es que consigue explorar nuevos sonidos y quedarse pegado en tu mente sin tener que dejar de lado esas repeticiones de riffs entrelazados y casi rituales que siempre han caracterizado a los islandeses.
Finalmente, con «Barnid» llegamos a la última pieza de la parte de las “Historias”. En ella encontramos también mucha potencia, pero ésta se construye de una forma mucho más grave que su antecesora. Los riffs se distorsionan en el fondo de la composición de una forma casi mareante, mientras la voz deja puntualmente atrás los growls para tomar unas modulaciones paganas y aquelárricas, que no tardan en ser secundadas por un coro. La fuerza evocadora de este tema cargado de pathos encaja a la perfección con la historia que trata (la pérdida de un hijo a ojos de sus padres), llegando a su apogeo en un guitarra simplemente fantástica.
“Svipir”, fantasmas que hielan la sangre
“Skotta” abre con un característico riff, muta drásticamente hacia un ritmo sincopado que se acelera y desmelena, y vuelve a caer en la pesadez más sórdida. Las partes instrumentales son precisas, afiladas y veloces, un trabajo de ingeniería mecánica entre los tres guitarristas, el batería y el bajista de Skálmöld. Esta primera incursión en el mundo de los fantasmas es un carrusel de pasajes y estilos que, sin embargo, casan perfectamente bien entre ellos.
Mucho más épica, como si de un himno de guerra se tratase, es “Gangari”. Los riffs galopan y las guitarras se desdoblan por encima de una batería y un bajo apurados como un metrónomo. El tema da poco espacio para el descanso, incluyendo explosiones de sonido casi sinfónicas y digitaciones progresivas sobre arpegios que rememoran pasajes anteriores. La canción evoluciona hacia la grandiloquencia, convirtiendo, cerca de su un final, en un caos demoníaco y tenebroso.
Si hubiese que escoger algún tema como el más sorprendente del disco, este es, sin lugar a dudas, “Mori”. La segunda opción de single se toma casi un minuto y medio en arrancar, introduciéndose con un lánguido acorde que se repite en monotonía. Los coros le hacen el eco a lo largo de todo el tema, apareciendo y desapareciendo en un universo sonoro que se rompe constantemente: a ratos por la voz cautivadora de Ragnheidur Steindórsdóttir; a ratos por una brutalidad a todo bombo plagada de gritos desgarrados donde, aún así, encuentras resquicios de melodía. “Mori” es toda una apuesta sonora que no tiene miedo en tomarse su tiempo para evolucionar.
Finalmente, el punto final a ‘Sorgir’ lo pone la oscura “Mara”, con sus más de 8 minutos prácticamente instrumentales. En esos segundos encontramos espacio para una primera parte dinámica, épica y rápida, que corta hacia un sobrio dueto acústico. El silencio es bien recibido y respetado para introducir una tercera parte donde todos los instrumentos salen a flote para hilvanar distintas melodías y solos, repuntados por los teclados de Gunnar Ben. De repente, sin avisar, el ritmo se acelera y la guitarra ataca con una voz mucho más narrativa y unos shreddings nada cobardes. Apenas a un minuto de su finalización, recuperamos las voces, tanto graves como escalofriantes, que dan el disco por terminado sin florituras ni embellecimientos superfluos.
‘Sorgir’, emociones atemporales
En ‘Sorgir’, Skálmöld han conseguido su mejor disco hasta la fecha. Todos los elementos del disco están perfectamente integrados y bien equilibrados, tanto a nivel de las composiciones, que fluyen justamente como necesitan, como a nivel de sonido, que consigue entrelazar todos los instrumentos (incluida la voz, sea más melódica o más raspada) con la misma pulcritud que si de un tapiz se tratara.
En él, se pueden encontrar muchos de los elementos característicos de la banda, como las contraposiciones de himnos de guerra épicos y cantos rituales de influencia folk, pero destaca que es su proyecto con más dinámicas rítmicas y, sobretodo, mucha melodía. A diferencia de lo que podía llegar a ocurrir con algunos de sus lanzamientos previos, es complicado que ‘Sorgir’ te provoque una sensación de monotonía: me aventuro a decir que es un disco que genera adición, y que difícilmente caerá en el olvido.
Como colofón final, el arte que acompaña el disco es precioso, y evoca a la perfección la sensación de desamparo y perdición que sientes en las composiciones. En estas ocho canciones hay un horror palpable, tan humano que se convierte en sobrenatural, y, aunque no hables palabra de islandés, los temas te transmiten estas emociones internacionales y atemporales. Es de agradecer que haya artistas como los miembros de Skálmöld que aún luchen para preservar las tradiciones antiguas de sus culturas, tanto a nivel lingüístico como temático y, en el caso que nos ocupa, hasta formal.
‘Sorgir’ (Skálmöld) saldrá a la venta el 12 de Octubre de la mano de Napalm Records en la mayoría de plataformas y puntos de venta físicos y digitales.
Grupo:Skálmöld
Discográfica:Napalm Records
Puntuación:9
Canciones:
- Ljosid
- Sverdid
- Brunin
- Barnid
- Skotta
- Gangari
- Mori
- Mara
Año:2018-10-12
Votación de los lectores:5
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