Tributos: Six Strings, Twelve Stings – A Tribute To The Scorpions

Por desgracia, el hábito de los discos tributo es algo cada vez mas extendido,
aunque su momento álgido de popularidad parece que ya pasó. Hasta Nuclear Blast
se apuntó al carro hace un par de años con discos tributo hacia absolutamente
toda la humanidad. Ahora es el sello belga Mauseloum Records el que se empeña
en homenajear a una banda que sigue viva (muy viva) y coleando.

El esquema del tributo es el mismo de siempre, o al menos , el mas habitual
de los últimos tiempos: una banda que graba todas las bases de los temas y que
en ésta ocasión está compuesta por el excelentísimo George Lynch, otrora Mosqueador
Oficial del seno de los insignes DOKKEN, y actualmente guitarra en solitario
venido a menos que hace lo que puede en la industria de la música. Steve Riley
de WASP y LA GUNS se encarga de la batería, mientras que Chuck Garric hace lo
propio con el bajo y un desconodido John Morris mete rítmicas. Jake E. Lee vuelve
al mundo de los vivos por un rato para incorporar algun solo y algun riff por
aquí y por allá, y probablemente eso es lo más destacable que le debe haber
pasado en los ultimos diez años.

En cuanto a las interpretaciones vocales, Mausoleum se ha abastecido de cantantes
muertos de hambres de los años 80 que actualmente no hacen nada o casi nada.
Es decir, SteveWhiteman de KIX, el cual hace una labor muy creible en “Still
Loving You”, Kelly Hanson de HURRICANE (la antigua banda de Doug Aldrich de
WHITESNAKE) el cual enriquece una devastadora “Rock You Like a Hurricane” y
un Jizzy Pearl que aporta su feeling vocal a “No One Like You”. El resto, lo
dicho, viejas glorias: John Corabi, Paul Shortino, Taime Downe, Phil Lewis,
Stevie Rachelle, o Marq Torien. Imagino que hablar de BULLETBOYS a cualquier
persona civilizada debe ser como hablar de los marcianos, pero si eres fans
del estilo desgarrado de los vocalistas ochenteros, con este disco te lo pasarás
bomba.

La única pega es la terrible versión que un perfectamente asesinable Kevin
DuBrow hace de “Big City Nights”, con samplers de batería y una voz totalmente
destrozada que no aguanta ni los tres minutos de canción.

La verdad, es un buen disco, pero con algo mas de presupuesto y un contigente
de vocalistas con algo más de presencia en la escena actual, habría sido mejor.
Sin embargo, ha quedado como un disco que únicamente puede interesar a fans
de toda la vida. Una lástima.