Sick Of It All: Wake The Sleeping Dragon!

Dentro de la escena hardcore neoyorquina, el nombre Sick Of It All sigue muy presente. Tras treinta años de ritmos adrenalínicos, himnos coreables y mucha tralla, vuelven con su doceavo álbum bajo el brazo, 'Wake The Sleeping Dragon!' (2018).

La banda de Lou Koller (voz), Pete Koller (guitarra), Craig Setari (bajo) y Armand Majidi (batería) sigue en plena forma. Tres décadas después de la publicación de su álbum debut, ‘Blood, Sweat and No Tears’ (1989), llega su doceavo álbum ‘Wake The Sleeping Dragon!’ (2018). Las canciones llegan y se van como balas, de hecho pocas superan los dos minutos de duración. En conjunto, el álbum está compuesto por 17 canciones y, en total, apenas supera los 30 minutos. Vuelcan su rabia en canciones rápidas y directas, con su clásico estilo. Con este nuevo álbum, demuestran una vez más que el paso del tiempo no los detiene, que siguen igual de enfadados y que aún queda hardcore para rato.

Tres décadas de hardcore cargado de rabia

Definitivamente, Sick Of It All saben ir al grano. Y no sólo con respecto a la parte musical, ya que el mensaje de sus canciones es también claro. Como ellos mismos dicen, hay demasiados aspectos negativos en el mundo como para no sentir frustración y querer volcarla en sus canciones, a las que ven como un gran elemento de escape donde soltarlo todo. Su nuevo álbum no es la excepción. Bajo los arreglos de su amigo y productor The Jerry Farley (Lamb Of God, Every Time I Die), muestran una vez más de lo que son capaces. Cuentan también con dos invitados a la voz: Tim McIlrath y Chuck Ragan.

Musicalmente hablando, a los neoyorquinos no les gusta limitarse. Buscan reflejar todas sus influencias en sus canciones, diferenciándolas a pesar de su breve duración. Con respecto a sus letras, han decidido buscar una nueva forma de mostrar todo lo que les molesta de la sociedad actual. Con Sick Of It All – Wake the Sleeping Dragon’ muestran un mecanismo de protesta más abierto, buscando la forma de compartir sus ideales y pensamientos sobre diversos temas (narcisismo en redes sociales, maltrato animal…), pero también tratando temas personales como demonios internos, pérdida de seres queridos, su vida como banda, etc. En defiitiva, han encontrado una forma de expresarse que es directa en un sentido distinto al habitual y, al mismo tiempo, muestra un lado más personal de la banda.

Sick Of It All sí que sabe despertar al dragón

Los adrenalínicos 33 minutos que forman ‘Wake The Sleeping Dragon!’ (Sick Of It All) despegan con la intensa canción «Inner Vision», cargada de rabia y melodía al mismo tiempo, con bastantes cambios de ritmo y velocidad a pesar de su corta duración. «That Crazy White Boy Shit» llega a continuación con una estructura similar, aunque ligeramente más melódica y con más influencias del punk. Se trata de una pegadiza pieza que hará saltar y corear a sus seguidores en los directos, incluso en las partes más calmadas.

Llega el turno de la pegadiza «The Snake (Break Free)», con un estilo animado gracias a las guitarras y a la melodía vocal de Lou Koller junto a los coros de sus compañeros. Justo a continuación, «Bull’s Anthem» muestra un mensaje de rabia bajo un manto musical muy alegre y punkarra y unas melodías vocales que recuerdan a bandas como Dropkick Murphys, con una energía contagiosa. La colaboración de Tim a las voces le da el toque para terminar de convertirla en un himno de lo más coreable pese a su suavidad instrumental con respecto a canciones más hardcore.

«Robert Moses Was A Racist» retoma la pesadez en las guitarras y las voces hardcoretas con un resultado más clásico y sencillo, pero eficaz y puro Sick Of It All. «Self Important Shithead» es un minuto de rabia y un mensaje directo sobre el egocentrismo. No hace falta más tiempo para lanzar este grito de enfado contra el postureo actual a golpe de hardcore como tan bien saben hacer.

Fuerza, versatilidad y espíritu neoyorquino a golpe de hardcore

Tras esa breve canción, llega rápidamente «To The Wolves», más calmada a nivel rítmico al principio pero con más variaciones que las anteriores, convirtiéndose en pura locura con screamings, subidas y bajadas de intensidad y un sonido pesado. «Always With Us» viene a continuación con un sonido hardcore clásico calmado y callejero, muy suave en comparación a algunos de los pepinazos anteriores, pero muy animada y coreable. El tema que da nombre al álbum, «Wake The Sleeping Dragon», sube una marcha con un sonido a hardocre clásico más cañero y pesado que la anterior canción, mostrando de nuevo algo similar pero distintivo. Cambiando de nuevo a un sonido más punkarra y animado llega «2+2», con un estilo que no falla en otros temas a lo largo del álbum.

Retoman el hardcore más vintage con «Beef Between Vegans», dando zapatilla sin perder su lado melódico, con juegos rítmicos y coros dando mucha vida a una canción que, sin embargo, le da el protagonismo principal al mensaje de la letra. Continúan con «Hardcore Horseshoe», veloz, clásica, sencilla y efectiva. Un himno hardcoreta más para corear en los conciertos y no tener los pies quietos. Entrando en la recta final, llega «Mental Furlough», que reparte cera con un estilo más personal y acelerado, una muestra más de la variedad de sonidos que ofrece este álbum. Se trata de una de las canciones más completas y originales del disco. Vuelve fuerte a continuación el hardcore de toda la vida con «Deep State», que suelta rabia a raudales sin necesidad de una velocidad acelerada.

El álbum finaliza con las canciones «Bad Hombres», «Work The System» y «The New Slavery». La primera retoma la velocidad sin irse de las manos, con un ritmo más preocupado de su pesadez que de la rapidez. Con respecto a la segunda, cambia el cuento y el sonido pesado da paso a la adrenalina. La canción que finaliza el álbum lo hace igual que la anterior, con rabia e intensidad. En definitiva, con este álbum muestran la gran versatilidad que puede tener un género que a primeras puede parecer limitado como el hardcore. Este álbum es un catálogo de múltiples muestras variadas plagadas de influencias y empapadas en treinta años de aprendizaje y carretera. Sí, se puede ofrecer lo de siempre de forma original. Sick Of It All lo saben.