Doogie White & La Paz: Shut Up and Rawk

Poco cambiará sus carreras este “Shut Up and Rawk”, pero si eres fan de Doogie White y eres de los pocos capaces de seguirle su impredicible trayectoria, vale la pena. Posiblemente sea el mejor de los tres discos que ha sacado La Paz desde su retorno.

Por mucho que uno sea fan de Doogie White es imposible seguirle la pista. Estaba en Tank y ya no está porque se unió a Michael Schenker, pero cuando tocaron en el Rock Fest estaba Gary Barden y no Doogie. De hecho actualmente ya no tengo ni idea en cuantos proyectos debe andar metido, pero una cosa está clara, empezó su carrera con los escoceses La Paz, y desde que volvieron en 2009, ese sitio es inamovible. Periódicamente White y el guitarrista Chic McSherry entregan disco bajo los auspicios de la emergente discográfica polaca Metal Mind. Tras “Granite” y “The Dark and the Light” el combo sigue apostando por su hard rock de corte tradicional, y puede que esta vez eleve el listón respecto a sus dos anteriores entregas y a su disco en solitario de 2011: “As Yet Untitled”.

Considero que Doogie canta mejor en disco que en directo, pero posee una voz muy reconocible y auténtica. Los juegos se inician con “Light the Fire”, un magnífico entorchado que es de lo mejor que han grabado en toda su carrera. Ritmo de locomotora sin frenos con una línea vocal preciosa y una guitarra constante que dibuja unos fraseos que le dan mucha fuerza al corte. Los teclados esta vez son más protagonistas y en “Heart of Stone” hay bastantes dejes a Dio, incluso en las letras. A pesar del sonido Hammond la producción deja que el guitarras, bajo y baterías suenen más crudas y protagonistas. Sorprende el inicio a lo Nightwish de “No Place in Heaven” que será posteriormente desarrollado en la breve instrumental “The Revenge of El Guapo” (el título es real…). Teclados de la escuela Uriah Heep y otro buen corte original y con grandes arreglos. “A Certain Song” es un medio tiempo con clase pero poco más, pecando de ser algo estándar pero disfrutando de un teclado original y presente.

En “Retribution Blues” los ecos Zeppelin campan a lo largo y ancho del tema. Versatilidad vocal y mucho feeling sin caer en la copia obvia. “Daughter of Time” tira de elementos místicos y atmosféricos bien apoyados en el teclado de Andy Mason y el solo arabesco de Chic McSherry. Gran inicio guitarrero en “The Prize”, siendo una de las canciones más conseguidas del presente álbum. Hard rock con galones y pegada en el que juegan con maestría con las melodías. “Miss Dynamite” posee un toque más macarra y sleazy que se agradece. Gran inicio con harmónica, groove festivo que sorprende y refresca y un trabajo final de coros brillante. Y es que “Faith Hope and Love” y “Throw Me to the Wolves” no pasan del correcto y poco aportan a la calidad general del disco yendo a piloto automático. Nos despiden con aires de power ballad en la inspirada “Book of Shadows”, con un gran Paul McManus (Gun) en la batería y otro teclado de Andy Mason a lo Dio. De largo uno de los mejores temas del disco.

La portada del disco está entre lo original y lo horrendo, pero no le resta puntos a un disco que cumple elevando el listón de esta segunda etapa de La Paz. El que fuera vocalista de Cornerstone y Rainbow sigue su errática carrera pero mantiene los dos pies firmes en La Paz. Dudo que esta agrupación pueda llegar a tocar en nuestras tierras aunque poseen calidad y los nombres de McSherry, y sobretodo Doogie, son imprescindibles dentro del hard rock de las tierras británicas. Poco cambiará sus carreras este “Shut Up and Rawk”, pero si eres fan de Doogie White y eres de los pocos capaces de seguirle su impredicible trayectoria, vale la pena. Posiblemente sea el mejor de los tres discos que ha sacado La Paz desde su retorno.