Exodus: Shovel Headed Kill Machine

Tras la expulsión de Steve “Zetro” Souza, la baja forzada del batería Tom Hunting
por temas relativos a su salud y la escapada furtiva del cachondo Rick Hunolt,
3 miembros clave en el line-up clásico de EXODUS, muchos ya daban por muertos
a los recientemente renacidos EXODUS anunciando su prematura defunción. Sin
embargo, Gary Holt, ha reformado al grupo y junto al bajista Jack Gibson, quién
lleva ya unos añitos en el grupo, ha sabido sacar a flote a esta clásica institución
de Thrash Metal de la no menos famosa Bay Area de San Francisco. Para ello,
el señor Holt ha reclutado a un nuevo y desconocido vocalista, Rob Dukes, con
un timbre de voz a que por momentos podrá recordarte al de Paul Baloff como
al de Steve “Zetro” Souza, uno de los mejores baterías del mundo, Paul Bostaph,
cuyo curriculum habla por sí solo (SLAYER, FORBIDDEN, TESTAMENT) y un guitarrista
suficientemente curtido en esto de tocar Thrash Metal de nombre Lee Altus (HEATHEN,
DIE KRUPPS, ANGEL WITCH…), algo que da a entender que su principal banda hasta
el momento, HEATHEN, pasa a formar parte de la historia de nuevo.

Tras pasarse gran parte de la década de los 90 en paradero desconocido, siempre
rodeados por la incertidumbre de su presencia e importancia dentro de una escena
que les olvidó de forma casi tan fugaz a como los encumbró, EXODUS reaparecieron
a principios del año pasado con un auténtico cañonazo de nombre “Tempo of the
Damned”, disco que contentó a casi todo el mundo, tanto viejos fans como críticos,
y que les dio a conocer entre la gente más joven que apenas habían oído hablar
de EXODUS por sus hermanos mayores o por haber leído alguna biografía de METALLICA
donde solía comentarse el papel que jugó Kirk Hammet en la creación del grupo
junto al batería Tom Hunting, allá por 1981 poco antes de incorporarse a la
banda de los señores Ulrich y Hetfield.

“Shovel Headed Kill Machine” sigue muy de cerca las pautas trazadas en su anterior
“Tempo of the Damned” evidenciando desde el primer momento que estamos ante
un disco de EXODUS, así pues, los más puristas pueden estar satisfechos, incluso
me atrevería a afirmar que la producción esta vez está más lograda que la de
“Tempo of the Damned”, un trabajo a mi modo de ver algo sobre-producido.

El nuevo trabajo de EXODUS se abre con “Raze”, tema con un riff que rápidamente
asociarás a muchos de los clásicos de la banda, directo, incisivo y con todos
los puntos claves que definen el sonido de EXODUS, por momentos puede que hasta
te recuerde a STRAPPING YOUNG LAD, demostrando que Gary Holt y compañía, han
sabido mezclar a la perfección su sonido más emblemático con las nuevas tendencias
ligadas al Thrash y el Death Metal. A pesar de ser un buen tema, el siguiente
“Deathamphetamine” es infinitamente superior; Más de 8 minutos de intensidad
musical que se inician con un ligero “plagio” al “Old” de MACHINE HEAD, algo
descarado. A continuación le sigue otro de esos riffs 100 % EXODUS a lo “Pleasures
of the Flesh”, que por momentos roza hasta el Death Metal y que en el tramo
medio del tema vuelve a aparecer de forma magistral. La velocidad de “Deathamphetamine”
es endiablada; No creo que hayas escuchado a EXODUS tocando de esta forma, ¡Y
es que Paul Bostaph es mucho Paul Bostaph!. “Kharma’s Messenger” se abre con
un riff más melódico de lo normal para acabar sonando a los EXODUS de toda la
vida. “Shudder to Think” es un tema algo más pausado, con un fantástico riff
a medio tiempo de credenciales claramente Thrash Metal, pues no todo es velocidad.
“I am Abomination” no me acabó de convencer tanto, se aleja bastante, sobretodo
por el tratamiento de las voces (¿MINISTRY? No… serán alucinaciones mías)
del sonido clásico de EXODUS decantándose más por el estilo de unos MESHUGGAH
por ejemplo. “Altered Boy” es un tema muy parecido a la anterior “I am Abomination”,
en tempo, en registros vocales y en estructura, dejando al descubierto de nuevo
el gusto exagerado por los medios tiempos, muy presentes en este disco, todo
sea dicho. “Going Going Gone” vuelve a dejar las cosas en su sitio y solo con
escuchar los compases iniciales del tema, alabarás de nuevo los nombres de Gary
Holt y Paul Bostaph; La maestría sobretodo de este último con el doble bombo
es pasmosa. “Now Thy Death Day Come” apuesta otra vez por la velocidad y los
riffs enfermizos marca de la casa que solo un tipo como Gary Holt sabe crear.
De nuevo, EXODUS recuperan sus formas de composición más clásicas, logrando
incluso que el voceras Rob Dukes haga algún que otro amago a los agudos gorrinillos
que Paul Baloff solía dejar caer de tanto en cuanto. “44 Magnum Opus” es seguramente
el tema más brutal de todo el disco rozando el Death Metal en muchos momentos
(Y con un regustillo a los últimos SLAYER bastante notable). Si EXODUS no han
logrado convencerte en esta su nueva andadura, prueba a escuchar una pieza como
ésta, es infalible. Cerrando el disco se encuentra el tema homónimo “Shovel
Headed Kill Machine”, igual de rápida, trepidante y aplastante que “44 Magnum
Opus”, aunque con un minutaje ligeramente inferior; Otro acierto.

¿Puntos negros de este “Shovel Headed Kill Machine”? (Que lógicamente los tiene
también): La voz de Rob Dukes. Posee a mi modo de ver un buen registro de voz,
pero no me han convencido la forma con la que ha compuesto las líneas de voz,
suenan muy monótonas, encima, para más inri (2º punto negro del disco), ¿Por
donde demonios paran los coros de los estribillos que toda la vida han caracterizado
a EXODUS?, ¿Fueron “The Toxik Waltz” o “Bonded by Blood” unas alucinaciones?

Me reafirmo en lo dicho, “Shovel Headed Kill Machine” colmará las expectativas
creadas en todos aquellos que se consideran a sí mismos fans de EXODUS, de eso
estense seguros. Lógicamente, han pasado algo menos de 20 años desde “Bonded
By Blood”, “Pleasures of the Flesh” o “Fabulous Disaster”, así pues, concedan
a la banda ese pequeño y sutil margen de innovación que les ayudará de bien
seguro a pegar fuerte entre el sector más joven, que de escuchar la producción
o los fallos de “Bonded By Blood”, pondría a la banda de la Bay Area en su particular
lista negra.