Firespawn: Shadow Realms

Posee un bagaje y un equipo 100% sueco aunque la fórmula musical aquí reivindicada poco o nada tiene que ver con ningún estilo asociado con Suecia durante el último cuarto de siglo. En su derecho estarían de hacer lo que les venga en real gana, pero ciertamente montar un proyecto para acabar haciendo lo mismo que UNLEASHED, NECROPHOBIC, ENTOMBED o DARK FUNERAL no tendría mucho sentido.

FIRESPAWN responde a la definición de supergrupo a las mil maravillas, reuniendo bajo un mismo manto a gente con un curriculum extenso y notable como L.G. Petrov a las voces (ENTOMBED, MORBID, NIHILIST…), Fredrik Folkare a la guitarra solista (NECROPHOBIC, UNLEASHED…), Victor Brandt a la guitarra rítmica (ENTOMBED, SATYRICON…), Matte Modin a la batería (DARK FUNERAL, DEFLEASHED…) y Alex Friberg al bajo (NECROPHOBIC, NAGLFAR…). Visto así, todo parece indicar que estamos ante una apuesta ganadora y si bien la cosa no pinta mal en ningún momento, tampoco da como para tirar cohetes.

FIRESPAWN posee un bagaje y un equipo 100% sueco aunque la fórmula musical aquí reivindicada poco o nada tiene que ver con ningún estilo asociado con Suecia durante el último cuarto de siglo. En su derecho estarían de hacer lo que les venga en real gana, pero ciertamente montar un proyecto para acabar haciendo lo mismo que UNLEASHED, NECROPHOBIC, ENTOMBED o DARK FUNERAL no tendría mucho sentido, las cosas como son. En su lugar, “Shadow Realms” apunta en una dirección más americana y brutal, aquella que patrocinan bandas como los MORBID ANGEL (de finales de los 90 por ejemplo), los MALEVOLENT CREATION más actuales o la escuela polaca capitaneada por BEHEMOTH o VADER quienes siempre desprendieron (y sobre todo más recientemente) ese tufillo más americano que europeo en su sonido, asentado sobre brutalidad, blast beats por momentos excesivos, enrevesados riffs técnicos y un tipo de producción para mi gusto demasiado nítida y sintética que en mi opinión es el punto más flojo de este trabajo. Es innegable que obtener esta claridad sonora ayuda a percibir todos los matices habidos y por haber en un trabajo de esta índole, pero por otro lado mata por completo la atmósfera y crudeza que siempre se le ha presupuesto al Death Metal, o por lo menos tal y como yo lo concibo. En cualquier caso, es una cuestión de gusto personal; para los standards de hoy en día seguramente FIRESPAWN hagan lo que se espera de ellos en ese sentido.

Lo primero que sorprende es el cambio de registro del señor Petrov, muy alejado del timbre que utiliza en ENTOMBED, quien apuesta por una voz mucho más gutural hasta el punto de que cuesta casi reconocerle. Por desgracia, si bien su voz está a la altura de las circunstancias, las líneas vocales que ha compuesto para este disco dejan mucho que desear siendo de lo más lineales y sosas que uno se puede echar a la cara. Tampoco ayuda tirar de un único registro sin variación alguna, la verdad. Sin embargo, en el apartado instrumental, sobre todo en las guitarras, es donde FIRESPAWN encuentra su gran baza, ya no tanto por los riffs muchos de los cuales son bastante normalitos sino especialmente en el apartado solista, donde Fredik Folkare se pega un festín de solos realmente excelente, mostrando lo buen guitarrista que es. La base rítmica, así mismo, cumple con su cometido, sin más.

“Shadow Realms” parece por fuera mucho más de lo que realmente es y me sabe mal decirlo pues admiro y respeto a todas las bandas madre que han aportado miembros a este proyecto. FIRESPAWN no está mal y se deja escuchar, pero no pasa de producto standard en todos los sentidos a años luz de la grandeza que destilan los clásicos del género. Para pasar un buen rato funciona, pero poco más.