Revolting Cocks: Sex-O Olimpic-O

Estos “pichas bravas” llevan dando guerra desde 1985 con el disco “Big Sexy Land” y empezaron como puro divertimento para músicos tan reputados como Al Jougensen (Ministry) , Luk Van Acker, Trant Reznor, Jello Biafra o Chris Connelly. Son muchos los que han pasado por esta fiesta industrial en el que se dedican a tocar todos los palos con bases industriales de fondo.

Quizá su mayor gancho es que don Jougensen continúe con ellos después de abandonar sus Ministry, banda de la que tienen como fuente principal de inspiración. Actualmente mantienen un line-up estable y continúan con la fiesta por bandera.

The Prodigy, Rammstein, White Zombie, Sisters of Mercy o incluso tecno a lo electrodark, todo tiene cabida en estas 11 canciones que van de lo disparatado a lo contundente y serio. En su estilo son una banda ya clásica y se nota por la gran calidad de sus trabajos. Se alejan mucho de los Ministry más actuales (muy contundentes y speedicos) y suenan melódicos e incluso accesiblemente discotequeros.

“Touch Screen” es muy a lo Sisters of Mercy y le sigue a la par “Robo Bandidos”, especialmente en la base, pero la han rematado con una retahíla de frases mejicanas sin aparente sentido. Puede que sea el mejor tema de todos pero para muchos quizá lo desgracie la sarta de frases absurdas. Un poco a lo “Te quiero puta”.

Siguiendo la estela Rammsteiniana hay la inicial “Hookerbook 3000”, absolutamente inspirada en los alemanes más un estribillo 100% Ministry. “I»m Not Gay” es absolutamente disco, con subidones y más cercana a lo que se estila en el Space ibicenco que a cualquiera de las bandas citadas hasta ahora.

“Keys to the City” es uno de los mejores temas y tiene un deje muy a lo Blind Passengers (a saber dónde ha ido a parar esta banda) e incluso el estribillo es muy Marilyn Manson. “Lude Ferigno” es mucho más experimental, muy espacial, a medio tiempo pero sampleada, y con un cambio de tiempo al final que vuelve a transitar en los terrenos propios de Al Jourgensen. Podemos destacar la gran portada, deudora de White Zombie y de las películas antiguas de época. Muy a lo Russ Meyers.

Buen humor, rollo industrial de calidad pero que necesita de mientes abiertas o de gustos discotequeros en momentos puntuales. Dudo que haya fans de Maiden, Slayer o Gamma Ray que gusten del estilo. Especialmente recomendado para fans del grupo o para completistas del legado Jourgensen. Esperemos que este hombre recapacite y vuelva a darle vida a su banda de toda la vida.