Vamps: Sex Blood and Rock N’ Roll

El material es entretenido y sumamente variado pero también hay una apuesta por esos temas de rock adolescente incluso acercándose a Green Day. Pero la originalidad es un grado y dentro de su coctelera el aburrimiento está vetado. ¡Hay que escucharlos!

A pesar de que The Vamps están llegando a unas cotas de mercado muy elevadas en el País del Sol Naciente no son ni X-Japan, ni Loudness ni siquiera Ezo. Bueno, quizá en el caso de estos últimos lleguen a superar sus cotas de popularidad, pero dudo que lleguen a la internalización de estas bandas de culto… sobretodo los primeros. Curiosamente en espacio de seis meses tanto yo como Sergi Ramos hemos desembarcado en el país Nipón y os aseguramos que es entrar en otro mundo. Poseen su propia escena que es otro mundo y poco a poco nos llega eso de JPOP y KPOP, uno de Japón y otro de Korea. Los Vamps es un dueto formado por Hyde y KAZ, y juegan con muchísimos estilos y tecnología diversa para llegar a un abanico de público lo más grande posible.

Ritmos industriales, efectos varios, voces susurrantes, atmósferas góticas y demás van dando forma a un estilo personal y curioso. Sí, hay un toque de exotismo, pero reconocible y comercial. Nada que ver con sus compatriotas Dir En Grey. Cortes como “Devil Side” o “Redrum” nos ponen en situación. Mucho protagonismo de guitarras y unos dejes góticos notables. Su voz es personalísima pero la composición es de verso, puente, estribillo. No hay esos habituales ejercicios esquizoides a los que nos acostuman las bandas de metal de esas latitudes. Curiosa está la versión de David Bowie “Life on Mars?”. Es un tema ya perfecto al que le dan cierta personalidad, sin necesidad de dinamitar las bases que la cimientan. Muy atractiva resulta la hímnica “Revolution II”, un single en potencia con unos apoyos industriales totalmente inspirados por Rob Zombie. Cambio de tercio para es bomba melódica titulada “The Past”. Corte muy logrado y sencillo pero que consigue enganchar por la línea vocal y el apoyo de samplers.

“Angel Trip” es otro botón de muestra de lo bien que juega esta gente con los estribillos. Cercanos al pop y al hard, con solos funcionales pero ideales y mucho trabajo de coros. “Sweet Dreams” es una balada comercialoide con piano y ritmos jazz de batería. Se acerca más a esas composiciones algo más raras pero sigue manteniendo la dosis de comercialidad que podemos esperar de este combo. No le hacen ascos a rock-hardcore de moda y a los gustos adolescentes. Prueba fehaciente de ello es “Vampire Depression”. Estribillo agónico y muchos decibelios, pero comercialidad pura y dura. Vuelven a los terrenos baladeros en “My First Last”. Curiosamente aquí sí que me han llegado a recordar un poco a los temas más inspirados de “X-Japan de la etapa 90’s. Hay que aplaudirles los cambios radicales de estilo de tema a tema. “Hunting II” es otro mundo. Estructura caótica rockera con efectos y scratches varios que sirve de enlace para “Sex Blood Rock N’ Roll”. Uno de los mejores cortes del disco siguiendo la línea caótica y destructora de su intro.

Podemos entender que esta banda esté arrasando en el país nipón, pero queda claro con este disco que son más que exportables más allá de las fronteras asiáticas. Mucho gancho y temas que pueden funcionar. Gran variedad, mucha inmediatez y madera de cazasingles. Este dueto sabe bien a lo que juegan y dejan claros sus objetivos. Hay ese toque nipón 100% y tampoco lo ocultan pero también mucha gente puede notar en exceso que vayan a lo fácil. El material es entretenido y sumamente variado pero también hay una apuesta por esos temas de rock adolescente incluso acercándose a Green Day. Pero la originalidad es un grado y dentro de su coctelera el aburrimiento está vetado. ¡Hay que escucharlos!