Gran retorno de Diamond Dogs. Un grupo festivo que disfruta con lo que hace y que transmite como poco. Si realmente esta gente quiere desestresarse y sacar la ven rock and roll más pura y desinhibida es algo que consiguen con creces

Qué grandes son los Diamond Dogs suecos y que lástima que apenas gocen del reconocimiento que merecen. Sulo sigue al frente de este intermitente combo que va cambiando de formación cada X tiempo y que cuenta con auténticos musicazos de la escena sueca, que cuando pueden, se reúnen para brindarnos maravillas como este “Set Fire to It All”. Puede que sus mejores discos estén en la pasada década y que el último “It’s Most Likely” fuera demasiado lento para muchos. Hasta cuatro años hemos tenido que esperar para que volvieran con material fresco, pero ha valido la pena.

El inicio del compacto es realmente impecable. No hay sino que aplaudir ante “In the Sunny Side Again”, auténtico rock and roll de la escuela Faces y The Quireboys. Un puro divertimento con piano de fondo y una línea vocal exquisita. Es pura felicidad y buen rollo con ese punto macarra. El corte que da título al disco suena a clásico de pequeña sala humeante. Pura actitud. El momento álgido sigue en la beatleniana “Mama Let the Mad Dog Run”, con mandolina y unos coros a lo Cheap Trick. Otra maravilla que conecta con su pausado disco anterior y que añade ese saxo que tanto color da. La otra excelente es “Sweethearts for Christmas”, otro himno puramente rockandrollero, con ese groove característico y otra vez brillando con el saxo de Magic Gunnarson. Puede que el resto del material no brille tanto, pero no hay bajones considerables ni temas de relleno.

Imposible no seguir con los pies el ritmo de la contoneante y rasgada “Scars and Emblems”, cantada esta vez por The Duke of Honk. Son unos maestros de la melodía y a pesar de transitar terrenos ya trillados consiguen sorprender y sobretodo, dibujarte una sonrisa optimista. “Lay Me Down on Solid Ground” es el mejor ejemplo de ello. “Ball of Lightning” es la balada del disco, con un bello punteado de acústicas gentileza de Fredrik Fagerlund. La otra es “Nothing Can’t Change this Town”, absolutamente 50. Parece un estándar a lo Robert Gordon. Su rock puro y básico a veces llega a recordarme a esa desaparecida banda rockera escandinava que tan buenas cosas apuntó en los 90 y que se quedó en el camino: Hellride. “Burn On  Down” apunta a Fats Domino y compañía, y lo hace con maestría. Completan manteniendo el tipo con “In Each and Every Ballroom”.

Gran retorno de Diamond Dogs. Un grupo festivo que  disfruta con lo que hace y que transmite como poco. Si realmente esta gente quiere desestresarse y sacar la ven rock and roll más pura y desinhibida es algo que consiguen con creces. Puede que muchos se queden con esos primeros cuatro discos de los 2000, pero estoy seguro que es imposible que ningún fan quede defraudado. Lo más importante es la onda positiva que transmiten y contagian. Vinieron de gira y nos lo perdimos, así que a esperar a que vuelva esta gente. Creo que juntamente con los Quireboys son las bandas más en forma de esta onda rockera. Si todavía no les conocéis este disco es ideal para introduciros. Y ya aviso, enganchan muchísimo.

Grupo:Diamond Dogs

Discográfica:Legal Records

Puntuación:9

Canciones:

  1. On The Sunny Side Again
  2. Set Fire To It All
  3. Mama Let The Mad Dog Run
  4. Scars And Emblems
  5. Lay Me Down On Solid Ground
  6. Bad But Not Ruined
  7. Ball Of Lightning
  8. The Inner Jukebox Blues
  9. Sweethearts For Christmas
  10. Burn One Down
  11. Nothing Can Change This Love
  12. Stand By The Rhythm

Año:2012-07-01

Votación de los lectores:5