Bring Me The Horizon: Sempiternal

Hay discos con los que no es complicado sacarles todo su jugo con unas pocas escuchas. Incluso hay casos que sabes que con cuatro o cinco sabes que, aunque no te enamore de primeras, vas a tener sorpresas con cada vez que te lo pongas de nuevo; de esos que gana con el tiempo. Normalmente los primeros son de simple acceso, pero son los segundos los que más se disfrutan a la larga. ¿Por qué suelto ese tostón? Pues porque no sabía en qué caso concreto estaba ‘Sempiternal’.

Lo nuevo de BRING ME THE HORIZON venía precedido de dos temas de adelanto muy directos, en su línea más cruda, aunque igualmente se apreciaba el gusto que han ido cogiendo por la melodía. ‘Shadow Moses’ era uno de ellos, el single perfecto. Inicio atmosférico para dar pasos a riffs cortantes, estribillos melódicos (y dobles, ideales para los directos), cambios de ritmo, letra pesimista y melancólica con un “THIS IS SEMPITERNAL” que nos dejaba claro el título del álbum… todo pensado, y muy bien pensado. Además, le acompañaba un vídeo de esos que llaman la atención por su vistosidad (y lo mareante que eran sus planos). Entre medias del estreno de la canción, Jona Weinhofen de manera no muy amistosa, alegando diferencias y tensiones con miembros cuyos nombres no iba a revelar. Es por eso que en el vídeo aparecen con un solo guitarra y con la incorporación de Jordan Fish, que además de haberse sumado a la banda en el proceso de composición y grabación del álbum, ahora forma parte de BMTH a tiempo completo; no es de extrañar, porque es el trabajo en el que más arreglos electrónicos han metido.

Esos arreglos no se vislumbraban en ‘Anti-Vist’, el segundo adelanto. Se podría decir que es el ‘Fuck’ de este disco: rápida, directa, corta, afilada… y claro, con fucks de por medio. Con esos dos temas era lógico esperar algo parecido a ellos, pero no ha sido del todo así. La electrónica de adueña de ellos en el inicio con ‘Can You Feel My Heart’, efectos de todo tipo, y un inicio épico; sí, tal como suena. Y eso es sólo el inicio, porque a lo largo de todo el álbum encontramos tanto claras referencias que seguramente les hayan influenciado, como guiños a canciones propias pasadas. Se me olvidaba comentar que el productor es ni más ni menos que Terry Date. No necesita presentación, pero sólo ver su nombre ya da una idea de la magnitud del sonido que tiene ‘Sempiternal’.

Tras el comienzo calificado como épico no viene mal un poco de caña, que la aporta ‘The House Of Wolves’, recordando al disco anterior, y dejando samplers de fondo en segundo plano. Esa fórmula les sale mejor cerca del final del álbum, con ‘Crooked Young’, que recuerda bastante a ‘It Never Ends’. Más potentes, densos y pesados han quedado ‘Empire (Let Them Sing)’ (otra que tiene pinta de que no faltará en directo) y ‘Sleepwalking’, donde alternan ese lado con uno claramente melódico, igual que en una pegadiza ‘Go To Hell, For Heavens Sake’, de los mejores cortes que nos traen esta vez; su último minuto, emotivo y espectacular (¿otro momentazo para sus conciertos?).

Entre medias de los adelantos mencionados en párrafos anteriores, es donde nos encontramos al grupo más distintos con respecto a discos pasados. En ‘And The Snakes Start To Sing’ y ‘Seen It All Before’ suenan a una mezcla entre el lado atmosférico de DEFTONES y 30 SECONDS TO MARS antes de que se echaran a perder; y el solo del primero de ellos bien podría recordar al mismo The Edge de U2. ¿Madurez? ¿Apertura de mente? No sé cómo se lo toman sus fans más jóvenes, el caso es que ambas tienen algo atrayente. Jordan Fish vuelve a cobrar protagonismo para el cierre con ‘Hospital For Souls’, de nuevo tirando de épica en muchos tramos. BRING ME THE HORIZON han buscado equilibrarse y no ir a cuchillo todo el rato. Entre otras cosas, porque dudo que Oli Sykes pudiera aguantar ese registro desgarrado noche tras noche en directo. Dudo que vaya a agradar a todos sus seguidores, pero es lo que hay, y ahí queda el riesgo que han tomado. Son tiempo de cambios en la banda, ya sea rumbo musical, productor, discográfica, de formación… Personalmente, me da que la jugada es ganadora. Ahora, a esperar que vengan por aquí de nuevo. Y si puede ser en una gira con grupos más acordes a su estilo, mucho mejor.