Annihilator: Schizo Deluxe

Desde que ANNIHILATOR retomaran su sonido más agresivo y clásico allá por
el 99 con aquel, por entonces inesperado, “Criteria for a Black Widow”, la
carrera de Jeff Waters y cia se perfila ascendente en todos los sentidos, eso
sí, con algún que otro altibajo. Y es que editar 5 Lp’s de estudio en 6 años
no está al ancance de cualquiera. El mencionado “Criteria for a Black Widow” recuperó a
ANNIHILATOR del anonimato tras un desastroso “Remains”, disco que nunca debería
haber visto la luz. (Por suerte ahora ya no es más que un “recuerdo”). Cuando
todo parecía ir viento en popa en el seno de la banda, Randy Rampage es despedido
fulminantemente provocando que muchos anunciáramos de nuevo la defunción de
ANNIHILATOR, sin embargo el señor Waters, que de sustituir a vocalistas ya
sabe lo suyo, no tardó mucho en hacerse con los servicios de Joe Comeau, por
entonces guitarrista de OVERKILL a quién conoció en el tour europeo que ambas
bandas realizaron a finales de la década pasada (cuya parada por estos lares
resultó ser uno de los mejores eventos a los que un servidor a tenido ocasión
de acudir en todos estos años). “Carnival Diablos”, la puesta de largo de la
nueva formación de ANNIHILATOR con Joe Comeau al frente se convirtió instantaneamente
en un clásico dejando el listón, en mi opinión, tan alto que ninguno de sus
posteriores sucesores ha podido siquiera igualar, y mucho menos superar. Como
la gran mayoría de matrimonios, la unión Waters / Comeau fue fructífera pero
efímera y Joe abandonó tras plasmar sus cuerdas vocales en el directo “Double
Live Annihilation”, perteneciente a la gira mundial de presentación de “Waking
the Fury”, segundo y último disco que el orondo de Joe grabaría con ANNIHILATOR.
Llegados al 2004, los canadienses firman con Afm y Waters se hace con un nuevo
vocalista, David Padden, un joven canadiense del que nunca nadie había oido
hablar. Una vez más, Jeff Waters contrata a un vocalista que nunca antes, o
casi nunca, había ejercido como tal. Basta con echar un vistazo atrás para
darse cuenta de que Randy Rampage, antes de berrear en “Alice in Hell”, solía
dárselas de bajista. De la misma forma, Aaron Randall solía ejercer como guitarrista,
al igual que el propio Jeff Waters quién también hizo sus pinitos como vocalista
en ANNIHILATOR (“Refresh the Demon”, “Remains”, “King of the Kill”). Joe Comeau
(quién había cambiado el micrófono por la guitarra en la última década desde
su abandono en los míticos LIEGE LORD) hizo lo pertinente y finalmente, el
más reciente David Padden, posee el mismo bagaje como vocalista que prácticamente
todos sus predecesores, es decir; Ninguno. ¿Porqué tiende a hacer siempre esto
Jeff Waters? Pues sinceramente, no tengo ni la más remota idea, pero no se
puede decir que le haya ido mal hasta ahora. “All for you”, primer trabajo
de ANNIHILATOR con Padden al frente, dividió a sus fans; Muchos lo encumbraron
como su mejor trabajo en años mientras que otros preferimos mostrarnos algo
más escépticos a la espera de que Padden se asentase mejor en la banda y mostrase
realmente todo su potencial (o al menos, el potencial que Jeff Waters asegura
que tiene). Particularmente, no me sentí demasiado satisfecho con ese trabajo,
sin embargo este nuevo “Schizo Deluxe” ha superado todas las expectativas que
al menos yo tenía vertidas sobre el nuevo trabajo de ANNIHILATOR. Sin temor
a equivocarme, me atrevería a aventurar que este trabajo es de lo mejor que
ha publicado la banda de Jeff Waters, a excepción de “Carnival Diablos”, desde
que se editasen sus 3 primeros y clásicos trabajos hace ya unos 3 lustros.
La producción una vez más, ha corrido a cargo de Jeff Waters y ciertamente,
se nota, solo él sabe como lograr que un puñado de temas de Speed Metal bastante
bien hechos suenen de esa forma y desprendan ese regustillo tan particular
que rápidamente asocias a ANNIHILATOR. David Padden lo borda mostrando un repertorio
de registros mucho más amplio que el de cualquiera de los anteriores vocalistas
de la banda, destacando sobretodo el melódico y el que a mí personalmente más
me ha sorprendido; El rasgado, agresivo, semigutural. Tony Chappelle, el batería
de sesión contratado para la ocasión (y que no girará con el grupo), realiza
una labor encomiable tanto en términos de técnica como de velocidad. Finalmente, ¿Qué cabe
decir de Jeff Waters? Si es considerado por muchos como uno de los mejores
y más originales guitarristas de Metal que existen actualmente sobre la faz
de la tierra será por algo. Sus solos parecen de otro planeta mientras que
sus labores rítmicas están a años luz de lo que se suele ver por ahí. Lógicamente “Schizo
Deluxe” no iba a ser una excepción así que prepárate para escuchar un repertorio
de locura “marca de la casa” en la más pura tradición J. Waters.

Lo nuevo de ANNIHILATOR se abre de una forma un tanto inusual. Si en el pasado
casi todos los discos de los canadienses solían empezar con un cañonazo de
puro Speed Metal (“Refresh the Demon”, “Bloodbath”, “Denied” o “Ultra Motion” por
ejemplo), en esta ocasión ANNIHILATOR han apostado por tirar del típico Groove
pesado y aplastante que te recordará enormemente al de los temas “Set the World
on Fire” o “The Box” por ejemplo. “Maximum Satan”, a pesar de sus nulas aceleraciones,
es probablemente el tema más corrosivo de todo este trabajo. Dejando de lado
su interludio semi acústico, dicha canción desprende una mala leche considerable. “Drive”,
nunca mejor dicho, te conducirá a la locura, ¿Recuerdas los riffs de “Ultra
Motion”, “No Zone” o “King of the Kill”? Mezcla ambos y obtendrás lo que conforma
esta segunda pieza de “Schizo Deluxe”; Estribillo vicioso, velocidad descontrolada
y avalancha de riffs a cada cual más rompedor. “Warbird” nos devuelve a los
ANNIHILATOR más literalmente heavies y poderosos, con un David Padden soberbio
capaz de alcanzar unos registros guturales cercanos al Death Metal. “Plasma
Zombies” resulta algo más acelerado e igual de agresivo pudiendo haber sido
editado tranquilamente en “Alice in Hell” pues posee una estructura muy similar
a los temas en aquel disco presentes. “Invite It” es una de esas piezas enfermizas
que casi todos los discos de ANNIHILATOR suelen contener a lo “Brain Dance”, “Hunter
Killer” o “Ultraparanoia”. Su estribilla resulta escabroso e indescriptible
mostrando el lado de Jeff Waters más original e imprevisible. Por lo general, “Invite
It” desprende Speed Metal y melodía a raudales. “Like Father Like Gun” es la
pieza de todo el disco más cargada de Groove rozando por momentos el Stoner
más metalizado; Curiosa y pegadiza. “Pride” nos trae de nuevo a los ANNIHILATOR
más rápidos y devastadores, con los clásicos riffs Waters 100 % a la velocidad
de la luz. “Too Far Gone” parece extraída de la era en la que Jeff se encargó de
las voces, aquel período igual de fructífero que su antecesor, aunque algo
menos popular; Velocidad, melodía y accesibilidad se funden creando una muy
buena pieza. “Clare” es una extraña y oscura composición que no me acaba de
convencer, en mi opinión, probablmente sea el tema más prescindible de todo
este “Schizo Deluxe”, junto con la siguiente y última “Something Witchy”, canción
aborrecible salvo en su estribillo, realmente pegadizo y en su tramo final;
La clásica broma / locura que ANNIHILATOR suelen colar en casi todas sus obras.

En esta ocasión no ha habido ni tema tributo a AC/DC ni balada alguna, ¡Lástima!,
a pesar de lo que los fans de ANNIHILATOR suelen opinar de estas 2 “costumbres”,
un servidor se muestra enormemente satisfecho de los resultados obtenidos en
ambas categorías por lo que habría visto con buenos ojos la inclusión de nuevas
composiciones de este tipo de “Schizo Deluxe”.

Si te consideras fan de la banda olvida sus últimos trabajos más experimentales
donde no parecía muy claro hacia donde iban a ir los tiros; “Schizo Deluxe” te
mostrará el camino que seguramente se perfila como el definitivo para una banda
que ha dado demasiadas vueltas de tuerca y ha arriesgado demasiado su sonido.
Si finalmente esta va a ser la senda a seguir por ANNIHILATOR en venideras
entregas, pueden llegar mucho más lejos de lo que nunca han llegado pues potencial
y renombre lo tienen en cantidades más que abundantes. Solo el tiempo dirá.