Uzzhuaia: Santos y Diablos

“No defraudan, siguen siendo una apuesta segura y mantienen el nivel de su discografía… si es que no lo van mejorando”. Una frase tan típica que quizá eche para atrás a algunos, pero que con UZZHUAÏA se cumple. Lo llevan haciendo a lo largo de sus más de diez años de carrera, y me da que lo van a seguir haciendo en la siguiente década. Para esta ocasión optaron por una de las realidades más presentes de la ¿industria? musical: el crowdfunding. En el número 7 de la revista Revolver reflexionaba sobre esa manera de financiar tu trabajo (sea un disco u otro tipo de arte). Tampoco es plan de extenderme más de la cuenta en esta reseña, pero lo reduciré a un pensamiento: es tan simple como conocer los límites, aspiraciones y nivel (popular) que tienes, y en base a eso marcar un tope. No pueden tener el mismo una banda como UZZHUAÏA que otra que va a editar su debut o su segundo disco. En el caso de los valencianos, el objetivo era llegar a los 8.000 euros: consiguieron algo más del doble. Eso para quién diga que ya no se venden discos. Al fin y al cabo es un pre-order modernizado: el grupo ofrece recompensas (llámese discos, camisetas, entradas de conciertos, extras varios…) acordes al precio que piden por ellas… y además, con ese baremo consiguen saber si realmente la gente está dispuesta a dejarse dinero en ellos.

Como digo en la frase que encabeza este texto, ellos no defraudan, son una inversión segura. A cambio, dos meses antes de la salida del álbum, nos ofrecieron el primer tema de adelanto que además lo daba título. ‘Santos y Diablos’ tenía todas las señas de identidad de la formación, con la sombra de Slash en la parte guitarrera (con un tempo medio, pero muy pegadizo) y con una letra de Pau, de nuevo, sobresaliente. Dos semanas después harían lo propio con ‘Una Historia Que Contar’, que además se encarga de abrir el disco. Mucho más cañera (con una línea de bajo de Álvaro que nos mete de lleno en esa historia por contar), igual de rockera y con un ritmo que te contagia su buen rollo. En esa línea rápida encontramos cortes como ‘Latidos’ (muy al estilo ‘Durango’), la enérgica ‘A Un Millón de Años Luz’ o ‘El Solitario’, que por su letra bien podría ser la segunda parte del personaje de ‘Destino Perdición’. Vuelvo a incidir en el aspecto de las letras, y es que, por si había alguna duda, Pau se consolida como uno de los mejores letristas de rock que tenemos por aquí. Bueno, él en ese aspecto, y el grupo por extensión, a ver si de una vez lo ve más gente.

Abundan los medios tiempos, ya que son maestros en facturarlos de gran calidad, de esos que se te quedan grabados en la mente tras la primera escucha. En ese saco podemos incluir ‘El Resplandor’, ‘Cicatriz’ y ‘1975’. En una onda parecida, pero más rockera e intensa, está ‘Fugitivos’, donde de nuevo se aprecia la influencia del mítico (ex)guitarra de GUNS N’ ROSES en Isra y Álex. No podían dejar de incluir una balada, ‘En Ciernes’, que con su primera mitad acústica pone los pelos de punta… y no se queda atrás su “otra mitad”, ya con distorsión de por medio. Pero por encima de todas, quiero destacar dos de sus nuevas composiciones. En ‘Directo al Mar’ reviven su vena stoner de sus inicios, y para qué engañarnos, el paso del tiempo ha hecho que lo hagan mucho mejor ahora que en sus dos primeras obras. Está llamada a ser uno de sus himnos en los próximos años. Por otro, ‘Bailarás en el Infierno’, en cuya intro es imposible no pensar en BLACK SABBATH, dejando a la visa su lado más oscuro.

No voy a ocultar que siguen siendo una debilidad personal, pero es algo totalmente justificado. En el pasado acostumbraban a hacer la comparación con que son algo parecido a THE CULT a la española, pero creo que cualquier comparación estando UZZHUAÏA  de por medio ya sobra. Es más, de aquí a unos años, cualquier grupo de hard rock que intente asomar la cabeza en nuestro país (y no venga alguien a aplastársela), estoy convencido de que se les comparara con ellos… si es que no son la mayor influencia en esa banda (aún por aparecer). Siguen siendo únicos, y ojalá este trabajo haga que en su carrera de fondo tengan un merecido sprint que les haga subir a un status que cada día merecen más.