Alhandal: Rotta

A finales del pasado año, tuve la oportunidad y el placer de ser invitado a la presentación de “Rotta” en el teatro municipal de Mijas, tierra que vio nacer a ALHANDAL. Partiendo de la base que los allí presentes no conocíamos este nuevo material, bajo una gran puesta de escena, la espontaneidad que te ofrece el directo fue suficiente para dejarnos claro que este disco sería el más trascendente de la historia de la banda. Así de simple. ALHANDAL abrieron la caja de Pandora tras un tiempo de espera después de “Raíces”, y no fueron pocos los que se quedaron patidifusos ante las descargas que nos regalaron aquella inolvidable noche. Porque aquello era un show de música rock, sí, de calidad de alto octanaje, pero era algo más. Era magia.

Una vez escuchado (y disfrutado) en profundidad de este viaje conceptual que es “Rotta”, la sensación de magia sigue ahí. Culpa de ello lo tiene la seducción del concepto visual de Fernando Nanderas, el hechizo del concepto narrativo de Miguel Ángel de la Linde, y el ilusionismo del concepto musical de Jon Zagalaz. Estos tres ingredientes principales forman una pócima mágica y explosiva ejecutada a la perfección por todos los miembros de ALHANDAL. La peculiar y atractiva voz de Yiyi, las imaginativas guitarras de Fran Benítez y Jon Zagalaz, esa poderosa base rítmica formada por Francisco Nieto al bajo y Carlos Nuñéz a la batería y los teclados de Hugo Martín (enormes los arreglos en todo el redondo), forman un equipo compacto y sin fisuras para hilvanar estas canciones que hacen de “Rotta” una obra maestra.

Esta imaginación musical y conceptual en un trabajo doble da mucho de sí. Los que ya conocíamos a la banda bajo el nombre de TYR, y nos quedamos fascinados con su viraje musical en “Hipokrisia” hacia senderos progresivos, nos alegramos que retomen esa faceta a lo largo y ancho de “Rotta”. Todo ello sin perder los elementos del rock andaluz que ya dejaron plasmados en “Raíces”, su debut bajo el nombre de ALHANDAL. Pero en este nuevo trabajo hay más, mucho más.

Se nota que cada segundo de este disco ha estado tratado con mimo y esmero. Las intros “Cefiro”, “Lettera I” –  en la que Yiyi comienza a mostrar sus bondades vocales y su enorme estado de gracia – y “Memorandum”, donde la instrumentación de la banda nos avisa de lo que nos viene encima, ya nos deja entrever que estamos tratando con material de primera calidad. “El Velo Rasgado”, al igual que la potente y de estribillo pegadizo “Frenesí”, “La Rueca de Aracne” (donde colabora Ángel San Juan de TIERRA SANTA), “La Danza De La Falcata” (metal progresivo cargado de psicosis letrística) y “El Vórtice”, son algunos ejemplos donde se nos muestra a una banda que unen sus grandes cualidades técnicas a favor del valor de una canción. En esta última se dejan llevar por el rock en el sentido más amplio de la palabra, al igual que  en “Iris”, con otro soberbio estribillo cargado de pegamento mental. No faltan los momentos dulces, como en la preciosa “Geminis Alpha” (que cuenta con la voz femenina de Gema Vau de BIOSFEAR, a modo de colaboración) o una relajada “Orionis”, en la que los aires pinkfloydianos también forman parte de su embrujadora atmósfera. Los temas instrumentales, caso de “Danae” o “Sit Tibi Terra Levis”, van canalizando este doble álbum en el que, como decía, no olvidan el aroma del rock andaluz en cortes como “La Senda de Baal”.

“Rotta” no es solo un gran trabajo con una amplia variedad de sonidos en un interesante e inquietante marco conceptual. “Rotta” es arte. Puro arte. Sinónimo de capacidad, habilidad y talento. Es, en resumidas cuentas, uno de los mejores trabajos que se han grabado en la historia musical de nuestro país. No se me ocurren más argumentos para convencerte.