Romeo: Supernova

La banda madrileña Romeo es una veterana de la escena. Con diez años de trayectoria y cuatro discos previos en su haber, el grupo liderado por José Cabrera y complementado por el guitarra Víctor Hernández, el bajista Alberto H y el batería Manuel Pariente, el grupo se embarca ahora en el lanzamiento de su quinta obra, el melódico “Supernova” con el que van a medio camino entre el rock melódico y el rock alternativo.

No podemos llegar a hablar de metal: seguramente es el disco con las guitarras más comedidas que ha editado la banda, donde la distorsión aparece con mesura y sin grandes estridencias.

Influenciados en gran medida por bandas como Foo Fighters, Heroes del Silencio y algo de Queens of the Stone Age (especialmente en el fuzz de la inicial “A La Deriva”), lo que hacen Romeo es de alcance amplio. Buenos versos con una voz melódica, la de Cabrera, que ofrece familiaridad inmediata. Cuando arrancan los estribillos y saca su voz más profunda, el recuerdo lejano a un Enrique Bunbury es evidente.

Falta distorsión pero la melodía manda

A lo largo de las diez canciones que componen este “Supernova”, la banda se aventura por terrenos más poéticos (“Lo Eterno”) y otros más costumbristas o biográficos (“Caerás”). Falta, posiblemente que las guitarras de Víctor y José terminen de despertar a efectos de producción: están muy ocultas en la mezcla y cuando aparecen, como decía, es con reservas, con timidez.

Si dejamos de lado el sobreuso de medios tiempos y la falta de cierta caña, es fácil disfrutar con canciones de la talla de la positiva “No Importa el Porqué”, ideal para darle una vuelta a un día de mierda. Tienen momentos de resarcimiento, como “El Último Telón”, pero son los menos.

Grabado por Manuel Torrogrosa en La Sala de Maquinas, “Supernova” es un quinto paso en un camino que la banda está dibujando sin una plantilla definida en lo musical. Son variados y abiertos en su enfoque, tanto que en algunos momentos pueden parecer más indie que otra cosa. Para rockeros con querencia por los sonidos más melódicos.