Romanthica se han hecho de rogar hasta llegar a ofrecernos sus "Músicas para el Fin del Mundo", pero os puedo asegurar que cada instante que ha pasado desde que nos emocionaran con "Eterno" ha merecido sobradamente la pena. Es un disco mucho más complejo de lo que se puede apreciar en la primera escucha, que requiere una atención, un reposo y un tiempo para poder exprimir todo el jugo que esconden sus composiciones pero que muestran una madurez y una evolución que ojalá se vea recompensada con el éxito que merecen.

Romanthica es una de esas bandas que llevan muchos años a sus espaldas, trabajando y peleando con fuerza por hacerse un merecido hueco en la siempre difícil industria de la música y que dio sus primeros hace ya prácticamente quince años, en plena explosión del rock y del metal gótico que venía pisando fuerte desde los países nórdicos con nombres tan ilustres como H.I.M., To/Die/For o Entwine.

Pero el sonido de los catalanes siempre ha ido un paso más allá, tomando la electricidad, la emoción y la energía de sus influencias y mezclándola en una coctelera que, especialmente con el paso del tiempo, ha ido apostando por una esencia más comercial siempre con una mirada puesta en sus raíces. Y así, tras compartir escenario con bandas tan importantes como The 69 Eyes, Leaves Eyes’ o Apoptygma Berzerk y con apenas un par de demos editadas, se hicieron un nombre en la escena.

De la eternidad al fin del mundo

Su disco debut, «Eterno», supuso todo un soplo de aire fresco para un estilo que no pasaba precisamente por su mejor momento, menos aún en nuestro país, pero que supo actualizarse recuperando temas e ideas que llevaban casi diez años formando parte de su día a día, añadiendo nuevos matices, sonidos y canciones para dar forma a su primera criatura. Un trabajo que se gestó a medio camino entre Barcelona y Estocolmo y les dio a conocer al mundo.

Y así llegamos a su nueva apuesta, «Músicas para el Fin del Mundo» (Romanthica), tras un largo silencio que solo se vio interrumpido por su lanzamiento del directo «MMXVII», del que recuperan uno de los temas aquí, «Para Ti». Un disco quizás más accesible pero igual de trabajado que su anterior obra pero que lejos de estancarse estancarse y acomodarse en aquel sonido busca nuevos horizontes y explora caminos más melódicos para llegar a su destino. Un paso hacia adelante fruto de su experiencia, inquietudes y madurez.

Abre el disco «Esta Oscuridad», el último sencillo que pudimos escuchar antes de su lanzamiento, y que tiene todas las señas de identidad de la banda convirtiéndolo en un corte ideal para adentrarnos en su escucha. El sonido de cada verso golpea con la misma contundencia que calidez, con el bajo de Juan Carlos Herraiz marcando el tempo y con los arpegios y riffs de guitarra que se van abriendo camino entre los cuidados arreglos de teclados que explotan en su pegadizo estribillo al que la voz de David Gohe imprime su timbre de color tan característico.

Mantienen la misma velocidad en «Solo Si Estás» con una esencia más cercana al pop, eso sí, y un espíritu muy ochentero al que contribuyen en gran medida unas melodías que podrían haber firmado perfectamente Billy Talent o A-ha. Eso sí, el estribillo juega con distintas voces y tonalidades formando un conjunto de capas que ponen de manifiesto el mimo con el que han tratado cada pieza musical de este nuevo trabajo.

«Cuchillos de Neón» es sin duda uno de mis temas favoritos con una melodía que se te queda grabada a fuego y de un increscendo que encuentra su punto álgido en un estribillo tan sencillo como efectivo, de los que son capaces de abrazarte con un solo cerrar de ojos y que tiene una esencia comercial muy evidente que recuerda a otros cortes como «Regreso al Sur del Edén». Su tramo final es espectacular, con Sergi Perea sacando su vena más heavy durante un breve solo de guitarra contundentemente escudado por las seis cuerdas de Rubén Rosas, el alma original de la banda, con unos coros al más puro estilo «Sympathy for the Devil» de The Rolling Stones.

Estoy convencido de que «El Cuento del Sol y la Luna» se va a convertir por méritos propios en una de las canciones favoritas de sus seguidores más veteranos al ser uno de los más cercanos a lo que pudimos escuchar en «Eterno» pero repleto de nuevos matices y caminos sonoros que en ocasiones no sabes por donde van a discurrir. David manifiesta en su registro vocal una de sus grandes influencias, Enrique Bunbury, con una pincelada musical latente que fácilmente puede traernos a la memoria el recuerdo de lo que un día significó Héroes del Silencio para nuestra música.

La evolución del rock gótico

He de reconocer que la primera vez que escuché «Estrella Fugaz», su primer adelanto, necesité un tiempo para engancharme plenamente a ella pero a día de hoy me tiene totalmente atrapado. Un corte muy directo, con constantes cambios de ritmo en el que entra en juego la batería de Erny Roca con la complicidad del bajo de Juan Carlos, cuya potencia rítmica parecen empujar a que Sergi deje volar todo su talento a la guitarra. Una lástima que no se prodigue más en estos menesteres.

Las melodías del pop rock siguen bajo el influjo del aura más metálica con «Dos Corazones», tema que contiene uno de mis estribillos favoritos acrecentado por la pasión que envuelve su sonido y describe su preciosa letra, y es que no se pueden separar dos corazones de un mismo ataúd. Palabra de David. Mención especial para la ruptura electrónica que da paso a una erupción eléctrica comandada por el riff de guitarra ejecutado por Rubén y que aporta una nueva dimensión a la composición.

Un nuevo medio tiempo vuelve a sonar por el altavoz al compás de «Lo Que Tú Me Das», otro de esos cortes marca de la casa y que tan bien dibujan la evolución de «Eterno» a este «Músicas para el Fin del Mundo». Una melodía y una energía que va de menos a más y que parte de un arranque más cercano al pop para adentrarse en las entrañas más metaleras de su sonido, incluso hay un breve instante que me recuerda a «One» de Metallica. Tan solo unos segundos pero suficientes para trasladarme al universo de Hetfield y los suyos.

Rescatándola de su disco en directo nos encontramos con «Para Ti», un tema que ya pudimos descubrir en aquella presentación en vivo en la Sala Bikini de Barcelona unos años atrás. Aquí acogen en su imaginario musical sus influencias más comerciales sin ningún tipo de tapujos, como debe de ser, y las transforman en un sonido propio, emotivo y que es capaz de hacerte sentir. Quizás ahí radique gran parte de su secreto.

«Efímero» mantiene esa conexión tan especial que tienen algunos de los cortes con «Eterno», en una estructura muy del estilo de «Mercurio», uno de sus grandes hits. Siguen muy presentes sus tendencias más suaves y melódicas pero toda la base rítmica y las guitarras de la dupla Rubén/Sergi contienen una pegada que le hace muy reconocible para cualquier seguidor de la banda. Se va a convertir en una de las imprescindibles, y sino, tiempo al tiempo.

La gélida calidez que imprimen sus composiciones se refleja en canciones como «Si Me Escuchas», que pese a su aparente sencillez esconde un buen número de arreglos y dibujos sonoros a los que el trabajo de estudio de gente como Jordi Navarro e Yves Roussel seguramente han contribuido de forma muy activa. Uno de esos temas que, valga la redundancia de su título, mejora con cada escucha envolviéndote en una atmósfera emocional única.

Músicas que llegan al corazón

Pone el broche final Romanthica – Músicas para el Fin del Mundo, un corte que hay que saborear a fuego lento, sin prisas, sin pensamientos que nublen nuestra mente, para poder disfrutar de los más de siete minutos capaces de arrastrarnos por los rincones más olvidados y escondidos de nuestros sentimientos. Un canto al amor propio, a la superación y a la lucha que todos hemos tenido que librar en alguna ocasión fruto del desengaño, de las historias que terminan. Una última demostración del talento y elegancia tanto vocal como lírico de David Gohe y de que la música de la formación catalana trasciende más allá de la etiqueta del gótico.

Romanthica se han hecho de rogar hasta llegar a ofrecernos sus «Músicas para el Fin del Mundo», pero os puedo asegurar que cada instante que ha pasado desde que nos emocionaran con «Eterno» ha merecido sobradamente la pena. Es un disco mucho más complejo de lo que se puede apreciar en la primera escucha, que requiere una atención, un reposo y un tiempo para poder exprimir todo el jugo que esconden sus composiciones pero que muestran una madurez y una evolución que ojalá se vea recompensada con el éxito que merecen.

Grupo:Romanthica

Discográfica:Rock Estatal Records

Puntuación:9

Canciones:

  1. Esta Oscuridad
  2. Solo Si Estás
  3. Cuchillos de Neón
  4. El Cuento del Sol y la Luna
  5. Estrella Fugaz
  6. Dos Corazones
  7. Lo Que Tú Me Das
  8. Para Ti
  9. Efímero
  10. Si Me Escuchas
  11. Músicas para el Fin del Mundo

Año:2018-09-28

Votación de los lectores:5