Running Wild: Rogues En Vogue
Siento de veras tener que ser tan crítico con mi banda favorita de heavy metal
de todos los tiempos, pero las cosas son así. Mientras hay grupos del montón
que sacan discos del montón, discos puntuales que pueden alegrarnos una tarde
y poco más, hay gente que por trayectoria, lealtad de fans, credibilidad y legado,
merecen ser un poco más exigentes consigo mismos y sacar algo que esté a la
altura de las expectativas. En el caso concreto de RUNNING WILD, la cosa parece
más que clara; A Rolf Kasparek se le acabaron las ideas y eso, me van a perdonar
ustedes, es una gran tragedia para el heavy metal. En el pasado, Rolf siempre
tuvo a su lado a gente competente que supo aportar su granito de arena a los
grandes himnos de RUNNING WILD, ya fuesen Jens Becker, Mijk Moti, Ian Finlay,
Thilo Hermann o Axel Morgan. Ahora la cosa es bien distinta, la nave está capitaneada
únicamente por Rolf y eso se hace notar. El guitarrista Bernd Aufermann no parece
haberse involucrado mucho, el bajista Peter Pichl es un tipo que proviene del
mundo del jazz y su conexión con el heavy metal es más que casual y finalmente,
el batería, Matthias Liebetruth, de tan “importante” que es, ha sido sustituido
por una caja de ritmos. Eso sí Rolf, simpre te quedará tu inseparable Katarina…
Quizá para entender un poquito más el porqué de “Rogues en Vogue” habría que
hacer una breve retrospectiva de lo que han sido los lanzamientos de RUNNING
WILD en la última década. Considerando “Black Hand Inn” de 1994 como el último
disco de su etapa clásica, la banda capitaneada por el incombustible Rolf Kasparek
lanzaría al año siguiente “Masquerade”, para quien esto subscribe, su último
gran trabajo hasta la fecha. “Masquerade” mostraba las credenciales clásicas
de RUNNING WILD apostando en mayor grado por los elementos rockeros que ya
habían despuntado de forma esporádica y puntual en sus anteriores 6 trabajos.
A pesar de ello, la velocidad de antaño seguía ahí y los temas todavía conservaban
gancho suficiente como para sonar frescos y pegadizos. Con “Rivalry” las cosas
no iban a cambiar mucho y en líneas generales se mantenían las mismas directrices
que en “Masquerade”. Sin embargo, con “Victory” llegó el cambio, ¡Porque aunque
ustedes no lo crean, RUNNING WILD han cambiado!, y no me refiero precisamente
a cambios de formación o a desechar la idea de colocar de nuevo una mágica portada
de Andreas Marschall, sino a cambios que afectan directamente a la música. El
estilo a grandes rasgos sigue siendo el mismo; Heavy metal clásico, de claro
enfoque germano y cargado de melodía, pero cada vez son más los elementos rockeros
que impregnan la música de RUNNING WILD, ¿Y eso es malo? Pues no lo sé, yo creo
que no. El problema no deriva de ahí, sinceramente creo que es algo mucho más
preocupante que la colocación de mayor cantidad de riffs rockeros, algo que,
por cierto, era más descarado en su anterior “The Brotherhood” que en este nuevo
“Vogues en Rogue”. El gran problema de Rolf Kasparek y por consiguiente, de
RUNNING WILD es que se conforma con muy poco. Dio en su día con una fórmula,
SU fórmula, y desde entonces la ha estado explotando con resultados muy dispares.
En el pasado RUNNING WILD se aseguraban que cada disco tuviese por lo menos
4 o 5 temas impresionantes mezclados entre otros tantos algo más mediocres o
simplones, sin embargo en sus últimas 2 producciones eso no ha sido así. “Rogues
en Vogue”, al igual que su anterior “Brotherhood”, está repleto de mediocridad,
aunque esta vez por lo menos soy capaz de señalar un par de buenas canciones.
De todo el listado de temas nuevos que Rock’n’Rolf nos presenta, aprueban con
buena nota las que conforman el primer tercio del disco, destacando sobretodo
una muy acertada y clásica “Draw the Line”,de lo mejorcito de RUNNING WILD en
un lustro (tras “Tsar”, por supuesto). Sin embargo, a partir de la cuarta canción
empieza la decadencia cuyo máximo “esplendor” lo encontramos en las 3 últimas
piezas de este “Rogues en Vogue”. ¿Es “The War” la peor canción de la historia
de RUNNING WILD? Yo creo que sí. El grueso de los temas de este nuevo trabajo
de la banda germana suenan simples, repetitivos, aburridos, monótonos y hechos
de cualquier forma. Para rematar la faena tenemos una de las peores producciones
que ha tenido RUNNING WILD nunca. Las guitarras ya no poseen el grosor clásico
cargado de medios que la explosiva mezcla Gibson + Mesa Boogie solía darle a
sus producciones clásicas, ahora todo parece más cutre, como si hubiese sido
grabado con una targeta de sonido de 4 duros adquirida en el peor mercadillo
de Hamburgo. Las baterías, como ya sucediese en “Brotherhood” o aquel directo
chusquero que fue “Live”, son más falsas que algún que otro Bootleg que tengo
por ahí de RUNNING WILD. A veces la programación de baterías, si se hace con
buen gusto, puede dar el pego, sin embargo en este “Rogues en Vogue” es excesivamente
descarado. Digamos que Rolf Kasparek no se ha roto mucho la cabeza puesto que
casi todos los temas poseen el mismo tempo e idénticos patrones de batería.
Cutre cutre cutre…
En otras palabras; Crear una canción de RUNNING WILD es muy fácil, sin embargo
crear una Gran canción de RUNNING WILD ya no lo es tanto, requiere más tiempo
y dedicación, algo que desde luego no se desprende de este “Rogues en Vogue”,
un disco que desde la producción a la horrenda portada pasando por lo más importante,
el simplismo repetitivo y carente de gancho de los temas, muestra a unos RUNNING
WILD conformistas afiliados a la fórmula del “cojo 3 riffs rockeros, uno rápido,
una melodía facilona de guitarra y coloco la misma línea vocal de siempre”.
Dicha fórmula, bien fuese por el estado de gracia de Rolf, por los músicos que
le acompañaban, o por lo que sea, en el pasado solía funcionar. Ahora ya no.
Cada uno de los temas de este “Rogues en Vogue” está repleto de riffs y melodías
de voz que seguramente habrás escuchado ya en cualquiera de sus discos anteriores.
Se echan en falta aquellas introducciones majestuosas que venían siempre seguidas
de himnos como “Port Royal”, “Riding the Storm”, “Black hand Inn” o “Masquerade”,
canciones que el tiempo ha colocado en su lugar correspondiente; El reservado
a los grandes clásicos.
Finalmente me gustaría recalcar otro aspecto importante en el declieve de RUNNING
WILD, ¿Alguien puede cojer las antiguas carátulas del grupo y restregárselas
por la cara a Mr. Rock’n’Rolf?, ¿Pero es que soy el único que piensa que las
portadas de “Victory”, “Brotherhood”, “Live” o este “Rogues en Vogue” son patéticas?,
¿Donde están aquellos míticos dibujos del señor Andreas Marschall cargados de
magia, fantasía e imaginación? Por favor, que alguien ojee los esqueletos de
este “Rogues en Vogues”, ¡Pero que cosa más cutre!, en fin, todo junto parece
un mal sueño.
Cada vez más Rock y menos Rolf, sin más, ya me entienden ustedes. Si RUNNING
WILD se hubiesen apuntado a la última moda musical del momento, daría por perdido
al grupo, sin embargo creo que ese no es el caso y que su gran lacra reside
como ya dije antes en el conformismo y la resignación de tener que hacer una
y otra vez el mismo disco. Rolf Kasparek sabe que el estilo de RUNNING WILD
no puede, ¡Ni debe! Cambiar, ¿Pero es eso bueno?, ¿Y si Rolf Kasparek tuviese
un montón de buenas y frescas ideas en la cabeza pero éstas no viesen la luz
debido a los estrictos márgenes de innovación que una banda como RUNNING WILD,
por los motivos que sea, tiene?. En fin, compren, bajen, copien o hagan lo que
quieran para escuchar este disco (aunque yo obviamente, siempre les recomendaré
la primera opción), luego, saquen sus conclusiones, yo plasmé las mías en estas
humildes y tristes líneas.
Javi Metal
Grupo:Running Wild
Discográfica:GUN / Mastertrax
Puntuación:6
Canciones:
- Draw the line
- Angel of Mercy
- Skeleton dance
- Skull &
- bones
- Born dead, dying worse
- Black gold
- Soul vampires
- Rogues en Vogue
- Winged &
- feathered
- Dead man’s road
- The War
Año:2005
Votación de los lectores:7.55556
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.