Linkin Park: Road to Revolution: Live At Milton Keynes

Reconozco que Linkin Park siempre me gustaron, o al menos en su momento lo hicieron. Muy criticados por algunos sectores con el pelotazo que dieron con «Hybrid Theory», continuado por «Meteora», parecían ser un simple grupo de adolescentes que tuvo su momento de gloria. Y en cierto modo, ahora lo veo así.

No negaré que el concierto que dieron en el último Festimad fue muy bueno y profesional, pero hay pies de los que empiezan a cojear, y demasiado. El primero, es su último trabajo de estudio, «Minutes To Midnight». Lo único destacable, aparte del gran trabajo vocal de Chester, que ya se ha convertido en el referente claro del grupo relegando a Mike Shinoda a un discreto segundo plano, son unos pocos temas, que en directo ganan enteros respecto a estudio.

El segundo tema del que cojean es su afán de consumismo barato, por contradictorio que pueda sonar el término. No se entiende sino muy bien este directo, porque ya publicaron un dvd anterior con tan solo dos trabajos de estudio; fue grabar el tercero, y aprovechar para sacar dinero de otra grabación en video y audio. Eso sí, la que presentan esta vez al menos es más real, menos artificial que aquella, que parecía de risa con esa sobreproducción donde ni parecía un concierto ni nada parecido, y con un emplazamiento envidiable. Pero tanto uno como otro, destacan por la corta duración, la de este último ni hora y media, y carente de cualquier tipo de extras. Pero vamos, visto lo visto, ya sacarán algo nuevo con otra idea o tipo de imágenes.

Está claro que con la era digital, los discos en directo han perdido respecto a la grabación en video de los mismos. Por lo tanto, la gracia del producto aquí presentado está claro donde está, en el formato audiovisual. Y ahí se aprecia mucho más la afirmación superior, de que este ya es el grupo de Chester Bennington, que no parar de repetir que esa actuación es una de las mejores cosas que ha visto en su vida. En las imágenes se ve como el protagonismo de Shinoda ha ido en descenso, ya que el rap no tiene cabida en los Linkin Park actuales, más rockeros, y alejándose del estilo que les hizo famosos, al menos en estudio. Así que la solución era evidente, ponerle en algún tema tras el teclado, o colgarle una guitarra (que tampoco es que haga falta con la complejidad de las estructuras de sus canciones) y limitarse a hacer los coros en algunos de los temas más nuevos. Aún así, tiene sus momentos de protagonismo en ese comienzo arrollador con «One Step Closer», en «Lying From You», pero también alguno de los más aburridos, como «Hands Held High Acca», que sirve como introducción a «Leave Out All The Rest». Tanto esa última como alguna de sus canciones más íntimas y pausadas se convierten en pequeños baches o parones, en un grupo que rinde mucho mejor con otro tipo de temas. Así, los mejores momentos los brindan «Crawling» o «In The End», y los peores, los temas más recientes, mucho más facilones y carentes de la calidad del resto de su discografía.

Curiosa resulta la colaboración de Jay-Z en «Numb/Encore» y «Jigga What/Faint» como ya hiciera en «Collision Course», pero donde tanto él como Shinoda vuelven a verse literalmente arrasados por el torrente de voz del señor Bennington. Poco más falta tras la aparición del rapero en escena, pues con una versión extendida de «Bleeding Out» con un ¿solo? de batería en medio. En definitiva, demasiado bombo y demasiadas referencias fuera de estudio para una carrera tan corta. Que parece que estemos ante una reencarnación del fenómeno Maiden con directos, dvds y recopilatorios por todas partes. Tiempo al tiempo.