Pain Of Salvation: Road Salt One

Tal y como nos explican en una reciente entrevista, no han pasado uno de sus mejores momentos los suecos PAIN OF SALVATION. La vacante de Kristoffer Gildenlöw (hermano de Daniel Gildenlöw, líder de la banda), era difícil de cubrir, aunque Simon Andersson solventara la papeleta una temporada. También el abandono del batería Johan Langell fue un varapalo para el conjunto sueco. Aunque su sustituto Leo Margarit cumple con su cometido con creces, una banda está compuesto por músicos, y esos músicos llegan a ser amigos en muchos casos, y es donde se fragua una comunión que repercute en muchas ocasiones de forma positiva en la música. Y para colmo, su distribuidora SPV Records entró en bancarrota, y como consecuencia,  tuvieron que suspender su presencia en el Progressive Nation Tour en América junto a DREAM THEATER, con todo el desajuste de agendas y planes que ello conlleva.

Pero poco a poco fueron arreglando el descocido, y por el camino nos entregaron el EP “Linoleum” en Noviembre de 2009, con el que además de ofrecer música nueva a sus ansiados seguidores, mostraron el camino a seguir para sus próximas entregas. Y hablamos en plural ya que, “Road Salt One”, tal y como su nombre nos deja adivinar, tiene una segunda entrega que se publicará, si no fallan los planes, el próximo mes de Octubre. No hay nada mejor que luchar contra la adversidad con las mejores armas de una banda: la música.

Llegados a estas alturas de la historia, es redundante afirmar que PAIN OF SALVATION son una de las bandas más originales e inspiradas en el género progresivo. Un espécimen único difícil de encuadrar en una corriente aledaña a demás formaciones. Un rara avis que no pertenecen a ninguna comunidad, que se mueven a su ritmo, y que con cada entrega nos desvelan su amplia capacidad compositiva. Aún así, la capacidad de sorpresa se va mermando, porque es difícil, por no decir imposible, repetir algunos ingredientes cuando se van agotando las reservas en la despensa.. Pero hay sorpresas en este “Road Salt One”, vaya que sí las hay, eso no lo duden. Hablamos de PAIN OF SALVATION, y eso garantiza inquietudes musicales casi infinitas reflejadas en canciones.

Encontramos en “Road Salt One” una unidad sónica enfocada en las bandas de rock progresivo de los 70, con un deje bluesy en muchas de las composiciones. Un contexto maravilloso para que Daniel Gildenlöw tenga más libertad interpretativa en sus desarrollos vocales. El arranque con “No Way” es la carta de presentación donde los suecos nos dejan patente sus nuevos derroteros sónicos. Daniel, con sus alaridos iniciales, descansa sobre una base musical bluesy, pero van introduciendo elementos propios, como cortes de intensidad o pasajes suaves. El final es un desparrame de solos de guitarras con juegos en la base rítmica, que descansa en el siguiente corte “She Likes To Hide”, prácticamente una continuación del corte inicial. En este caso deambulan por pasajes más sosegados, más bluesy incluso, con una delicadas líneas vocales que se ven arropadas en el estribillo por los coros tan minimalistas y propios de la banda. Sirvan estas son canciones iniciales para comprobar que PAIN OF SALVATION entregan un aspecto distinto en su música.

Llegamos a “Sister”, un corte lento, melancólico, con una interpretación vocal muy inspirada. Consiguen con un acompañamiento muy sutil de piano, y con la voz de Daniel, una atmósfera única y conmovedora. Un fluir de notas que te trasladan a otra dimensión. En “Of Dust” delegan todo el protagonismo a la voz y a los coros, casi a capella. Con “Tell Me You Don»t Know” vuelven  a esos dejes bluesy americanos, en un contexto con tintes de rock sureño. De hecho su inicio me ha recordado al “Space Lord” de MONSTER MAGNET, aunque como siempre, PAIN OF SALVATION no necesita comparaciones, porque su sonido, se muevan donde se muevan, es genuino. 

En “Sleeping Under The Stars” juegan con sonoridades circenses introduciendo mandolinas y melodías vocales psicodélicas y cambiantes, amén de los solos aparentemente caóticos de piano. Un tema que descolocará por completo a quien se acerque a esta banda por primera vez, pero así son PAIN OF SALVATION. Se nota la devoción confesa de Daniel por la camaleónica voz de Mike Patton en temas como estos. Más en su línea es “Darkness Of Mine”, con esos juegos de claros-oscuros rompiendo en un estribillo que sirve como leves golpes de intensidad, en un corte donde su funde la melancolía y la psicodelia.

Uno de los temas estrellas de este trabajo es “Linoleum”, tema título del citado EP       que entregaron antes de este trabajo. Es uno de esos cortes con estructuras que no son difíciles de seguir por el oyente, que incluso tiene estribillo pegadizo y cuya magia reside en ese empuje de fuerza constante con reposo en el ecuador para volver progresivamente a la intensidad inicial. Continúan por terrenos más conocidos en “Curiosity”, donde destaca el acompañamiento en el estribillo con coros femeninos. Al igual que “Linoleum”, goza de estructuras sencillas (entendiéndose la definición de “sencillo” en esta banda), pero eso sí, si esto es metal progresivo como encuadran muchos a esta formación…

Más propia de PAIN OF SALVATION es “Where It Hurts”, con esos pasajes oscuros a la par que intensos reforzados por riffs de guitarras crudos, con Daniel demostrando su amplio registro, desde los susurros a los agudos desgarradores. Vuelven a los terrenos melancólicos con “Road Salt”, donde de nuevo los teclados son prácticamente el único acompañamiento de la voz susurrante de Daniel. Cabe mencionar que PAIN OF SALVATION eligieron esta canción en un concurso para representar a su país en Eurovisión. Demasiado lento para este tipo de concursos, pero es una verdadera delicia. Cierran con “Innocence”, donde en cierto modo, ponen en funcionamiento todas las cualidades que han desarrollado en el resto de pistas de este trabajo. Curioso es el sonido que le sacan a las guitarras; sonoridad country que queda envuelta en las atmósferas oscuras y deambulantes sin aparente dirección, que tienen a las melodías vocales como principales protagonistas.

Como todo disco de PAIN OF SALVATION, es muy difícil valorar si “Road Salt One” es mejor o peor que cualquier trabajo de la carrera de los suecos. Evaluado por sí solo, por el nivel de riesgo que ponen en práctica, se merece la nota adjuntada, aunque muchos la verán excesiva. El tiempo dirá si este trabajo es de lo mejor de su discografía. Pero visto lo que ofrecen, pocas bandas consiguen ese nivel de innovación en los tiempos que corren. Ellos afirman que con este trabajo están buscando un sonido de banda. Ahí es nada. Mientras que lo encuentran, seguirán ofreciendo verdaderas joyas sonoras.