Ritual: Ritual

Desconozco por qué extraña razón el sello SPV (InsideOut) propone la reedición del primero de los tres discos de la formación sueca RITUAL, pero, lo cierto es que aquí tenemos, remasterizado, aquel primer lanzamiento de Patrik Lundström, conocido, por otra parte, por ser también el vocalista de los últimos dos discos de la banda de Hans Ludin y Roine Stolt, KAIPA (“Notes from the past” y “Keyholder”).

RITUAL debutaron allá por el año 1995 con un disco en el que se proponía reivindicar el legado en clave progresiva de los clásicos de la época dorada del género, algo que, hoy por hoy, no consigue ganar sorpresividad alguna, pero que, hace 9 años sí que consiguiera levantar algo de expectación auditiva. Supongo que aprovechando el ligero revival que vive la música progresiva en clave añeja, rescatar este “Ritual” no debe ser del todo exagerado y, así pues, las inquietudes y reminiscencias musicales a grupos como YES, JETHRO TULL, KANSAS o GENTLE GIANT son bienvenidas para el combo nórdico. Para entendernos, RITUAL suena muy al estilo de unos THE FLOWER KINGS, quizás con menos vocación malabarista, pero, con la misma intencionalidad atmosférica. Buen ejemplo de esto es ya la inicial “Wingspread”, la cual, y a pesar de su enrevesada presencia rítmica, también logra añorar a los temas más paranoicos de QUEEN en los años setenta.

RITUAL también toman buena medida de actitudes musicales neoclásicas, llegando a lo trovadoresco en títulos como “The way of things” o “Life has just begun”. Las paranoias taberneras también logran significación en “Seasong for moominpappa”, aunque, a modo de mención especial, cortes con intencionalidades cercanas a la psicodelia zeppeliana como “Solitary man” también hacen del álbum una buena muestra de las influencias que recogen la mayoría de discos relacionados publicados en nuestros días. RITUAL, no obstante, logrará aburrir al oyente a lo largo de las once canciones que componen el cd, llegando a interesar auditivamente en el final del mismo, con cortes de vertiente más accesible como “You can never tell” o la interesante “Big black secret”.

Por lo demás, es evidente que RITUAL se adaptará más a la escucha del oyente más genuinamente progresivo, sin llegar a convencer al fan del heavy metal.