Stormwind: Rising Symphony

Que la saturación actual que vive la escena metálica contemporánea sea un hecho, no impide que trabajos como esta cuarta entrega de Stormwind sean totalmente bienvenidos y sorpresivos. No hacen nada nuevo, ni mucho menos, pero a diferencia de la mayoría de grupos que se quedan en el intento, el sr. Wolf ha cuajado un trabajo variado y realmente atractivo. Hard rock, power centroeuropeo y sus dosis de virtuosismo de escuela neoclásica se dan cabida sin pisarse y mezclándoze con maestría.

“Touch The Flames” abre por lo grande firmando una de las mejores canciones de power metal a doble bombo del presente año. La voz de Thomas Vikström (ex Candlemass) roza cotas de perfección en los agudos, amoldándose a la perfección en todo momento. Estribillo pegadizo, velocidad y fuerza. Cabe destacar también el total acierto que supone la inclusión de la versión de Queen “White Man”. Pese a ser un tema poco conocido de la Reina, se lo han hecho suyo destacando entre el ya de por si excelente material que atesora el disco. En “Eyes Of Stranger” encontramos su vertiente más hard, acompañada por unos coros femeninos capaces de llenar. Stormwind suenan elegantes y atractivos, aptos para cualquier fan de los estilos anteriormente citados. La intro eclesiástica de “Strangers Of The Sea” precede otra maravilla a base de velocidad, un magnífico riff más un ejemplo de como se debe combinar velocidad, melodía y fuerza. Sin duda uno de los fuertes del grupo es su capacidad de composición, pero tampoco debe eclipsar el aspecto técnico individual, pues aparte de Wolf a la guitarra, Vikström a la voz y David Wallin a la batería se salen en todo momento (Escúchate “Flyer”) por ejemplo. La balada la pone “River Of Love” de orquestaciones a teclado, guitarra acústica y preciosa. “Streets Of Prishtine” es un guiño a las power ballads de grupos como Scorpions. Posee un filón comercial excepcional más una orquestación funcional y unos coros perfectos. “Venezia” es una bonita instrumental más orientada a que Wolf muestre sus magníficas cualidades como guitarristas a velocidad de crucero.

No hay duda que Stormwind es ya uno de esos grupos a los que hay que considerar infravalorados. El lideraje de Wolf parece no eclipsar al resto de la banda y por lo menos no es tan previsible o lineal que muchos de los guitar-heroes actuales. El line-up de la banda funciona a las mil maravillas y conjuntamente han grabado uno de los discos del año, lástima que serán muy pocos los que llegarán a acercarse. Como bien muestra su mascota, un “dientes de sable”, la banda ha empezado a mostrar los dientes en lo que respecta en el ámbito musical. Muchos deberían empezar a temblar…