No Code: Reversible

Componer, ensayar, grabar y tocar en directo rock y heavy es una tarea siempre dura y sacrificada en cualquier parte. Hacerlo en Jaén lo es mucho más. No se trata de victimismo, sino de la descripción de un cúmulo de circunstancias que hacen que los pocos grupos que salgan a flote merezcan cuanto menos un aplauso. Ya os podréis imaginar las razones: falta de conciertos y de salas decentes, poca cultura rockera alrededor, ausencia de discográficas locales, nulos apoyos externos… Nada nuevo bajo el sol. NO CODE es un nombre que sonará a chino al 99% de los lectores, sin embargo desde hace una década vienen forjándose una trayectoria de bolos y maquetas (hasta hace unos años bajo el nombre de SANATORIO) que los ha convertido en uno de los grupos más populares de la provincia jienense, hasta que a principios de este año han conseguido editar su primer disco completo, bajo el título de "Reversible".

 El sonido de NO CODE es una amalgama de rock duro y moderno (o lo que se consideraba moderno a comienzos de esta década), con pinceladas de industrial y nu metal. A lo largo de los años han ido recogiendo influencias de aquí y de allá, y así podemos encontrar desde guitarras deudoras del sonido más puramente RAMMSTEIN hasta estrofas que coquetean con el rapeo (sin llegar a ser hip-hop), incluyendo estribillos melódicos en la onda de SKUNK D.F. El disco ha sido grabado en los estudios Bomtrack de Úbeda, uno de los principales referentes en Jaén para grabar heavy, aunque en esta ocasión el sonido del disco no hace al grupo toda la justicia que debería. Servidor ha tenido ocasión de ver a esta gente en directo en varias ocasiones y he de decir que el CD no refleja del todo lo que luego despliega sobre las tablas. La batería está un poco escondida y a las guitarras quizá les sobre algo de limpieza, aunque el resto de la grabación tiene un sonido bastante profesional.

El disco se abre con la contundente "Americanizados", un potente tema que es toda una oda en contra de la invasión cultural de Estados Unidos. El estribillo es lo más revelador: "Americano quién, americano quién, que sepan todos que venimos de Jaén" (aunque no deje de ser paradójico que el nombre de la banda sea en inglés). Sobre bases de guitarra muy rítmicas, Carlos Sánchez se desgañita gruñéndole al micro con partes que podrían ser propias de death metal, aunque combinándolas con estribillos cantados con voz limpia, una fórmula típica del nu metal que tan buenos resultados les ha dado a otras bandas. Una parte importante del sonido de la formación recae en la labor que realiza el teclista, que aporta riqueza a las canciones y dota de melodía a algunas partes en las que las guitarras son algo machaconas. Un elemento que, en definitiva, ayuda a diferenciar algo más a NO CODE de otras bandas que practican un estilo similar.

El corte más llamativo del CD es la versión de DEPECHE MODE de "Enjoy the silence", que llevan a su terreno a base de bases programadas y voces guturales. Poco a poco se está convirtiendo en una moda el "metalizar"  canciones de grupos que poco o nada tienen que ver con el heavy, con resultados más o menos curiosos. Eso sí, de ahí a la versión de LOS CHICHOS hecha por STRAVAGANZZA en el último Extremúsica hay un rato largo.

A excepción de ese tema, el resto del disco se basa en dar caña a saco. Algunos de los momentos más inspirados del CD están en las últimas canciones del disco, con temas bien construidos como "Subasta de dolor" (que en el disco suena más lenta que en directo y en su primera maqueta) o la pegadiza "Cortaré el sedal", que parece hecha para ser la canción coreable de la banda. En el último tema, el más deathmetalero de todos, aparece además como invitado especial Fran Suárez, guitarrista de los "compatriotas" MOONLIGHT FEAR que plasma uno de sus solos marca de la casa.

A pesar de que el disco está autoeditado, ha venido acompañado de una interesante y extensa gira a lo largo de diferentes puntos de España, incluyendo varias fechas en Euskadi. Ahora que el CD está en la calle eso es lo que hay que hacer, defenderlo en directo y demostrar la valía de esta gente donde hay que hacerlo, encima de un escenario. Que sigan ascendiendo peldaños hacia la fama depende de muchas cosas (entre ellas, la buena o la mala suerte), pero al menos a ellos no les quedará el sinsabor de no haberlo intentado. MOONLIGHT FEAR y XKRUDE consiguieron en su momento que los focos miraran hacia Jaén para descubrir que allí también se hacía música con credenciales suficientes, y NO CODE tienen la oportunidad de seguir su camino y abrirle el paso a otras bandas a base de trabajo y ganas. En ello están.