Return Of The Dream Canteen

Después de sorprender a propios y extraños con el ‘Unlimited Love’, que surgió y se apoderó de las listas de éxitos en abril del año en curso, los Red Hot Chili Peppers decidieron seguir la fiesta armándose otro disco en el mismo año y con una duración considerable de una hora y quince minutos.

Algo nada despreciable viniendo de una banda que pocas veces defrauda a los melómanos y a los exigentes conocedores. Además de mantener la celebración del regreso de John Frusciante al ruedo.

Un sonido clásico

Ciertamente, nadie espera grandes diferencias en el sonido característico de la banda al sacar un disco nuevo, aunque en el disco anterior (‘Unlimited Love’) fue abusivo el uso de los trucos usados en el trabajo realizado en ‘Californication’, utilizando un enfoque un tanto minimalista para las melodías más inmediatas y pegadizas. Mientras tanto, en ‘Return Of The Dream Canteen’ se va a esa época un tanto sombría del ‘Stadium Arcadium’.

Incluso, esto vendría siendo otro ‘Stadium Arcadium’, un disco doble en el 2022, pero algún buen consejero les dijo que ya las cosas se manejan diferente al 2006 y que ya pocos tienen el respeto de escuchar un disco doble de más de dos horas. Hay un énfasis considerable en sonar fresco para las nuevas generaciones, pero respetando a su base de fans. Ese lado del rock popero alternativo sigue ahí con algunos experimentos bastante bien logrados. Demasiado material nuevo y muy poca variedad a diferencia de otros trabajos.

El regreso de John Frusciante (nuevamente), le fue generando un gran interés a los fanáticos de la banda y prácticamente le iban a perdonar todo lo que hiciera en estos trabajos. Dos años de ansiedad después, John y el resto de la banda tunden a su público con dos discos de setenta y cinco minutos que gritan el sonido Red Hot Chili Peppers. Por supuesto, los seguidores lo recibieron con un éxtasis y no se les podía recriminar lo más mínimo.

El portentoso guitarrista todavía tiene la magia y la química con sus compañeros. Podrían componer y hacer una buena melodía mientras duerme cada uno en casa. Lo que es cierto, sin embargo, es que se puede escuchar cierta moderación en su manera de tocar, como si se estuviera guardando las cartas fuertes para otra partida.

Canciones memorables y seductoras

‘Return of the Dream Canteen’ emprende con un sonido fuerte, directo. Usa aspectos destacados como “Peace and Love» y ese sonido funk clásico y muy de los Peppers; esta canción probablemente ya no tuvo cabida en el ‘Unlimited Love’. Otra teoría sería que se dejó para este disco con la intención de mantener ese punch con la relación al ‘Californication’. Gran trabajo de Rick Rubin (productor) en las voces, se logran significativamente más momentos memorables, especialmente con coros gradualmente cantados entre acordes llenos de melancolía.

Sin duda, “Eddie” es uno de los cortes más interesantes, gracias a la química entre el bajo de Flea y la guitarra de John, es lo que lo convierte en un trabajo seductor en este disco. El solo de Frusciante al final es uno de los mejores solos que haya podido entregar al legado de los Red Hot Chili Peppers… hasta ahora. Incluso, «Reach Out», uno de los temas más rockeros del álbum es, hasta cierto punto, melancólico, así como el primer sencillo «Tippa My Tongue».

“Trippa My Tongue” luce con su cadencia primordial y estribillo, lo que finalmente se quedarán grabados en la cabeza de todos. Finalmente, la infaltable balada con una buena combinación de segmentos “románticos” y dosis de funk es “Fake as Fu@k”. El problema principal para que este disco no sea memorable es que no les permitió a los seguidores disfrutar o hacer memorable al trabajo anterior. Red Hot Chili Peppers pudo hacer otros dos ‘Californication’ y terminaron haciendo otro ‘Stadium Arcadium’.

No es malo ‘Unlimited Love’, no es malo ‘Return Of The Dream Canteen’, no es que sea mala la idea de sacar dos discos en menos de nueve meses, no es que las canciones sean malas. Se disfruta y se agradece que inunden con su música la tan golpeada industria musical y sus nuevos ritmos “urbanolatinos”, pero quizá faltó un poco más de estrategia para dar un golpe de autoridad más agresivo.