Lamb Of God: Resolution

Sirva este ‘Resolution’ como una muestra más del por qué LAMB OF GOD son una de las formaciones de metal actuales con mayor calidad. Por separado tienen unos músicos impresionantes, quizá John Campbell algo menos reconocido. Pero Chris Adler es uno de los mejores baterías actuales del panorama, y tanto Mark Morton como Willie Adler son dos de los guitarristas más característicos y que mejor han sabido tomar el legado de otros grupos. Si a ellos se junta una voz como la de Randy Blythe, con esa dosis de agresividad y su aura amenazante en todo momento… pues tenemos este resultado final.

El status consolidado del quinteto de Richmond los ha colocado en una posición privilegiada dentro del panorama. Después del fabuloso ‘Ashes of the Wake’ bajaron algo en ‘The Sacrament’, para volver como una apisonadora con ‘Wrath’; y este ‘Resolution’ es al menos tan bueno como ese último. Ni el hecho de que sean catorce temas, que podrían suponer muchos para un grupo de este estilo, supone un problema a la hora de valorarlo. Si en el anterior tiraban de una intro con guitarras acústicas, ahora, con ‘Straight For The Sun’, lo hacen de una manera pesada, densa y desgarrada, para cerca del final comenzar Chris Adler el inicio de ‘Desolation’, más en la onda habitual del grupo. Y por ahí siguen con ‘Ghost Walking’, el corte pegadizo que supuso el primer adelanto del álbum y que ya dejó un gran sabor de boca con sus cambios de ritmo, con sus riffs tan característicos y esa personalidad tan marcada; típico tema del grupo. Parecida en ese aspecto tenemos ‘To The End’, cargada de armónicos, de final sublime, y con toda la pinta de que será otro single.

Desde ahí, tenemos las canciones que suenan rápidas y demoledoras, como la siguiente, ‘Guilty’, la casi punk ‘Cheated’ de poco más de dos minutos, ‘Visitation’ cerca del final del álbum, o ‘The Undertow’. Algo más distinta es ‘The Number Six’, con Randy variando en parte su registro para los estribillos, hacia terrenos más desgarradores. También tienen hueco para meter un interludio, ‘Barbarosa’, que sirve de intro a ‘Invictus’, una salvajada más, o bajar revoluciones para tempos más pesados, como puede parecer ‘Insurrection’, con Randy dejando su voz limpia y empezando el tema en un ambiente algo más oscuro… antes de que rompa en un pelotazo más. Ni las canciones que lo parecen, se libran de los cambios de ritmo y de las partes agresivas y rápidas. Esto también sucede en ‘Terminally Unique’, y de manera más acentuada en la última, ‘King Me’, con arreglos de fondo que la hacen una de las mejores piezas aquí presentes. Parte del secreto del grupo es el no caer en las modas y estructuras marcadas por muchos grupos, y siguen fieles a su idea de no ceder terreno a la melodía. Y lo dicho en el primer párrafo, el trabajo de guitarras, de batería y voz es enorme, y hacen de este disco un paso más en una carrera que cada día es más grande.

Deseando que llegue ya Junio para poder ver a este grupazo en una sala, como debe ser. La vez anterior que nos visitaron (y única), fue como parte del primer Sonisphere (en Barcelona) y junto a METALLICA y MASTODON en Madrid por partida doble. Y entonces, al menos en la cita madrileña, ni el sonido, ni el montaje ni nada les hizo justicia. Esta vez, como cabezas de su propia gira, será otra cosa. De momento, a pesar de llevar un solo un mes del nuevo año, ponen el listón muy alto a los grupos que saquen disco en este 2012 para superar ‘Resolution’.