Kingdom Come: Rendered Waters

Los últimos discos editados por la banda de Lenny Wolf son un auténtico tostón, absolutamente prescindibles y muy lejos de aquellas dos obras “maestras” de sus inicios cuando llegó a colar los alemanes en las FMs de Estados Unidos y del Reino Unido. Cuando me refiero a obras maestras le pongo un entrecomillado por la simple razón de que Wolf plagió y de qué manera el legado de los Led Zeppelin hasta el punto de que algunos creyeron cuando escucharon “Get it On” que Plant y compañía se habían vuelto a reunir. Y es que el caso de Kingdom Come fue absolutamente sonado, pero tampoco podemos quitarles méritos, ¿alguien ha llegado al nivel de confundirse con Led Zeppelin?

Y cuando la cosa baja hasta el nivel del sótano… una buena opción siempre es la de regrabar antiguos clásicos y sumarle un puñado de temas nuevos. El viejo truco… Evidentemente los viejos clásicos no llegan al nivel de cuando fueron concebidos, con una voz mucho menos aguda y una producción algo más sucia y opaca. Curiosamente Wolf ha decidido obviar lo más granado de su discografía: véase “Get it On”, “What Love Can Be” u “Obverrated”. Pero la alegría esta vez es que los nuevos temas no están nada mal. Todo un logro. “Blue Trees” es un buen tema que eleva el listón de su anterior “Magnified”. Lo mismo sucede con la interesante “Is it Fair Enough”, que juega con altibajos de sonido, de regusto zeppeliano, pero como mera influencia, nada de fusilar clásicos. Esos tiempos ya han pasado…

Esta bien para todos aquellos que desconozcan en profundidad toda su discografía (tampoco os perdéis mucho) descubrir grandes temas como “Break Down the Wall” o “Cant Deny”. Es una muestra también del sonido actual que gastan Kingdom Come en la actualidad. Ha quedado bastante bien esta nueva versión de “The Wind”, muy Zeppeliana ella. La guitarra y la voz de Wolf son lo que más destaca de toda la grabación, algo obvio, pero también los solos de Eric Förster. La verdad es que el lavado de cara que poseen clásicos como “Seventeen” o sobretodo la pegadiza “Should I” funcionan de maravilla.

Para muchos es absurdo que una banda regrabe sus clásicos tal y como fueron compuestos en su día, pero hay que ver este disco como una muestra de lo que son actualmente Kingdom Come. La actual voz más rasgada y menos Plant les hace que definitivamente pierdan el apelativo de “Kingdom Clone”. Pero vaya, puede que así pierdan para muchos toda la gracia. Wolf iba de mal en peor y curiosamente este disco puede que haga que más de uno rememore tiempos dorados y hasta puede que alguna banda les fiche para su gira europea. Con esto creo que Lenny podría darse por satisfecho.