Blackrain: Released

Si todos los temas del disco estuvieran al nivel de lo mejor de este “Released” estaríamos hablando de un disco casi perfecto. Pero no lo es. Eso no quita que Blackrain sea una de las bandas del momento en el sleazy actual y que sea de obligada escucha para todos los fans de Crüe, Heat, Crashdïet o Hardcore Superstar.

Siendo sinceros, nunca me hubiera sentido atraído por una banda de sleazy de los Alpes franceses, pero viendo que han fichado por UDR y que cuentan con todo un Jack Douglas a la producción… pues había que catarlos. Sinceramente la propuesta no es para nada novedosa, bebiendo en la fuente primigenia de Mötley Crüe con un cantante con voz de niño malo y con todos los dejes de Crashdïet o Crazy Lixx, por citar a algunos. Sonidos más propios del Sunset Boulevard que alpinos, pero nadie les puede quitar que este quinto disco en su haber engancha y mucho. Me atrevería a decir que desde el “Rest in Sleaze” de los citados Crashdïet que no había aparecido un disco del estilo capaz de cautivarme a este nivel… y eso que ya ha llovido bastante desde entonces.

La obra combina aciertos realmente buenos con material algo pasable, siendo la parte intermedia la que más luce. Buen trabajo de composición y sobretodo el tanto a favor que supone la voz de Swan Hellion. “Electric Blue” es la constatación de que el combo tiene mucho que contarnos. Divertidos, directos, con temas pegadizos y buen humor. Empiezan oscuros con el bajo de Matthieu de la Roche para abrazar la luz y la actitud callejera de “Back in Town”. Buena muestra de lo que tiene que caer. Por otro lado un corte como “Killing Me” supone un bajón tremendo pues parece una versión de Anastacia, concretamente de “Left Outside Alone”. Se les ha ido la mano totalmente. Afortunadamente cuando las cosas funcionan parecen imbatibles. Mucha atención de “Puppet on a String” y a “Words Ain’t Enough”. De largo lo mejor de la obra. Ambas melódicas, puramente sleazy y hasta hímnicas, dotadas de cierta complejidad compositiva incluso, yendo más allá de lo que cabía esperar. ¡Geniales esos coros!

El trabajo en los solos es original y lucido de manos de Axel “Max 2” y los teclados puntuales son el elemento clave en su sonido. Cuando aparecen dan ese plus que les hace irresistibles. El sonido de una feria decadente impregna “Eat You Alive”, otro buen momento rematado con un funcional estribillo puramente sleazy. En “Home” se atisba una power ballad a la vieja usanza, con una gran línea de bajo y otra interesante de voz. Termina siendo un inspirado medio tiempo con guitarras bellas y teclados preciosistas. Más puramente power ballad es “Fade to Black”, con todas las de la ley y crescendo de manual. Diversión y electricidad en “Rock My Funeral”, pegadiza, festiva y refrescante. Se despiden con la coral y extensa “One Last Prayer”, de inspiración Queen e influencias beatlenianas.

Si todos los temas del disco estuvieran al nivel de lo mejor de este “Released” estaríamos hablando de un disco casi perfecto. Pero no lo es. Eso no quita que Blackrain sea una de las bandas del momento en el sleazy actual y que sea de obligada escucha para todos los fans de Crüe, Heat, Crashdïet o Hardcore Superstar. Os aseguro que me muero de ganas de verles en directo y de darle un repaso a sus anteriores discos. No es para nada una casualidad que hayan conseguido a Jack Douglas en producción y que estén en la emergente UDR. Disco disfrutable y banda sumamente prometedora.