Reign in Glory

“we conquer all the stadiums with metal and with pride…”, “Heavy metal will never die…”, “we are born for a metal attack”… Pero veamos, ¿Alguien puede quitarle los Cd’s de MANOWAR a esta gente de las manos? ¿Pero es que no se dan cuenta que están haciendo el ridículo de mala manera? ¿Soy el único que ante productos de semejante calibre no hace otra cosa que soltar una sonora carcajada?, ¿Debería dedicarme a la petanca en pista cubierta o aún mejor, a las canicas?, ¿Qué habrá preparado mi madre para cenar? Todas estas preguntas y más han rondado por mi cabeza durante los  65 minutos que ha durado este Cd en mi equipo Hi-Fi, sí, como lo oyen, “Reign in Glory” solo ha sonado una vez en mi habitación y no crean que no tengo remordimientos de conciencia por ello.

Veamos, la fe metálica como religión y modo de vida, los caballeros templarios, las batallas metálicas, las legiones del metal y los taparrabos horteras están muy bien cuando estamos hablando de un disco del año 1985 y todo eso resultaba “novedoso” sin embargo, a estas alturas y habiendo 14 millones de grupos hablando de lo mismo resulta cuanto menos irrisorio.

Muchas otras bandas recurren a los mismos tópicos de siempre, sin embargo salen bien paradas puesto que pese a lo desfasado de su estética y temática, musicalmente hablando poseen calidad y buen hacer a la hora de componer canciones. MAJESTY no, punto.

Sus canciones son de risa, el doble bombo no para quieto ni un segundo, el cantante parece un pato en estado griposo, las composiciones son tan cutres que hasta resultan insultantes, los estribillos harían explotar en mil pedazos de la risa al mismísimo Joey DeMaio, las letras duelen a la vista incluso a los ojos del más aguerrido de los metaleros, “Heavy metal battlecry”, “Reign in Glory”, “Defender of the brave”, “Lord of the damned”, “Troopers of steel”… Estimado Manu Estrada, como las cosas sigan así yo desisto, reniego, me rapo, tiro mis Cd’s de CANDLEMASS a la basura y te acompaño un día a ver a Bumbury.

Coñas a parte, el problema es que si “productos” como éste salen al mercado es porque hay un público potencial que los compra y eso es lo realmente preocupante. Intento crear un boceto en mi mente del tipo de fan que puede ya no solo adquirir el disco sino disfrutar con un bodrio como éste y la verdad, siento vergüenza ajena, no me extraña que para mucha gente los heavies seamos lo que somos y se guaseen de nosotros…

Si aún fuera una banda debut pasaría, pero para recochineo estos germanos van por el tercer disco y para más inri la estela MANOWAR es tan descarada que incluso la portada la ha hecho Ken Kelly y en su anterior album metió un solo el mismísimo Ross the Boss (a que no sabéis como se llamaba el tema en cuestión, ¿Ehhh listillos? Pues mira que era fácil la respuesta, “Heavy Metal” como no).

Massacre Records siempre se ha caracterizado por ser una discográfica que aún no lanzando casi ningún producto innovador al mercado a diferencia de sellos que sí que arriesgan en sus propuestas como Seasons Of Mist, Century Media, Peaceville o Music For Nations, suele lanzar productos de calidad. Pues bien, MAJESTY es la excepción que no rompe, destroza la regla (Anda mira, como los JUDAS).

No quiero parecer extremadamente cruel con estos acérrimos de la fe metálica, pero me sabe mal tenerlo que decir; chicos, dejarlo por favor, hay gente que vale y gente que no, en el Mercadona de al lado de mi casa buscan a gente para estas Navidades, haceros un favor y rellenar la pertinente solicitud.

Solo diviso en el horizonte un posible destino para una banda como MAJESTY, tocar en Wacken a las 7 de la mañana ante una muchedumbre de heavies en estado máximo de embriaguez dispuestos a pegarse unas cuantas carcajadas con el puño en alto haciendo los cuernos entre eructo y eructo. El resto dejémoslo para las bandas SERIAS.