La Hermandad: Reflejos de Realidad

Para cualquier banda remotamente relacionada con el mundo del metal es infinitamente complicado innovar. Todo se ha inventado. Nadie va a encontrar una fórmula magistral para crear estilos con un simple chasquear de dedos. Incluso lo que hoy en día se considera “moderno” o “novedoso” es lo mismo que se hacía veinte años atrás pero con mejores equipos. Es por ello que hablar de innovación en el Heavy Metal es algo bastante difícil, imposible quizá. Si hablamos ya de Heavy Metal de corte más clásico o “power metal” la posibilidades de evolución ya caen automáticamente por debajo de cero y la posibilidad de sorprenderse con una canción o un estribillo suelen ser nulas.

LA HERMANDAD debe ser consciente de todo eso, me imagino. La joven banda de Santander sabe que lo que hace no es nada nuevo, pero aún así lo hace con toda su ilusión – algo que dice mucho a favor de ellos. Imagino que para ellos, sentarse en el local y pensar en qué hacer para destacar o ser más novedosos que cualquier otra banda está fuera de lugar. Si te gusta un estilo musical y disfrutas practicándolo, para qué demonios vas a comprometer tu bienestar como músico en pro de ser más vanguardista?

Habiendo dicho todo esto, hay que tomarse el disco de LA HERMANDAD sin demasiado prejuicios. Hay que partir de la base de que lo que hacen, lo hacen con ilusión y ese es el verdadero valor del trabajo que hacen. Cuando se inicia “Prisionero de Mi Cuerpo” es posible ver que, dentro de los clichés Heavy Metaleros de lo que hace ésta banda, hay una cierta curiosidad por desmarcarse de “lo habitual” y esa curiosidad se expresa en la utilización del violín de Isabel Iturbe, que dota a los temas de un tono más dramático de lo habitual.

A nivel musical, la banda es compacta aunque algun ensayo más y la búsqueda de un mejor sonido instrumental –especialmente en las guitarras- ayudaría a que tuvieran un sonido más completo, mas “lleno” y probablemente más memorable. Hay momentos a lo largo del disco en los que se echa de menos el apoyo adicional de una guitarra en algun vacío, algun momento en el que la voz de Daniel Fernandez se queda demasiado sola para tratarse de una banda compuesta por seis músicos.

A nivel compositivo, hay espacio para múltiples influencias. Desde IRON MAIDEN hasta cualquiera de esas bandas que sirven como ejemplo perfecto para definir el término “Heavy Metal”. Pero los efluvios a MAGO DE OZ son inevitables en los momentos en los que el violín se apodera de la situación, caso de “Sed de Conquista”.

Entre los mejores momentos del disco destaca el tema que le da título, de lo más ochentero en su enfoque. Pero sigue faltando ese elemento extra que termine de forjar el sonido de la banda y una identidad más propia para el vocalista Daniel. A veces abusa innecesariamente de agudos estratosféricos, cuando probablemente en tesituras algo más graves le daría un toque mucho más interesante a su participación en la banda.

En lineas generales, el trabajo de los guitarras David Marchena y Francisco Herrero es muy correcto, aunque son poco propensos a desmarcarse del papel de “solista y apoyo”. Algún solo intercambiado o algunas guitarras dobles por aquí y por allá le habría dado colorido al disco. Eso sí, necesitan una producción mucho más generosa con las guitarras en el próximo disco. Hay demasiada presencia de la batería y la voz en momentos en los cuales sería mejor una pared de guitarras que sirva para darle más densidad al tema, algo que sucede en “Grito Al Viento”, por ejemplo.

En último lugar, hay momentos destacables como “Lábaro”, en el que la vena más folk del grupo es explotada con gaitas y en el que la vertiente más guerrera de la banda se muestra en las letras del tema.

Les faltan cinco minutos más en el horno para estar al punto. Hay buenas ideas y muchas ganas, pese a que –como ya se ha dicho- no hagan nada sorprendente e innovador. Pero sin duda, con el tiempo conseguirán llegar a donde se propongan. Por el momento, a seguir ensayando y a componer canciones más completas instrumentalmente y en cuestión de pocos años, serán una banda a tener en cuenta.