Wolf: Ravenous

¡Quién lo iba a decir!, el lobo está de moda, y con todo merecimiento. Los que disfrutamos con esos grandes momentos y temas en discos como “Dark Wings” o “Evil Star” ya sabíamos que el potencial que encerraban era enorme, pero ahora que hasta las revistas inglesas se fijan en ellos, parece que van a lograr su objetivo. Lo malo es que cuando le decías a alguien si conocía a los suecos Wolf te lanzaba: “¡sí, aquellos que tienen un disco con una portada espantosa!”. Y razón no les faltaba, su disco debut tenía un lobo pintado por un alumno de preescolar de la clase de los “ciervos”. Flaco favor les hizo esa cubierta.

Pero han madurado disco a disco, y de ser unos copiones de los primeros pasos de la NWOBHM, y especialmente de los primeros Maiden, han pasado a ganarse el hueco practicando un heavy metal clásico old school de alto octanaje. La voz de Niklas Stalvind es tan personal como hiriente y los riffazos con que acometen no dan tregua alguna. Van a piñón fijo, suenan crudos y tienen unos estribillos con un gancho realmente especial.

“Speed On” y “Curse of Salem” ya dan buena cuenta de la calidad que encierra este “Ravenous”: su absoluta consagración. La producción cruda y directa acrecienta la sensación de frescura y agresividad que transmiten y cortes como “Love at First Bite” apoyan bien su candidatura a banda a tener muy en cuenta, y esta vez bajando hasta el medio tiempo.

El desgañite vocal en “Whisky Psycho Hellions” es asombroso y hasta el corte tiene elementos qe pueden recordar a los imprescindibles Mercyful Fate de sus inicios, aunque dejando de lado las complejidades instrumentales. El riffeado rasgado de “Hiding in Shadows” es otro gran momento de un disco que te mantiene atento y en tensión desde su inicio hasta el final.

“Blood Angel” es el tema más “alternativo” del compacto, un medio tiempo que podríamos calificar incluso de melódico que demuestra que no sólo saben meter la quinta y empezar a dar dentalladas a golpe de riff. También es de largo el tema más extenso.

Para los fanáticos del speed metal 80, de la NWOBHM y los nostálgicos de la década de Espinete no son ninguna novedad, pues ya los tenemos en un pedestal, pero estoy seguro que este “Ravenous” va a llamar la atención de otros círculos más alejados de estos géneros. Puede que no sea su mejor obra, pero si la más equilibrada, mejor producida (¡ese Roy Z!) y con la que más medios han contado. ¡Hay que ver este material en directo ya!