Con el tiempo, The Answer terminaran siendo una de las mejores expresiones de un género que necesita generar bandas capaces de recoger el testigo. A la mayoría de los grandes de la época les quedan entre cinco y diez años sobre los escenarios. Es el momento para que, de una vez por todas, haya relevo. Las canciones nunca serán como las de los pioneros, pero el espíritu y el amor por el rock si.

La evolución de The Answer desde que editasen “Rise” ahora hace casi diez años ha sido prácticamente nula, más allá de perfeccionar su sonido como banda. Y menos mal. Porque la función de una banda como esta es exactamente no evolucionar. Representan una época de nuestra música que no volverá y que fue la semilla de todo lo que vino después. El classic rock, el rock setentero, el que Led Zeppelin, AC/DC, los Stones, Bad Company o Deep Purple hicieron tan grande hace más de 40 años. Quien quiera vender a The Answer como algo novedoso o con identidad propia se puede ir al cuerno. Lo que hacen está tan arraigado en una época y sonidos concretos que negar el obvio tributo sería indigno. Lo cual no quiere decir que The Answer no posean buenas ideas a la hora de hacer canciones con obvio gancho. Pero las bases son las que son, aunque si es cierto que han conseguido alejarse un poco del excesivo parecido a Zep, aunque siguen codeándose con ese sonido en temas del nuevo disco como “Aristocrat”, entre otras.

La gira de 2008/2009 con AC/DC debio dejarles un buen poso de ideas, porque desde entonces han dado un pequeño giro en su sonido hacia el hard rock más rocoso y menos lisérgico. Una buena muestra es “Long Live The Renegades”, el tema que abre este nuevo disco. Desde el “one, two, three, four” (con el four oscurecido por un dedo deslizandose mástil arriba del bajo) es obvio que el sonido de los australianos ha impregnado mucho sus composiciones, algo más notable en este trabajo que en “Revival” o “New Horizon”.

El groove sigue siendo su fuerte, como demuestran en los primeros compases de la radio-friendly “Cigarettes & Regret” (muy Quireboys, a todo esto) o el tema que da título al disco. También hay un pequeño giro stoner en canciones como “Last Days of Summer” o “Whiplash”, lo cual mantiene el componente setentero interesante y fresco.

Brilla con especial intensidad la voz de un Cormac Neeson que está en su plena madurez y que tiene la cantidad justa de melodía, rugosidad y fuerza necesaria para entonar los temas de la banda. Posiblemente The Answer no podrían tener a un cantante más solvente que este, aunque se lo propusiesen. Ese sonido con esta voz es igual a grandes canciones. Tampoco hay que olvidarse de un Paul Mahon cada vez más versátil y detallista en sus riffs, demostrando que se puede recordar el pasado sin copiarlo exactamente y con ideas frescas bajo el brazo.

Con el tiempo, The Answer terminaran siendo una de las mejores expresiones de un género que necesita generar bandas capaces de recoger el testigo. A la mayoría de los grandes de la época les quedan entre cinco y diez años sobre los escenarios. Es el momento para que, de una vez por todas, haya relevo. Las canciones nunca serán como las de los pioneros, pero el espíritu y el amor por el rock si.

Grupo:The Answer

Discográfica:Napalm Records

Puntuación:5

Canciones:

  1. Long Live The Renegades
  2. The Other Side
  3. Aristocrat
  4. Cigarettes & Regret
  5. Last Days of Summer
  6. Strange Kinds’ Nothing
  7. I am What I Am
  8. Whiplash
  9. Gone Too Long
  10. Red
  11. I Am Cured
  12. Raise a Little Hell
  13. Feel Like I’m on my Way
  14. Flying
  15. I Will Follow On
  16. The Other Side (Acoustic)
  17. Gone Too Long (Acoustic)
  18. Strange Kinda’Nothing (Acoustic)

Votación de los lectores:5