Stravaganzza: Raíces
Una de las definiciones de raíz dice que es el órgano que crece en dirección contraria al tallo, al que sirve de sostén; por norma general no suele estar visible. Así que STRAVAGANZZA parece que nos muestra esa parte que no se ve de ellos que sirve para crear al grupo. Desde la portada lo hacen de manera explícita, y así lo hacen a lo largo de sus trece cortes.
El caso es que hay gente que no entiende ese camino del grupo, el experimentar con su sonido por buscar cosas nuevas; al fin y al cabo el grupo coge sonidos de aquí y allá, influencias de uno y otro miembro, y así dan forma a cada álbum. De hecho a día de hoy se me sigue haciendo complicado el definir el estilo del grupo en pocas palabras. Este ‘Raíces’ marca el cuarto de su carrera, el segundo tras la incorporación de Patricio y Carlos, y de nuevo vuelven a crear una obra distinta a las anteriores; similar en cierto modo, ya que guarda la esencia del grupo con esos adornos sinfónicos a cargo de Pepe Herrero, con la inconfundible voz de Leo Jiménez, pero sin repetirse. Los que echaron en cara que ‘Requiem’ era demasiado metal con respecto a los dos discos anteriores, seguramente estén más contentos con este; y eso lo dice una persona al que el anterior le encantó.
STRAVAGANZZA son ante todo un grupo de sentimientos. No fue de extrañar que su segunda obra se titulara así, y han seguido demostrando con sus composiciones, tanto musicalmente como en las letras, que desbordan todo tipo de ellos. Como no podía ser de otra manera, aquí vuelven a hacer gala de ellos, empezando por el que fuera single de presentación. ‘Que te follen’ no fue entendido por la mayoría de público a raíz de sus comentarios: que si no era acorde a la calidad del grupo, que si se trataba de algo vulgar, que si era simplón, que si la letra era de las peores… y eso que guardaba ese aire sinfónico tan característico en el grupo, de una manera pesada y pausada. En fin, como dije más arriba, la raíz de algo es donde se sustenta un tallo, una parte visible; la gente que se quedara solo en el tallo, en la apariencia, quizá viera eso (y seguramente son los mismos que flipan cuando escuchan un fuck you de un grupo extranjero). Los que profundizamos un poco más, y nos enteramos de que la letra refleja en primera persona la situación de una mujer afectada por la maldita violencia de género, lo entendemos mejor y la apreciamos como tal.
‘Sin Amar’ fue su segundo adelanto, y la acogida fue mejor. Más dinámica que la anterior, con una letra menos explícita, patrones bastante parecidos… Pero no, no hay que quedarse en solo dos temas para describir un disco de este grupo. Bueno, es que hay que escuchar todos a conciencia para entender lo que es un disco de STRAVAGANZZA. ‘Cuestión de fe’ es el punto de partida oscuro, por momentos inquietante, en lo que parece (por la letra) una declaración de principios por parte del grupo de seguir adelante, fijarse objetivos y alcanzarlos contra viento y marea. En él ya se aprecia un detalle que se va a repetir a lo largo del disco, que es la mayor importancia de la guitarra solista de Pepe, con más solos de lo habitual. También se nota que las orquestaciones, a pesar de estar presentes, esta vez ceden terreno en importancia respecto a guitarras/bajo/batería en algunos cortes.
Cuando uno se encuentra relajado con el primer tema, le choca el inicio de ‘Felicidad absurda’, más alegre de lo habitual en el grupo… para romperse en unos ritmos cercanos al black, unos cambios de ritmo acojonantes, con Leo mostrando sus guturales y alternándolo con su voz más habitual. Una gozada, y de los temas más completos del disco. Junto a él, los que más me llaman la atención son ‘Maldita oscuridad’, en cuya parte central no puedo evitar recordar a Hetfield versionando ‘The Wait’ de Killing Joke, y ‘Agonía’, con un sentimiento agonizante como su título indica, la mejor musicalmente, con una letra impactante, y una melodía de piano inicial que marca a Leo el camino a seguir en el estribillo.
Antes comentaba que este era el segundo disco con Patricio Babasasa y Carlos Expósito, y vuelven a aportar su granito de arena. El primero de ellos, aparte de la citada ‘Que te follen’, compone ‘Máquinas’, otra exhibición de cambios de ritmo, pero más acelerada. Por su parte, el batería deja su huella en ‘La tormenta’, una de las piezas más sentidas y metafóricas del álbum, de nuevo con aire oscuro y adornada por un solo final notable.
Los demás temas se los reparten Pepe y Leo Jiménez. Como experimentales que son, se atreven a hacer una segunda parte de ‘Impotencia’, con alguna parte de la letra similar, con un aire totalmente distinto y renovado, y con la aparición de Mero Mero (Cuernos De Chivo) como segunda voz; y a quien no le guste, siempre tendrá la original. ‘La cicatriz’, con tintes apocalípticos, y ‘Bucle’, muestran un sonido bastante pesado. Por otro lado, la tranquilidad y la melodía la ofrecen ‘Un millón de sueños’, con cierto aire a balada, y la bella ‘Raíces’, que cierra de una manera melancólica y emotiva.
Un disco para profundizar, para descubrir, para ver sus raíces. Quizá las primeras escuchas sean más complicadas que su predecesor, que era mucho más directo. Pero el mayor encanto del grupo es lo raro que es, todo lo que ofrece, y todo lo que aún deja por descubrir; al fin y al cabo es lo mejor que tiene el grupo, que no nunca puedes esperarte algo concreto de ellos, ya que son impredecibles. Un álbum sin complejos, haciendo exactamente lo que les ha venido en gana. A quien de una oportunidad, a buen seguro que no dejará indiferente.
Varo (varo@themetalcircus.com)
Grupo:Stravaganzza
Discográfica:DFX
Puntuación:9
Canciones:
- Cuestion de fe
- Felicidad absurda
- Que te follen
- Sin amar
- Maldita oscuridad
- Impotencia II
- Un millón de sueños
- Agonía
- La tormenta
- La cicatriz
- Máquinas
- Bucle
- Raices
Año:2010
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