Helloween: RABBIT DON’T COME EASY
Teóricamente, cuando se valora un disco se debe hacer esa valoración en función
a la carrera de la banda, y mas o menos especificando que lugar ocupa el nuevo
lanzamiento dentro de la historia particular de cada banda. En el caso de HELLOWEEN
es muy difícil saber mediante que banda y mediante que historia juzgar su nuevo
disco. HELLOWEEN consiguieron la mayor parte de su fama gracias a dos discos
como fueron los “Keepers”, y si hemos de juzgar este “Rabbit Don’t Come Easy”
en funcion a ellos, no comenzamos bien. Es una banda totalmente diferente, es
un enfoque totalmente diferente, y en definitiva, no hay ningún nexo entre los
HELLOWEEN de 1987 y los HELLOWEEN de 2003 mas allá de la permanencia de Weikath
y Grosskopf en la banda.
Pero, si hemos de valorar “Rabbit Don’t Come Easy” en función a la historia
reciente de la banda, no es tan dificil. La banda ha llevado una trayectoria
confusa desde que comenzó la pasada decada y ahora intenta desesperadamente
buscar algunas de sus raíces. Muchos culparan a Andi Deris de todos los males
de HELLOWEEN, pero cuando Kiske aun estaba en la banda, se editaron dos discos
como fueron “Chameleon” y “Pink Bubbles Go Ape” que actualmente nadie crítica
de la misma manera que se hace con “Better Than Raw” o “The Dark Ride”. Así
que dudo que la culpa sea enteramente del rubio vocalista. Dudo también que
la culpa sea del arisco Weikath. Realmente, la culpa no es de nadie. Los HELLOWEEN
que amamos son producto de una epoca y momento determinados, y es imposible
que un disco nuevo de la banda se asemeje a aquellos tiempos. La banda es distinta,
los tiempos son distintos, y las ideas son distintas. Punto y final.
Valorando, “Rabbit Don’t Come Easy”, un disco de Heavy Metal del año 2003,
como lo que és podemos llegar a afirmar que es un buen disco. No es excelente,
no es una obra maestra, pero es un buen disco que entra con pocas escuchas.
“Just A Little Sign”, el tema inicial, intenta ser rápido y grandilocuente,
pero la producción lo hace cargante, mientras que “Open Your Life” y “The Tune”
son infinitamente mas accesibles que el teórico single. Todo se va al garete
con un insufrible “Never Be a Star” de influencias indias en el fraseo de guitarra,
durante el cual sentirás ganas de empalar a Andi Deris y su maldito timbre de
voz en varias ocasiones. El estribillo se repite tanto que la próxima vez que
alguien te salude por la calle le dirás “Never Be a Star”.
Todo vuelve a su sitio con “Liar” y su inicio calcado del “Aces High” de IRON
MAIDEN. El elemento mas destacable es la batería de Mikkey Dee, quizá sospechosamente
atronadora, y con un doble bombo curiosamente perfecto. De todas maneras, la
voz “sucia” que Andi Deris pone en este tema me deja indiferente. Por un lado
pega con el tono heavy del tema, pero por otro lado es un tipo de voz que no
va con la manera de cantar de Deris y por tanto queda excesivamente superficial.
Los fraseos de guitarra indios vuelven en “Sun For The World”, un tema que
va ganando en intensidad a medida que avanza, y que es probablemente el mas
duro del disco junto con “Liar”. El nuevo guitarra, Sascha, se desenvuelve sin
problemas en el contexto de HELLOWEEN, y son sus composiciones las que se revelan
como las mas pegadizas del disco.
Aunque me temía lo contrario, el disco no suena forzado. Parece ser que el
cáncer de HELLOWEEN eran Roland Grapow y Uli Kusch. Mejor dicho, Weikath no
podía manejar a Roland Grapow de la manera que ahora debe poder manejar a Sascha,
y como resultado tenemos un disco de HELLOWEEN algo mas cercano a lo que los
fans pueden esperar de tan legendario nombre. La polémica está servida.
“Don’t Stop Being Crazy” es la balada en la que podemos escuchar la batería
de Mark Cross, actualmente aun recuperandose del sindrome de Epstein-Barr. Sin
ser una maravilla de balada, es lo justamente grandilocuente como para quedar
bien en un disco de producción fria como es este. El disco suena sintético y
frío en términos puramente de sonido, no en sus composiciones.
“Do You Feel Good?” es un ejercicio melódico sobrante de las sesiones de “The
Dark Ride” que es ligeramente coreable, mientras que el siguiente corte, “Hell
Was Made in Heaven” nos devuelve a una tónica algo mas heavy, pero sin perder
ese toque característicamente HELLOWEEN en los estribillos.
Llegando a la recta final del disco, “Back Against the Wall” se revela como
un tema demasiado duro para HELLOWEEN y que pese a que el disco es muy heavy,
no pega con el estilo de la banda. Pero así mismo, el penúltimo corte, “Listen
To The Flies” consigue acercarse algo mas al estilo de la banda. Cerrando el
disco nos encontramos con un curioso y hard-rockero “Nothing To say”, el cual
tiene un escandoloso parecido al “Still of The Night” de WHITESNAKE cuando Deris
comienza a cantar.
Como habréis podido leer, “Rabbit Don’t Come Easy” tiene un poco de todo. Tiene
temas que harán encogerse de vergüenza al fan acerrimo de la banda (“Never Be
a Star”) y otros que lo harán fruncir el ceño por su dureza (“Liar”). La cuestión
es que el disco no dejará indiferente a nadie, y eso es lo que necesitan HELLOWEEN
hoy en dia: que alguien les vuelva a hacer caso, sea para criticarles o para
alabarles.
Sergi Ramos
Grupo:Helloween
Discográfica:Nuclear Blast / Mastertrax
Puntuación:7
Canciones:
- Just a Little Sign
- Open Your Life
- The Tune
- Never Be a Star
- Liar
- Sun For The World
- Don’t Stop Being Crazy
- Do you Fell Good?
- Hell Was Made In Heaven
- Back Against The Wall
- Listen To The Flies
- Nothing To Say
Año:2003
Votación de los lectores:6.86364
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