Naughty Boys: R U Naughty Enough

Lo que en un inicio me parecía una banda más de Rock and Roll escandinavo ha sido una grata sorpresa, tanto en el estilo como en lo que a calidad se refiere. Tanto nombre como portada apuntaban hacia Backyard Babies o Turbonegro, pero no, a pesar de ir de chicos revoltosos y traviesos están mucho más cerca de Bon Jovi de los 80 o de White Lion que no de lo que se estila en esas frías latitudes.

Llevan ya peleando desde 1989, separaciones, cambios de formación, desaparición de la banda, hasta que en el pasado 2003 apostaron para volver con tímidos pero notorios resultados. Su anterior EP les ha servido para que viera la luz el presente compacto. Escuchando este trabajo reconozco que hay dos temazos espectaculares, que si los hubiera grabado Bon Jovi serían himnos definitivos. Os hablo de “Trial of Tears”, totalmente orientado a la radio fórmula, apoyado en un bajo hipnótico, con coros envolventes y un estribillo simplemente perfecto. La otra es “Learn to Fly”, una power ballad que empieza a piano, muy emotiva y realzada otra vez por los coros de toda la banda. En este tema cabe destacar el bonito solo de guitarra de Hasse Olson.

El problema es que ni la producción termina de mostrar todo su potencial ni que la voz de Mikael Sandvik, a pesar de ser un gran cantante, no posee ni el toque personal necesario y diferencial ni una calidad rotunda. Sobresalen las tareas de composición mucho más que el lucimiento instrumental y en cuanto a letras tiran bastante de topicazos. En general mantienen un nivel óptimo y de calidad pero, quizá sea por la producción, pero hay momentos que podrían sonar más contundentes y otros en los que el teclado se hace innecesario. Cortes como “Only God” o “I Will”, de riff y actitud algo más vacilona, quedan endulzadas por las teclas de Morgan Valentin”. En cuanto a las baladas matienen el tipo perfectamente, “After the Rain” y la citada “Learn to Fly” así lo atestiguan, quizá sean algo típicas pero valen la pena. En cuanto a los medios tiempos parece que son su hábitat natural, si “Trial of Tears” es genial, no se quedan lejos del nivel que gastan en la pegadiza “Last Man Standing” o la melosa final “Something to Believe In”.

Interesante paso adelante de una banda que ya ha tenido sus hits de éxito anteriormente muy a pesar de que este sea su primer compacto. Tienen calidad pero quizá la producción no es la más indicada para lo que nos ofrecen. Buenos temas, grandes dotes de composición y buenos instrumentistas, pero para dar el pelotazo y llegar más allá van a necesitar más medios. Han cosechado buenas críticas, y de hecho se las han ganado. Habrá que seguirles la pista.