Coroner: R.I.P.

El término “banda de culto” suele emplearse para hacer referencia a una banda
cuyo legado, aún no siendo reconocido por la amplia mayoría de fieles al estilo
musical en cuestión, sí dejó en su día huella de una manera u otra dentro de
la escena marcando a una serie de bandas que más tarde llegarían.

“Bandas de culto” hay muchas, pues bien, CORONER son una de ellas sin lugar
a dudas.

De nacionalidad suiza, CORONER al igual que sus compinches SAMAEL, CELTIC FROST
o MESSIAH, fueron los encargados de dar a conocer al “gran” público el buen
hacer de las bandas transalpinas.

Un año antes de sacar al mercado su debut y disco que nos ocupa, “R.i.p.”,
CORONER lanzaron una demo llamada “Death cult” con un sonido crudo donde los
haya pero que ya denotaba por donde iban a ir los tiros en los años venideros.
Musicalmente, CORONER no serán recordados por “Death cult” pero sí por haber
contado para la ocasión con Thomas Warrior, voceras de CELTIC FROST al frente
del micro.

Suponemos que perteneciendo CELTIC FROST a Noise Records, no les fue muy difícil
a los chicos de CORONER conseguir un contrato discográfico con el sello del
gurú del thrash metal europeo y productor ejecutivo Karl U. Walterbach.

Llegamos al año 1987, el thrash metal vivía su máximo momento de apogeo creativo
y aún no había sufrido la “contaminación” de finales de los 80 / principios
de los 90 cuando empezaron a aparecer bandas como rosquillas. Con esto no quiero
decir que CORONER fueran unos oportunistas, pero sí es cierto que parte de su
estela y aureola de culto se debe básicamente al haber estado en el momento
y el lugar adecuado.

Bajo la tutela de otra pieza clave del desarrollo del thrash metal, el ingeniero
de sonido Harris Johns (TANKARD, SEPULTURA, SODOM, KREATOR, VOIVOD, HELLOWEEN,
GRAVE DIGGER, KRISIUN, OPROBRIUM, NIGH IN GALES…) “R.i.p.” fue materializado
en los Music Lab Studios de Berlín en 1987 y posee a fecha de hoy una de las
producciones de sonido más crudas y agresivas (que no malas…) de la historia.

Los cerebros que se escondían tras CORONER eran el guitarrista Tommy T.Baron
(Nombre real – Tommy Vetterli), el batería Marquis Marky (Nombre real – Marky
Edelmann) y finalmente el bajista / cantante  Ron Royce (Nombre real – Ron Broder).
Esta clásica formación de trío duraría hasta finales del año 1993 en el que
CORONER deciden pasar a mejor vida dejando para la posteridad un último trabajo,
“Grin” y al año siguiente un recopilatorio bastante curioso bajo el nombre de
“Coroner”. Su contrato expira con Noise Records y por motivos que se me escapan
ambas partes no llegan  a un mutuo acuerdo.

En algunas entrevistas concedidas por miembros de CORONER tiempo después de
su disolución comentan que de haber recibido tan solo la mitad de dinero que
percibían bandas de su mismo sello como RAGE, HELLOWEEN o KREATOR para publicidad
y giras habrían llegado mucho más alto, y eso es algo que nunca nadie se lo
discutirá, aunque como decíamos, su status de culto ya no se lo quita nadie.

“R.i.p.” se abre con una fenomenal introducción de piano que precede a uno
de los grandes himnos de la banda, “Reborn through hate”, tema donde encontramos
todas las señas características del sonido CORONER, estructuras enrevesadas,
típicos solos de guitarra <made in coroner>, bases rítmicas bastante
jazzeras debido a la influencia que este estilo dejó en Ron Royce y Marquis
Marky, los típicos riffs de guitarra de Tommy T.Baron consistentes en melodías
de guitarra mástil para arriba mástil para abajo a toda leñe…

Con la siguiente “When angels die” nos encontramos con un tema que posee un
riff principal bastante rockero, pero que acaba desembocando en lo que CORONER
mejor saben hacer, thrash/speed metal, amen de uno de los mejores solos de todo
el disco. Solos que por cierto, han convertido a su creador Tommy T.Baron en
uno de los mejores guitarristas del thrash metal de todos los tiempos (Con el
permiso de Alex Skolnick, duda ofende). Cada uno de sus punteados tenía su toque
característico mezclando escalas propias del blues con algunas otras netamente
metálicas, pero siempre dejando patente su estilo y su feeling, a diferencia
de muchos otros que apostaban más por la técnica que por el propio sentimiento
del punteado. 

Lo siguiente que nos encontramos es una instrumental precedida de una intro
memorable donde las haya construida a base de guitarras acústicas que desembocan
en un solo de una emotividad bíblica y con unos golpes esporádicos de teclado
que más tarde CHILDREN OF BODOM copiarían descaradamente sin que nadie se percatara
por ello. “Nosferatu” y su correspondiente intro, pese a ser instrumental marca
quizá el punto más álgido del disco poniendo la piel de gallina al instante.

A continuación vienen 5 temas 100 % CORONER técnicamente intachables y de una
crudeza inaudita que conforman el grueso del disco, “Suicide command”, “Spiral
dream” (con letras de Tom Warrior de CELTIC FROST), “R.i.p.”, “Coma” y “Fried
alive”.

Y ya cerrando el disco nos encontramos con otra instrumental a guitarra acústica
memorable donde las haya, del compositor del siglo XVII, A. M. Siegrist. que
se empalma con el gran himno que cierra el disco,”Totentanz”, thrash técnico
y crudo a más no poder.

Ahora sí, “Outro” cierra “R.I.P.” con unos fraseos de guitarra escalofriantes
y unos teclados atmosféricos bastante logrados de apenas 1 minuto de duración.

Pese a dejar tan solo 5 discos para la posteridad, CORONER son una leyenda
por méritos propios aunque todo indica a que nunca volverán a reunirse. De Ron
Royce no se sabe nada, Marquis Marky se enroló junto a Tom Warrior en un proyecto
de metal industrial llamado APOLLYON SUN y finalmente, el dios de las 6 cuerdas
Tommy T.Baron se unió a KREATOR para sacar los dos discos “malditos” de esta
banda, “Outcast” y “Endorama”.