Tiamat: Prey

Entiendo perfectamente que mucha gente vea a Tiamat como una banda aburrida, soporífera y que muchos prefieran sus primeros trabajos, pero hay algunos puntos a los que nadie puede discutirles: tienen personalidad propia, han marcado un estilo ampliamente imitado, son unos de los referentes más claros dentro del rock gótico y son los reyes de la melodía oscura.

Hablar de Tiamat es hablar de Johan Edlund, una de las mentes más creativas de la escena gótica. Con Prey se da una continuación lógica que guarda muchos puntos de conexión con A Deeper Kind Of Slumber, Skeleton Skeltron o el propio Judas Christ. Una de las escasas diferencias con dichos CDs es que Prey es muy superior al resto.

La sucesión de melodías tristes, exquisitas, que ha parido la mente de Edlund te transportan al particular universo de los suecos. Sólo hay que escuchar el dueto vocal de “Carry Your Cross & I’ll Carry Mine” para entender que el sonido Tiamat es inconfundible y va dotado de una carga emotiva impresionante. Hay hasta sensualidad en su música. Podría ser perfectamente el single, pero se ha optado por la preciosa “Cain”, otra maravilla triste llena de melancolía. Siguen manteniendo esos temas enlace instrumentales de corto minutaje entre canciones. En “Clovenhoof” manda la acústica de Thomas Petterson consiguiendo otro de los mejores cortes. La canción que cierra el disco es “The Pentagram”, con la letra basada en una de las poesías de Alister Crowley (apodado como el anticristo), uno de los brujos más importantes de la historia y todo un recurrente en la imaginería del metal. Se da cabida a todo tipo de efectos, a ritmo pausado mientras suena el inquietante teclado y la susurrante voz de Edlund. Pese a navegar siempre a velocidades de crucero empapadas en lágrimas, en ningún momento el disco llega a mostrarse aburrido, aunque si no estás acostumbrado al peculiar estilo del grupo puede que llegues a soltar algún bostezo. Si eres fan de estos suecos vas a rendirte ante temas como “Love In Chains” o especialmente “Wings Of Heaven”, auténticas joyas marca de la factoría gótica sueca. En “Divided” encontramos otro dueto con voz femenina, un recurso habitual de Tiamat desde los tiempos del Skeleton Skeltron. Algo más movida resulta “Light In Extension” con voces distorsionadas y una melodía sencillamente perfecta. El órgano le da un contrapunto alegre digno de elogio.

Uno de los mejores discos que hayan grabado nunca y posiblemente el mejor disco de gótico del año. Sigue presente esa presencia satánica y una temática muy bíblica en todo el disco, aunque la etiqueta que mejor se ajusta a ellos es el rock gótico. Lejos de la sacarina habitual de productos como Him o To/Die/For o de la virguería clásica-operística de unos Lacrimosa, Tiamat se mantienen fieles a su forma de entender el gótico y con Prey parece que han escuchado nuestras oraciones, Edlund ha firmado una de sus obras cumbres.