Powerwolf: The Sacrament Of Sin

La banda de los hermanos Greywolf regresa con un nuevo álbum bajo el nombre de 'The Sacrament Of Sin' (2018), disponible desde el 20 de julio de la mano de Napalm Records.

El pasado mes de enero, la banda alemana se embarcaba de nuevo en una aventura discográfica entrando en el estudio para preparar el que sería su séptimo álbum, con la ayuda del productor Jens Bogren (que ha trabajado con bandas como Opeth, Arch Enemy o Amon Amarth). ‘The Sacrament Of Sin’ (Powerwolf) está formado por once canciones que confirman a la banda como un nombre más que destacable en el power y heavy actual.

La banda cuenta con el mismo line up desde sus comienzos, a excepción de su último fichaje, el batería Roel Van Helden. Los miembros que siguen al pie del cañón son Attila Dorn a la voz, Matthew Greywolf a la guitarra, Charles Greywolf a la guitarra y bajo y Falk Maria Schlegel al órgano. Tras 15 años y 7 álbums juntos, ya cuentan con una gran personalidad sonora que se aprecia en cada canción de ‘The Sacrament Of Sin’, con un sonido que toma lo mejor del power metal y el heavy actual y que Olga Vidal os describe a continuación.

Powerwolf: de Alemania al mundo

La popularidad de la banda de metal Powerwolf sube como la espuma en Alemania, su país natal, desde su fichaje con Napalm Records. Actualmente, incluso atraviesa sus fronteras para llegar a todos los rincones con su poderoso power metal. Al fin y al cabo, ya cuentan con siete álbums en el mercado y 15 años de experiencia a sus espaldas. Su último trabajo, Powerwolf – The Sacrament Of Sin (2018), está disponible desde el 20 de julio y será presentado en una extensa gira que los llevará por festivales de toda Europa (incluido el festival español Leyendas del Rock, concretamente el 10 de agosto).

Con su anterior álbum, ‘Blessed & Possessed’ (2015), Powerwolf había alcanzado ya un lugar de lujo dentro de las listas de ventas alemanas. Suerte similar había tenido ya su predecesor, ‘Preachers Of The Night’ (2013) y, posteriormente, con su DVD ‘The Metal Mass Live’ (2016). Todo ello les ha llevado a formar parte de los carteles de los mejores festivales de Europa. Con la llegada de su último álbum, mantienen toda su fuerza y su sonido característico y pegadizo para repetir éxitos con ‘The Sacrament Of Sin’ (2018). Mezclando un cuidado sonido con un conjunto de conceptos visuales, crean su propia marca y no pasan desapercibidos. Desde sus oscuras letras, pasando por su brutal música y sus potentes directos, así como todas las curradas ilustraciones que forman parte de sus álbums (como, por ejemplo, la portada de su último disco), forman el completo conjunto que conforma Powerwolf en la actualidad.

‘The Sacrament Of Sin’ (Powerwolf): la potencia del power y el heavy

El álbum arranca con «Fire & Forgive», con una potencia brutal, unos riffs y una melodía de voz totalmente pegadizos y un sonido muy personal, puro power metal. Hablando de melodías pegadizas, ni un seguidor de la banda se quedará sin corear en directo el estribillo de «Demons Are A Girl’s Best Friend». Con un ritmo menos acelerado que la primera canción, pero con un teclado y voz protagonistas, tampoco pasa desapercibida.

Continúan con «Killers With The Cross», menos power y más heavy metal, Attila Dorn vuelve a resaltar sobre una base musical más sencilla, pero de nuevo muy pegadiza. También escuchamos el primer solo de guitarra llamativo en lo que va de disco. Le toca ahora a la que fue uno de sus singles, «Incense & Iron». Comprensible que haya sido utilizada como single, ya que es un futuro himno de la banda, sin duda. La voz destaca todavía más que en temas anteriores y ningún instrumento queda en la sombra. No sólo es pegadizo el estribillo como en algunas canciones anteriores, todo el tema brilla.

«Where The Wild Wolves Have Gone» es más melódica y relajada. Los detalles cobran valor, como la melodía de teclado, una suave percusión y la presencia de instrumentos adicionales que aportan un valor añadido a la canción. Regresa la epicidad con un sonido de nuevo entre el heavy y el power con «Stossgebet», una de estas canciones cargadas de energía que parecen bandas sonoras de guerra.

Continúan los himnos hasta el final Powerwolf – The Sacrament Of Sin

Pasando el ecuador del álbum encontramos mucha variedad sonora y un potencial más visible que en las anteriores canciones. La calidad sonora aumenta por momentos en un álbum que no deja de sorprender hasta el final. Con una pegadiza intro llega «Nightside Of Siberia», que continúa como todo un himno heavy que, como en temas anteriores que tiran más por esta rama, recuerda a sonidos de heavy moderno, más que al clásico.

La canción que da nombre al álbum, «The Sacrament Of Sin», retoma el puro power con una potencia brutal. Variaciones rítmicas, una batería frenética, guitarras potentes y un teclado muy presente, así como una poderosa voz forman en conjunto un auténtico temazo de power metal. «Venom Of Venus» recoge lo mejor de ambos estilos para crear una mezcla con ese sonido tan Powerwolf. Estribillo pegadizo con tintes épicos y una potente base instrumental conforman un himno más para la colección. Lo que se echa en falta en otras canciones son solos de guitarra como los de «Venom Of Venus».

Con una tónica que ya vimos anteriormente, «Nighttime Rebel» anima el ambiente en todo momento, no se espera al estribillo. Tiene, además, los mejores solos de guitarra del álbum, que parece que se han guardado para la parte final del disco en lugar de aprovechar al máximo el tremendo potencial de los hermanos Greywolf. Se despiden con la epicidad de «Fist By Fist (Sacralize Or Strike)», puro power metal plagado de energía y potencia. Finaliza así un álbum con mucha personalidad y talento, que deja ver a una banda que todavía no ha terminado de explotar su brutal potencial.