Anvil: Pound for Pound (Reedición)

Esta banda de speed clásico canadiense sigue disfrutando de su merecido éxito tras tantos y tantos años de lucha. Si hace poco reseñábamos la reedición de “Strenght of Steel” ahora toca su quinto disco: “Pound for Pound”. Este es una vuelta a las raíces después de las críticas vertidas por su anterior disco que, a pesar de haber entrado en las listas de ventas, se alejaba bastante de lo que podíamos esperar de esta banda, dura como el yunque. En el seno del grupo no se respiraba un muy buen ambiente precisamente. Corría el año 1988 y la consigna era velocidad y potencia. Pasaron muchas horas en el estudio pero muchos de los integrantes del grupo preferían estar jugando a las consolas que dando el callo. Reiner y Lips tuvieron que tirar, como siempre, del carro.

En el disco se palpa esa sensación e ímpetu de volver a las raíces y ya en “Blood on the Ice” hay esa sensación de reencuentro. Gran tema, basado en las muchas horas de visionado de hockey hielo en la tele. Corte duro, afilado y muy veloz. “Fire in the Night” es un tema con historia… Al parecer un fantasma hizo su aparición en el estudio llegando a tirar los micros al final de la grabación. Es otro de esos temas que muchos fans reclaman para el directo. Muy definitorio de Anvil. Riffs pesados, guitarras afiladas y velocidad de crucero con estribillo hímnico. “Toe jam” es pura velocidad contrastando con la más pesada y Black Sabbathera “Corporate Preacher” , cercana a ese power metal americano de los 80. Más básica y prescindible es “Safe Sex” a pesar de que no hay que desdeñar el gran trabajo en las guitarras.

Pura diversión es la cachonda “Where Does All the Money Goes?”, con una cadencia muy Anvil y ese estribillo repuntado a coro. Uno de los temas más pegadizos del disco pero también uno de los más entretenidos. En “Brain Burn” vuelve la velocidad y el doble bombo de Reiner que a tantos músicos llegó a influenciar en su día. Dosis guitarrera para “Senile King”, conteniendo todos los ingredientes que han dado fama al grupo y con ese trabajo enorme de guitarras puramente 80eras de la época. Finalmente destacar la trepidante y clásica “Machine Gun”. Uno de esos cortes agresivos, ultrarrápidos y cercanos al thrash de la época. Una de las preferidas de muchos fans y con esa sensación de caos que se rompe con el estribillo. Aquí Reiner demuestra pegada en timbalas y caja.

A pesar de que sus primeros discos contienen grandes himnos este “Pound for Pound” demuestra una madurez exquisita y supone la vuelta a la senda andada en sus primeros pasos. Un disco maduro que sorprende por su calidad teniendo en cuenta que las cosas no marchaban especialmente bien y que su anterior disco fue duramente criticado por muchos de sus fans. Hay mucha gente que siempre destaca esta obra, y viéndola en perspectiva cabe decir que tiene mucho mérito. Hay grandes temas, velocidad, decibelios y el sabor clásico de unos luchadores que siempre han tirado para adelante por muy adversas que les fueran las cosas. La travesía de los 90 sería larga y dura, pero sus últimos discos de los 80 poseen todos un encanto arrebatador.