Creo haber detectado también el homenaje a “un amigo que nos dejó” en la letra, recordándole que algún día nos veremos de nuevo, que allí iremos. Independientemente de las creencias de cada uno, arriba o abajo, allí contempla orgulloso Piggy el fruto de su trabajo en el mejor grupo del mundo, defendido con honor y actitud.

Aún sin habernos recuperado de su magistral lección en el Deathcrusher Tour, donde tuvimos que verles abrir injustamente para otras bandas, nos llega el nuevo trabajo de VoïVod, formada por los dos temas de sus respectivos split EP’s con At The Gates y Napalm Death, un corte nuevo y una versión de los también creadores de universos Hawkwind. Y bien, nada nuevo bajo el sol. Ninguna sorpresa. Lo que aquí nos viene presentado es otra lección magistral de ese grupo que siempre hizo lo que le vino en gana, sin prestar atención a tendencias imperantes o críticas. Habiendo un terreno más que fértil en el cual poder dar rienda suelta al thrash metal que les vio crecer en ‘Killing Technology’ o la aleación metal/HC punk de sus dos primeras seminales referencias, ellos no son uno más ni se conforman en repetir fórmula, como nunca hicieron. Si bien esa primera línea saturada de bajo nos remite directamente a los gloriosos tiempos de “Overreaction”, ni estamos en 1987 ni ellos son los mismos mozalbetes con ganas de comerse el mundo junto a bandas del nivel de Kreator, Running Wild o Celtic Frost. ¿O sí? Con unos años más en cada pata y peinando alguna que otra cana, parece que ellos no han optado por presentar su viejo producto en forma descafeinada e hiperproducida como tantísimos compañeros de promoción hacen. En cambio lo suyo es aprovechar la madurez (¿acaso no la asumieron ya en trabajos como ‘Nothingface’?) y la experiencia que el tiempo pone a su favor para ofrecernos esa pieza de alquimia tan buscada por tantísimos grupos clásicos: un resumen de su carrera pasada sin tener que sacrificar un ápice de frescura u originalidad en ello.

No nos engañemos. ‘Post Society’ puede distar mucho de esas pesadillas galácticas que nos ofrecían en ‘Phobos’ o ‘Negatron’ con ese frenético Eric Forrest a las voces, o del relativamente tranquilo rock de corte psicodélico de ‘Angel Rat’, así como de la corrosión y ultraviolencia de esos anteriormente mencionados dos primeros trabajos que aún a día de hoy suenan mucho más brutales y viscerales que la mayoría de bandas que llevan colgada esa etiqueta. Pero lo cierto es que, tal y como ya pasaba en esos discos de los “nuevos VoïVod” (entendiéndose éstos como los que no cuentan con el tristemente malogrado Piggy entre sus filas), no falta en ningún momento ese toque marciano en sus acordes, ni la influencia de los grupos setenteros que tantas veces han homenajeado directamente a través de versiones, ni el deje d-beat marcado por un Away que a día de hoy aporrea los parches con una precisión clínica y a la vez un espíritu que ya quisieran muchos grupos herederos de la escuela Discharge y GBH, ni la voz rota de un incombustible Snake, ya lejos de la esbeltez de su juventud que le valió ese apodo pero todavía con el mismo tono de voz que hizo clásicos trabajos como ‘The Outer Limits’ y la sonrisa etílica de oreja a oreja que les hace tan grandes en directo, separándoles de tantísimos mercenarios que vienen a descargar su repertorio de forma tal vez profesional pero aséptica. Y es que no quiero mirar a nadie, pero sería más que conveniente que su próxima gira fuese como cabezas de cartel en vez de aparecer un peldaño por debajo a nivel de sonido y tiempo de grupos que desaparecieron y tristemente no retuvieron. Y es que la constancia es un factor tan decisivo como el hecho de creer como el primer día en la propia fórmula. Aún recuerdo a su nuevo fichaje, Rocky, contestándome en el backstage de Razzmatazz con algo bastante ilustrativo: “tío, yo también soy un gran fan de VoïVod”.

“We are Connected” es lo que reza el título y sample de uno de esos nuevos temas, evocando ecos lejanos de una primera época que siguen recordando con cariño. Creo haber detectado también el homenaje a “un amigo que nos dejó” en la letra, recordándole que algún día nos veremos de nuevo, que allí iremos. Independientemente de las creencias de cada uno, arriba o abajo, allí contempla orgulloso Piggy el fruto de su trabajo en el mejor grupo del mundo, defendido con honor y actitud.

Ricard (Morbid Visions Zine)

Grupo:Voivod

Discográfica:Century Media

Puntuación:9

Año:2016-03-08

Votación de los lectores:5