Iced Earth: Plagues of Babylon

Llega en enero la nueva y accidentada obra de Iced Earth. Las cosas se torcieron un poco cuando la base rítmica abandonó el barco, pero ahora ya con Luke Appelton y Raphael Saini parece que la estabilidad ha vuelto a enderezar el barco. Son todo un clásico las idas y venidas en el seno de esta agrupación. Estamos ante el segundo disco de la era Stu y se confirman las expectativas: el grupo vuelve a firmar una obra excelente, si bien para muchos no llegará al nivel de la anterior. Es difícil superar un disco que fue toda una sorpresa, pues nadie esperaba un resurgir de Iced Earth. Schaffer ha optado esta vez por hacer medio disco conceptual y el otro medio con temas sueltos. No ha quedado nada mal la cosa… aunque la portada sea más propia de Cannibal Corpse que de Iced Earth.

El disco se abre con la extensa y épica “Plagues of Babylon”. Tema épico centrado en contenidos bíblicos y que ya hemos podido verlo en directo y en su EP anterior. Intro de rigor y el riffeado característico de Schaffer y Troy Seele. El corte posee toda la fuerza y el sabor clásico del grupo con un estribillo 100% “Something Wicked This Way Comes”. Pero si hay un tema que brilla especialmente en esta obra es “Peacemaker”; la cual ya pudimos escuchar en su adelanto. Tema en crescendo, de línea vocal exquisita y con una intensidad y carga dramática preciosa. Clásico instantáneo con una cierta conexión con las baladas de Lynyrd Skynyrd. Pero la monumental sorpresa es “Highway Man” en la que hay un cambio estilístico importante. Voces sorpresa invitadas y heavy metal más básico que se aleja de su estilo pero suena excelente. La entrada final de Poulsen (Volbeat) remata al tema y lo eleva. Ha quedado genial y demuestra que la gira con los daneses les ha sentado la mar de bien. Cuando uno de los temas experimentales es de lo mejor del disco, eso es una gran señal…

La primera parte es la orientada hacia la historia bíblica, quizá algo más predecible y a medio camino entre el anterior “Dystopia” y la voluntad evidente de mantener esa conexión con el legado clásico. Los detalles de guitarra lucen en cortes como “Resistance” e “If I Could See You” posee una entrada a acústica a lo “Watching Over Me” y es otro de los grandes momentos del disco, con guitarras dobladas en el solo. Quizá los cortes no sean tan redondos como en otras veces, pero escucha tras escucha convencen ampliamente. “Ctuhlhu” mantiene la agresividad a pesar de que hacen brillar sobretodo la melodía y las guitarras ni paran de dejar detalles técnicos. “The Culling” es otro medio tiempo marca de la casa, con estribillo hímnico y riff denso. Otra que seguro estará en sus directos. De verdad que en esta ocasión las guitarras han sido muy cuidadas. “Among the Living Dead” tiene un deje a la etapa Owens, dominada por pirámides y cierta épica. Detacar también la extensa “The End”, junto con la que abre, las más definitorias del momento actual compositivo de Iced Earth. Las guitarras esta vez entran en territorios Judas Priest.

La nueva etapa de Iced Earth sigue confirmando el gran momento. Stu nos ha hecho olvidar a todo un Matt Barlow, algo que parecía imposible. Pese a los cambios de formación el mérito de Schaffer es enorme ya que su grupo sigue estando entre los mejores. Puede que el disco no sea tan inmediato y no convenza como su predecesor, pero escucha tras escucha nos va indicando que hay varios clásicos futuribles. Mucha cohesión compositiva, mucha guitarra y una base rítmica aplastante. Si ya los has visto en directo, poco tengo que añadir; pero este material apunta que sobre un escenario va a sonar de fábula. La lástima es que habrá muchos clásicos que van a quedar fuera del setlist. Pero hay que apoyar lo nuevo pues hay mucha calidad y grandes ideas.