Puede que para muchos sea su álbum más flojo, pero creo que muchos matarían por conseguir un primer tramo de temas tan directos entretenidos y potentes. Lo que sí coincidiremos muchos es en que la portada es horrible a más no poder. Los hermanos Hawkins siguen liderando un grupo refrescante y divertido que da color a la escena y mantiene a muchos fieles en sus filas.

Hicieron saltar la banca a principios de siglo con un disco que parecía llevárselo todo, pero desgraciadamente no soplaban vientos favorables para el rock y todo terminó en agua de borrajas. Una maravillosa segunda obra que no fue entendida y una separación dieron al traste con una banda diferente y divertida como pocas. Ahora mantienen a su nutrido grupo de fieles allí donde van y siguen consiguiendo conciertos de alto voltaje en los que destaca la agudísima voz de Justin Hwkins. Pero a pesar de que el mundo se haya olvidado un poco de ellos siguen sacando meritorios discos a la altura de lo que esperamos de ellos, y “Pinewood Smile” es otra perfecta muestra de ello.

Gamberrismo, tópicos del rock y falsetes por doquier es lo que domina el disco. Nada nuevo bajo la luz del sol pero diversión a raudales y unas composiciones con gancho capaces de alegrarte el día. “Solid Gold” posee una base AC/DC en la que desarrollan todos los ingredientes que les han hecho grandes. A nivel instrumental son sólidos y la batería con Rufus Taylor les hace subir un peldaño de calidad. Sorprende la dureza de “Southern Trains” siendo uno de los temas más netamente heavys de toda su discografía, aunque hay en ello las dosis evidentes de sonido The Darkness. Muchas veces rozan la parodia pero ya es la gracia. Divertidísima y pegadiza es “Buccaneers of Hispaniola” recuerda un poco a “Barbarian”. Bomba melódica con estribillo atómico y bien marcada por un señor riff de guitarra. “All Pretty Girls” es la encargada de abrir siendo un tema típico y potente para dar el chupinazo de salida. Madera de single y un buen solo por parte de Chris McDougall. El contrapunto dulce viene de la mano de “Why Don’t the Beautiful Cry”. Cachonda letra y tema desenfadado que tiene su gracia y entra a la primera.

En general son temas cortos y directos bañados en una producción pulcra con muchos detalles técnicos. Posiblemente uno de los cortes que va a mantenerse en los futuros sets del combo es “Japanese Prisioner of Love”, dotada de dejes muy Queen, lo que la hace sumamente atractiva. Guitarras muy May, juegos vocales y cambios de ritmo y estructura que emparentan este tema con esa genialidad llamada “One Ticket to Hell…”. Sinceramente creo que siempre que se meten en el jardín de Queen es cuando los resultados son mejores. Es a partir de este tema cuando la cosa decae un poco a pesar de que hay buenos momentos como la feliz “Happiness” mientras que “Lay Down with Me, Barbara” baja el listón a pesar del gran trabajo de McDougall a la guitarra. “I Wish I Was in Heaven” es pegadiza pero le falta pegada a pesar del gran papel de Hawkins en los falsetes. Siguiendo la tónica más pausada terminan con “Stampede of Love” a pesar de que hay una sorpresa final si escuchamos hasta el final.

Puede que para muchos sea su álbum más flojo, pero creo que muchos matarían por conseguir un primer tramo de temas tan directos entretenidos y potentes. Lo que sí coincidiremos muchos es en que la portada es horrible a más no poder. Los hermanos Hawkins siguen liderando un grupo refrescante y divertido que da color a la escena y mantiene a muchos fieles en sus filas. En directo le dan mucha cancha a este trabajo, síntoma inequívoco de que confían a ciegas con su producto. Mantiene el nivel y nos regalan algunos clásicos nuevos. ¿Qué más podemos pedir?

Grupo:The Darkness

Discográfica:Cooking Vinyl

Puntuación:7

Canciones:

  1. All the Pretty Girls
  2. Buccaneers of Hispaniola
  3. Solid Gold
  4. Southern Trains
  5. Why Don’t the Beautiful Cry?
  6. Japanese Prisoner of Love
  7. Lay Down With Me, Barbara
  8. I Wish I Was in Heaven
  9. Happiness
  10. Stampede of Love

Año:2017-06-10

Votación de los lectores:5