Graveyard nos trae un disco que tiene temas interesantes, potentes y que en directo funcionarán con total seguridad, pero hay alguno que otro que desentona demasiado. Se han alejado de sus raíces, pero decir que los toques blues han desaparecido sería mentir a los lectores. Es un buen disco, aunque no aporta demasiada novedad a una industria que necesita renovarse y no conformarse con lo mismo de siempre.

Poco después de que en enero de 2017 anunciaran su regreso, Graveyard anunció que sacarían al mercado ‘Peace’, su quinto álbum. Ha sido grabado en los estudios Park de Estocolmo (Suecia) con el productor Chips Kiesbye (The Hellacopters, Michael Monroe, The Nomads) y el ingeniero Stefan Boman (Burt Bacharach, Alice Cooper, Def Leppard).

El parón de Graveyard se basó, entre otras cosas, en componer

Hay quien dice que el descanso que se tomaron fue solo por cuestiones de marketing. Los suecos se defienden argumentando que quizás no haya tanta distancia entre octubre y enero como para que el descanso sea considerado “real”, pero que para ellos el tiempo pasó muy lento y se les hizo muy pesado, por lo que decidieron volver. En cualquier caso, han mencionado que durante esta pausa estuvieron componiendo cosillas y, de hecho, antes de anunciar el regreso de la banda, el rumor de nuevo disco ya estaba bastante extendido.

“It Ain’t Over Yet” es la canción que abre el ‘Peace’ de Graveyard. Decisión arriesgada cuanto menos. Alguien que no haya escuchado demasiado a la bandaseguramente acogería el tema con los brazos abiertos: es bastante rockero, tiene ese sonido ochentero que parece no pasar de moda nunca. No obstante, es una canción que no tiene mucho que ver con lo que la banda nos ha ofrecido en otros álbums, así que seguramente haya fans a quienes se les resiste el tema. Dejando esto a un lado, tiene un ritmo muy pegadizo que en directo funcionaría a la perfección, tanto para fieles seguidores de la banda como para posibles nuevos fans.

Si alguien se hubiese quedado frío con la apertura, “Cold Love” se encargará de devolveros la emoción y la fe en el álbum. Es imposible no reconocer el sonido de Graveyard en este tema. El bajo de Truls Mörk es el protagonista indiscutible, aunque sería injusto no mencionar el excelente trabajo vocal de tan exquisita pieza.

“See The Day” tiene un inicio bastante descafeinado. Es una canción lenta que resulta agradable al oído, pero también muy olvidable. La letra es bonita, pero la canción en sí deslumbra por su carencia de fuerza y su falta de intensidad emocional. Nunca la habría incluido en el álbum, pero en caso de deber hacerlo, estoy de acuerdo en haberla metido en tercera posición, justo antes de la bomba de ‘Peace’, “Please Don’t”.

Nuclear Blast eligió este tema como primer single y no podría estar más de acuerdo. “Please Don’t”, que ya está subida a las plataformas digitales, es la antítesis de “See the Day”. Es intensa, llamativa al oído, transmite fuerza, garra y ganas de sacar billetes de la cartera para comprarte una entrada y poder escucharla en directo. Si aún no la habéis escuchado, recomendadísimo ir a YouTube y ver el videoclip, no tiene desperdicio.

“The Fox” sigue la línea del single, pero tal vez tenga un toque un poco más melódico. En mi opinión es la mejor canción del disco, y da un poco de rabia porque es la más corta –tan solo dos minutos y medio-.

Y ya cruzamos el ecuador del Peace de Graveyard. “Walk On” es la canción perfecta para abrir un concierto. Tiene las pinceladas blues que tanto caracteriza a la banda sin perder un ápice de alma rockera. Hacia el final de la canción, absolutamente todo pierde su inicial intensidad para ir reviviéndola a fuego lento, creando un clímax in crecendo que hace de esta canción uno de los caramelos más sabrosos del disco.

Volvemos al mundo de las baladas con “Del Manic”, que no tiene absolutamente nada que ver con la otra canción lenta del disco. El trabajo vocal de Joakim Nilsson es simplemente espléndido. No necesita llegar a la nota más alta o hacer el agudo más ensordecedor para transmitir mundos que otras voces con un mayor rango vocal no pueden ni palpar. Deseando poder disfrutarla en directo.

‘Peace’ de Graveyard está bien pero no sorprende

Con “Bird of Paradise” entramos en la recta final del disco. Es una canción con mucho movimiento, tiene una dinámica muy disfrutable para públicos muy diferentes, lo cual es tan bueno como difícil de conseguir. Pese a esto y a que sea una de las que más me gustan de ‘Peace’, Graveyard ofrece pocas novedades y seguramente pase por alto.

De nuevo nos alejamos notablemente del blues tan “Graveyardiano” para volver a la dinámica rockera de la primera canción. “A Sign of Peace” estará casi con total seguridad en el setlist de sus conciertos; tiene mucha fuerza y tiene ritmos cambiantes que suelen funcionar muy bien en vivo. Además, la presencia de coros en el estribillo –por primera vez en Peace- hace de esta canción el mejunje perfecto para que los asistentes puedan disfrutar de un buen show.

Se acabó con lo que se daba: “Low (I Wouldn’t Mind)” cierra el álbum. Con seis minutos y medio, es la canción más larga del álbum. Ésta también es una canción in crecendo: comienza con un ritmo suave que poco a poco se va enfureciendo hasta adoptar una melodía fuerte, firme e impetuosa. Es un fin de álbum muy digno que, sin duda, recomiendo a cualquier amante del rock.

De momento no han confirmado demasiadas fechas para presentar en vivo el álbum, pero tenemos la suerte de que España es una de ellas: que nadie se pierda el Garage Sound Festival (Madrid); ¡Graveyard merece mucho la pena y será una noche espectacular!

Grupo:Graveyard

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:7

Canciones:

  1. It Ain’t Over Yet
  2. Cold Love
  3. See The Day
  4. Please Don't
  5. The Fox
  6. Walk On
  7. Del Manic
  8. Bird of Paradise
  9. A Sing of Peace
  10. Low (I Wouldn’t Mind)

Año:2018-05-25

Votación de los lectores:5