Pat Travers: P.T. Power Trio Vol.2

Como es habitual, el prestigioso sello estadounidense Provogue Records (especializado en blues-rock y rock americano desde la década de los 80), nos brinda cada poco los mejores acontecimientos guitarreros del panorama internacional, y su firma es por sí misma sinónimo de calidad. El caso de Pat Travers, uno de los habituales de la casa, no iba a ser menos. Desde su debut en 1976, y tras consagrarse al blues eléctrico a principios de los 90 (al igual que Gary Moore, Travers provenía de una dilatada carrera heavy), este guitar-hero canadiense prácticamente desconocido en nuestro país tiene en su haber una importante discografía que va desde el hard-rock americano hasta el blues eléctrico, pasando por el rock de corte clásico y asiduo de sellos reputados como Appice Records o Blues Bureau, motivo por el cual es un autor que agrada tanto a puristas como a amantes de la distorsión, y sus interpretaciones siempre tienen ese regusto electrizante que caracteriza a los autores “post-heavies”. No es casual que su mecenas y productor de toda la vida sea Mike Varney, famoso productor estadounidense y descubridor de talentos como Yngwie Malmsteen, Richie Kotzen (Poison), Paul Gilbert (Racer-X, Mr. Big), y Tony McAlpine entre otros.

En el volumen que nos ocupa, Travers viene arropado de músicos veteranos y de gran valía: Steve Evans (bajo) y Jeff Martin (batería) –en el volumen 1, P.T.-Power Trio, 2003, le acompañaban el mítico Ansley Dunbar a la batería y Gunter Nezhoda al bajo-. No tengo referencias de estos excelentes músicos, pero su ejecución en este trabajo es poco menos que perfecta. Jeff Martin luce un estilo versátil, detallista y con pegada fuerte que hará las delicias de los profesionales; y Steve Evans es un músico elegante de los que da gusto escuchar.

Travers siempre ha sido un gran intérprete de versiones, algo eminente en esta entrega, compuesta de un variado elenco de interesantes covers que destaca por sus incursiones en los terrenos del heavy, y que sin duda sorprenderá al más pintado. No obstante, este Travers no sería el mismo si no rindiese tributo con su estilo de guitarra energético a los tradicionales del blues y el rock de todos los tiempos. “I’m yours, she’s mine” es el tema inicial del primer disco del gran Johnny Winter, a quien Travers ya ha rendido homenaje en otras ocasiones con su voz ronca, muy semejante a la del prodigioso albino; una rareza: “Stone cold fever” de Humble Pie; “Rock me baby”, otro clásico del blues, originario de B.B. King, pero éste es un tema que nunca suena igual y que evoluciona y cambia según a quien le dé por tocarlo; la sofisticada “Green eyed lady” de Sugarloaf; una sorprendente versión del “Black night” de Deep Purple; la no menos sorprendente, así como inesperada versión de los olvidados Grandfunk Railroad, “Aimless lady”, perteneciente a su monumental tercer disco homónimo de 1970 y que es todo un hito en la evolución del rock duro. La sorpresa sigue en aumento con los primeros acordes de “Swlabr”, de otro gran trío mitológico: Cream… Suma y sigue: “Ready for love” de Bad Company; “Rock the nation” de Montrose; la vetusta “How many more times” de Led Zeppelin; y para acabar una frívola, “Keep yourself alive” de Queen.

En fin, todo un muestrario de exóticas versiones sabiamente ejecutadas y algún tema de la casa que también es de agradecer, como el heavy-metal “Red Skies” y la canción de aires californianos que abre el disco, “You are the music”. Para acabar de rematarlo, una producción soberbia que resalta cada uno de los matices y habilidades de este trío de supermúsicos. Quien haya disfrutado con lo último de Thunder y tenga por la mano el repertorio de los clásicos, seguro que hallará este disco interesante. Un disco que, si bien no viene a decirnos nada que no sepamos, contiene energía y saber hacer a raudales.