Black Label Society: Order Of Black

Zakk Wylde es un genio. Lo es desde hace más de veinte años, y lo seguirá siendo, saque discos buenos o malos, ya lo haga con BLS y con quien le dé la gana. Es lo que tiene la reputación de este personaje, que este año nos dio algún susto con su salud. Tras su salida de la banda de OZZY OSBOURNE, este hizo unas declaraciones en relación a que no le era sencillo estar junto a alguien que está bebiendo constantemente. Tras problemas de coágulos, afirma estar sobrio… y esperemos que así sea, y que siga muchos años más en la música.

Si bien hay cosas que han cambiado en la vida de Zakk Wylde, o incluso en la banda, con la entrada de Will Hunt (BLOODSIMPLE, DARK NEW DAY…) en el puesto de batería, hay otras que no. Las premisas de BLACK LABEL SOCIETY son simples, claras y efectivas: rock and roll metalizado lleno de distorsión sin que falte ese aire sureño en sus composiciones. Ya son más de diez años de BLS, donde la actitud y personalidad del barbudo guitarrista son las señas de identidad más claras. Cuatro años han pasado de ‘Shot To Hell’, y la espera ha merecido la pena, con un trabajo mejor que aquel, pero sobre todo más completo.

‘Crazy Horse’ y ‘Overlord’ abren el disco, y también se han encargado de ser los singles. El primero es un tema totalmente típico en la banda; pesado, cargado de distorsión y armónicos, y con ese sonido macarra tan característico del que lleva haciendo gala Zakk Wylde.  El segundo, cuyo vídeo enmarca al vocalista/guitarra en una parodia de Kill Bill (digno de verse), baja el ritmo del corte inicial, pero mantiene claro el planteamiento, con una parte músical más pesada y trabajada, para volver a animarse con ‘Parade Of The Dead’, más rápida, corta y directa. Como esta última encontramos otros cortes, tales como ‘Black Sunday’ o mi favorita de este estilo, ‘Godspeed Hell Bound’.

En una onda más cercana al single mencionado, encontramos temas completos y elaborados como ‘Riders Of The Damned’ (precedida de la curiosa intro ‘Chupacabra’) o ‘Southern Dissolution’, y la oscura ‘War Of Heaven’, que destaca al salirse de los patrones habituales de la banda. Un comienzo denso e inquietante que desemboca en un tema poderoso. Pero las grandes joyas del disco son cuando Zakk se calma y abre sus sentimientos; y esta vez abundan ese tipo de piezas. Desde ‘Darkest Days’, la primera que encontramos en el disco con él mismo al piano, hasta la acústica final ‘January’. Entre medias encontramos ‘Time Waits For No One’, con un claro mensaje en su letra, o la triste y melancólica ‘Shallow Grave’, la mejor entre ellas. Además, diferentes versiones del disco incluyen covers de BLACK SABBATH, NEIL YOUNG, STEVIE WINDWOOD o SIMON AND GARFUNKEL.

La vuelta de BLACK LABEL SOCIETY supera con creces ‘Shot To Hell’. Parece que tras la salida de Wylde de la banda de OZZY se quiera reivindicar; y con la calidad que tiene lo hace de una manera sobrada y muy completa. Un disco totalmente equilibrado entre temas crudos y otros lentos. No le hace falta reinventarse si lo que ya sabe hacer lo hace tan bien.