Hail Of Bullets: On Divine Winds

Si la demo de esta gente ya me dejó noqueado ahora hace 3 años confirmando el KO absoluto con su larga duración debut del año siguiente, ni puesto de vino barato hasta las cejas habría podido imaginar si quiera que el segundo LP de esta gente sería todavía más devastador.

Siempre sentí especial predilección por la vieja escena holandesa Death Metalera, pero es que ninguno de los nuevos trabajos de ASPHYX, GOREFEST, PESTILENCE o THANATOS puede plantarle cara a este inconmensurable “On Divine Winds”, ninguno de ellos, ni siquiera todos juntos. Y es difícil de comprender pues se supone que HAIL OF BULLETS eran unos segundones detrás de semejantes instituciones del Death Metal europeo.

Con el tiempo y diferentes escuchas, uno percibe que “Of Frost and War” eran 4 brutales himnos y el resto material notable pero que probablemente no llegaba a la altura de ciertos cortes. Sin embargo “On Divine Winds” destroza el precedente en todos los sentidos siendo el más importante seguramente el que atiende a cuestiones meramente compositivas. Y es que durante los 11 cortes aquí incluidos en ningun momento se rebaja la intensidad y la agresión inicial que marca el pistoletazo de salida de la épica intro “The Eve of Battle” y “Operation Z”. Durante todo el disco, HAIL OF BULLETS mantienen unas formas solo soñadas para la inmensa mayoría de los mortales. Aquí no hay ni velocidad de infarto ni técnica desbordada, ¿Para qué? Única y exclusivamente pesadez, densidad, brutalidad a medio tiempo y asfixia sonora en sumo grado. “Pero es que eso ya lo tenía el primero de estos tipos” pensara alguno por dentro. Efectivamente, pero todo ello ha sido potenciado –diría que hasta multiplicado- en “On Divine Winds”.

Con un sonido atronador, de lo mejorcito que ha pasado por las experimentadas manos de Dan Swano de un tiempo para acá, todos los matices de la música de HAIL OF BULLETS pueden apreciarse a la perfección en esta segunda entrega. Y como no, con ello todo el mundo sale beneficiado, desde la garganta (por excelencia más pestilente de la escena) de Martin Van Drunen hastas las concisas baterías de Ed Warby o las 6 cuerdas de Paul y Stephan, culpables de haber parido uno de los muros de guitarras más sólidos y gruesos de los últimos tiempos.

“On Divine Winds”, en mi opinión, representa todo lo que el Death Metal es y debería ser, siendo uno de esos discos perfectos para ponérselo a alguien que nunca antes escuchó este género y quiere adentrarse en él por primera vez. Sin duda estamos ante uno de los clásicos de nuestros tiempos.