Cuélebre: Oinos

Existen ciertos momentos en los que polos que nunca pensaste que se acercarían masivamente, acaban relacionados. Sucedió con el black metal en los círculos «»hipsters»» (con muchas comillas porque es una denominación que personalmente odio), por poner un ejemplo, y está sucediendo con el folk pagano (esta etiqueta también me trae de cabeza) en los círculos metálicos. En gran parte, gracias a bandas que combinan elementos de este tipo de música con características propias del metal más ortodoxo, ese público se ha acercado a bandas del corte de Faun o Wardruna. Y precisamente de estos últimos, Cuélebre beben bastante. No tan sólo es agradable ver cómo esas esferas se acercan, sino también que en países como el nuestro surjan bandas que recojan ese legado y sean tan bien acogidas tanto por los seguidores más tradicionales del estilo como por un amplio sector del público metal.

«Oinos» es el álbum debut de esta excelente banda valenciana, y desde luego pone el listón alto. Con un minutaje muy bien estudiado, los diez cortes que componen el disco fluyen a la perfección y dejan al oyente sediento de más. Muy rico en atmósfera, este trabajo es un gran ejercicio de espiritualización: a través de simples pero contundentes ritmos y deliciosas melodías son capaces de sumergir al oyente en paisajes que se nos presentan totalmente lúcidos y tangibles. Una de sus grandes bazas es que brilla especialmente como un conjunto, como un todo: donde las canciones no tienen tanto peso propio sino que lo que importa es su aportación al producto final. El apartado vocal merece especial consideración, al igual que el amplio rango de instrumentos utilizados y la estupenda producción. Desde luego, saben hacer que a alguien a quien no le llame la atención el género ponga la oreja un buen rato… y que aquellos ya aficionados, disfruten todavía más.  Será interesante ver hacia dónde pueden evolucionar de cara a un segundo álbum.