Dol Ammad: Ocean Dynamics

La idea no está mal, una oda al mar con sopranos, altos, tenores y bajos arropando a una banda tipo de metal, más un DC Cooper que aparece en un tema, Alex Holzwarth (Angra-Rhapsody-Blind Guardian) a las percusiones y sintetizadores por doquier. Es una especie de metal progresivo cibernético cruzado con Therion pero a la postre los resultados son irregulares. Esta agrupación griega apunta bien a la hora de sumergirse en un mar de sonidos y de tener al océano como eje en esta ópera conceptual, pero quizá sea el empacho de sintetizadores lo que se cargue lo que podía haber sido una gran obra.

Los diez cortes abarcan desde el heavy metal al trip hop y hay momentos para todo, destacando especialmente la suite de cuatro temas dedicada al mar “Thalassa Dominion”, pero uno piensa que si en vez de samplers hubieran tirado de orquestaciones la cosa hubiese quedado genial. Los cortes son todos muy extensos, hay buenas ideas pero los coros no quedan todo lo grandilocuentes que uno espera de un trabajo de estas características. De hecho ni la voz de DC Cooper (Silent Force-Royal Hunt) en “Aquatic Majesty” luce como siempre ha lucido.

Hay muchos fragmentos atmosféricos y música descriptiva salpicada por un exceso de samplers que van desde gritos de delfín hasta el rumor de las olas. Destacaríamos especialmente la labor de Holzwarth en la batería demostrando sus dotes mucho más que en la mayoría de bandas con las que suele grabar. Destacar un tema por encima de otro se hace difícil por lo unitario del trabajo, pero hay momentos en los que la cosa promete de verdad, lástima que se queda en eso, momentos. Difícil será que ningún heavy de pro pueda llegar a apreciar experimentos siderales como los de “Descent”, que podría sonar en cualquier chillout de playa costera sin desentonar.

Experimento curioso que promete más que convence. Requiere mentes abiertas y algo de estómago al enfrentarse uno con estilos absolutamente vetados para el rock. Esperemos que la nueva entrega supere con creces lo aquí aportado. Sinceramente, si queréis haceros con discos conceptuales marinos excepcionales probad con el “Wake of Magellan” de Savatage o el “Pont de Mar Blava” de Lluís Llach. Ambos son excepcionales a todos los niveles. Aún así alegra saber que Grecia se va poniendo, poco a poco, las pilas en cuanto a metal se refiere.