Nordic Union: Second Coming

Tengo tendencia a resistirme bastante a esos recurrentes proyectos que pone en marcha el señor que dirige Frontiers Records, Serafino Perugino. Un tipo con un oído musical excelente, a juzgar por los discos que ha sacado el sello en los últimos veinte años, pero también con un sentido del negocio a menudo basado en la cantidad por encima de la calidad: pocos sellos me vienen a la cabeza que, hoy en día, sigan siendo capaces de editar cinco o seis referencias cada mes sin entrar en suspensión de pagos.

Dentro del aluvión de ideas y mezclas de artistas consagrados que la discográfica italiana pone sobre la mesa a lo largo de cualquier año natural, una de las más logradas (junto con Revolution Saints) es la de Nordic Union. En este combo, se une el talento vocal del danés Ronnie Atkins, vocalista de Pretty Maids, con el talento aparentemente inacabable de un Erik Martensson decidido a controlar el hard rock melódico desde sus composiciones hímnicas y repletas de estribillos exquisitos. La primera obra de este dúo fue el trabajo homónimo que editaron en 2016 y donde demostraron tener una química cierta e inevitable. Por encima de todos los temas destacaba uno, “Hypocrisy”, que queda para la posteridad como una de las piezas de hard rock contemporáneo más pegadizas.

Misma fórmula, igualmente genial

En la segunda entrega, llegada apenas dos años después bajo el título “Second Coming”, Atkins y Martensson reeditan la misma fórmula musical -por supuesto- y nos regalan un trabajo de once canciones, todas melódicamente diseñadas para conseguir meterse en tus silbidos para el resto del mes. No se cuales son los ingredientes que usa Martensson con exactitud, pero si nos ponemos a diseccionar siempre vemos una serie de progresiones de acordes y líneas maestras que simplificadas son casi comunes a todas las canciones: afinaciones bajas en las guitarras pero letras y pistas vocales agudas con coros espectaculares y estribillos repletos de energía como contrapunto. El de “Because of Us”, con su juego de aseveraciones y respuestas a modo de gang-vocal con el título de la canción, es un buen ejemplo. El pulso subyacente de la canción, cercano al de la música disco, mantiene en todo momento la energía en un nivel imposible de ignorar.

Atkins, en una segunda juventud

A lo largo de todo este “Second Coming” queda demostrado que Atkins tiene mucho que seguir ofreciendo como vocalista. Con una voz madura y rasgada pero repleta de personalidad, Martensson tiene a su merced la voz hard rockera más arquetípica de toda Europa y eso le permite trabajar con unos parámetros muy concretos en mente, del mismo modo que le sucede a Tobias Sammet de Avanasia, con quien Atkins colabora regularmente. En canciones como “It Burns” usa la parte más baja de su tono con una energía imbatible, mientras que en otras como “Walk Me Through the Fire” explora zonas algo más altas, doblando con Martensson que aporta ese push extra con su voz más fina.

Tres cuartos de hora del mejor hard rock melódico, con influencias ochenteras -notablemente Chris Isaak en “Because of Us y Depeche Mode en “The Best Thing I Never Had”- y una banda de lo más compenetrada. Esperamos el tercero con ganas.