Un buen puñado de matices diferencian a Carving Colours del grueso de bandas "copycat prog" que saturan la oferta hoy día. Si bien su estilo todavía está por depurar y su personalidad está en un estadio temprano de su desarrollo, ya podemos apreciar que la oferta inicial es muy interesante, y que si con un álbum debut ya pueden ofrecer una obra de tanta calidad como la que hoy comentamos, es altamente probable que en un futuro cercano puedan alcanzar un nivel muy superior.

¿Cuál es la mejor manera de empezar el año nuevo? Para mí, hacer una pequeña revisión de los lanzamientos del año anterior, y decidir cuáles son los más interesantes de cara a adquirir la edición física. A la hora de elegir, generalmente las bandas pequeñas tienen prioridad ante las más grandes, dado que son las que más necesitan el dinero. Y si además es una banda que probablemente ha sacado uno de los mejores discos de 2013 dentro de nuestras fronteras, pues más motivo para comprarlo. En este caso se trata de Carving Colours, una banda de prog metal de Sevilla a la que le llevó mucho tiempo encontrar una formación estable pero que por fin han conseguido despegar. Y de qué manera.

«No Way but Forwards» es su álbum debut, y un impresionante despliegue de habilidades que los coloca más que probablemente como una de las agrupaciones punteras del metal progresivo en España. Su estilo, lejos de ser una copia cliché de Dream Theater, se asemeja más a las bandas de prog metal de principios de siglo, con ligeros trazos que recuerdan a conjuntos como mis adorados Nevermore. Importantísima es la influencia en ellos de la escena de Göteborg: la distorsión de las guitarras, las melodías… definitivamente el death metal melódico sueco es una de los pilares del sonido de los sevillanos. Pain of Salvation también parecen ser un referente, pero lo importante aquí no es el número de afluentes, sino la mezcla de estos en un cauce principal que nos ofrece un buen puñado de matices que los diferencian que el grueso de bandas «copycat prog» que saturan la oferta hoy día. Si bien su estilo todavía está por depurar y su personalidad está en un estadio temprano de su desarrollo, ya podemos apreciar que la oferta inicial es muy interesante, y que si con un álbum debut ya pueden ofrecer una obra de tanta calidad como la que hoy comentamos, es altamente probable que en un futuro cercano puedan alcanzar un nivel muy superior.

Ni cortos ni perezosos, Carving Colours han hecho un movimiento muy ambicioso al iniciar su discografía con un álbum conceptual. El disco, con una temática tan actual como interesante, habla sobre los cambios de régimen político, la violencia que estos implican y las responsabilidades que implica tomar semejantes decisiones. Todo esto está reflejado a través de una historia, una trama de la que más o menos nos podemos quedar con la idea principal escuchando las letras o leyéndolas en su Bandcamp (donde, por cierto, el disco está en descarga gratuita), pero que sólo queda completa si compramos la edición física. Este movimiento es loablemente inteligente e interesante, ya que la banda consigue ofrecer algo especial que hace que valga todavía más la pena pagar por el álbum. Con un estupendo artwork creado por Maria Picassó de Ideophony (Ihsahn, Leprous, Obsidian Kingdom), el digipack nos trae un pequeño sobre dorado con el sello de la banda que incluye cinco «documentos clasificados». Estos ayudan a comprender la cronología de los hechos y algo más de información adicional que no desvelaré, ya que la gracia es descubrirlo por uno mismo, todo con una presentación visual muy mimada y cuidada al detalle.

Estrictamente ligado con el concepto, destaca el poder dramático que poseen las canciones. La comunión entre ambos factores está muy lograda, haciendo que todo encaje a la perfección, y es que hacer que letra y música vayan de la mano no siempre es fácil, y en trabajos como este es vital lograrlo. El disco está plagado de momentos memorables, y no lo digo metafóricamente: casi todos los temas tienen algún pasaje, alguna melodía, algún verso concreto que arraiga en tu subconsciente y hace que cuando te levantes por la mañana no puedas parar de tararearlo en tu cabeza hasta que logras recordar dónde lo habías escuchado. Y cuando lo recuerdas, te vuelves a poner el álbum entero, por supuesto. Este es uno de mis factores favoritos del disco, y es que le da muchísima vida al álbum. Amigos, tenemos mucho que aprender de la música pop en ese aspecto, algo puede ser pegadizo sin llegar a ser pegajoso. Y Carving Colours saben cómo hacerlo.

Ciertamente, las melodías están muy trabajadas, y lo mismo se puede decir del apartado vocal. Alejandro tiene una gran voz que encaja a la maravilla con la música que hacen. Durante todo el disco demuestra constantemente que posee un enorme potencial, y pese a que algunos aspectos (como la pronunciación) son mejorables, tiene todo lo necesario para brillar con luz propia. La producción del disco es realmente buena para el presupuesto de un primer álbum, y es que el trabajo que han hecho Leo Peña y FJ Kubero es más que admirable. La mezcla es uno de los puntos fuertes del plástico: todo está equilibrado, cada instrumento tiene su espacio y se pueden apreciar detalles de cada uno de ellos sin que ninguno llegue a ser molesto. Por otro lado, los solos son el mejor ejemplo de adecuación: no son abundantes ni excesivos, simplemente los hay en el momento preciso y con un estilo muy sobrio y limpio, lejos de las excentricidades onanistas de otras bandas de metal progresivo.

En cuanto al disco tema a tema, realmente se hace muy difícil elegir un «highlight». El minutaje es idóneo: 45′, lo suficiente para que no se haga largo pero que ligeramente deje al oyente con ganas de más. Por ello es difícil quedarse con alguna canción, dado que todas están en su sitio y cada una es vital para el álbum. Pese a todo, si hay que hacer el esfuerzo, lo primero que hay que mencionar es que la suite homónima del disco es una absoluta maravilla. De hecho, se nota que fue el último tema que se compuso: la química es mayor que en el resto de canciones, y si las otras cinco son realmente buenas, esta está a otro nivel (lo cual hace augurar que el segundo disco probablemente supere con creces este fantástico inicio). Como en todo buen disco conceptual, retoma motivos significativos de otros pasajes del álbum, y lo amolda todo a un final de traca con sus esplendorosos 15 minutos de duración. Por detrás le siguen las increíbles «Isolated Incidents» y «Martyr», los temas que sirven de apertura para el álbum y que también son de lo mejorcito del redondo. Enhorabuena a los sevillanos por empezar con tan buen pie, y ojalá pronto los podamos ver de gira por la península…

…y recordad: there are always trace elements of blood in each new structure.

Grupo:Carving Colours

Puntuación:8

Canciones:

  1. Isolated Incidents
  2. Martyr
  3. The Envelope
  4. It Had to be Done
  5. Beheading the Hydra
  6. No Way but Forwards

Año:2013-10-29

Votación de los lectores:5